(Minghui.org) Recientemente salió un artículo en Minghui.org sobre un practicante en la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, que fue arrestado cuatro veces por su fe. El practicante cedió bajo presión y delató a otros practicantes continuamente. Después de ser liberado cada vez, escribió una declaración solemne para anular lo que dijo o hizo mientras estaba detenido que no se ajustaba al Fa. Pero en lugar de hacerlo mejor la siguiente vez, siguió delatando a otros practicantes después de ser detenido de nuevo. Al ser liberado, volvía a escribir otra declaración solemne para anular lo que había hecho en la cárcel.

Esto me llevó a pensar que algunos practicantes probablemente no tomaron la escritura de las declaraciones solemnes como un asunto serio, sino que lo trataron como un simple medio para exonerarse de los crímenes que cometieron por traicionar a Dafa y a otros practicantes. Es posible que piensen que después de escribir la declaración solemne, sus errores o pecados contra Dafa serán borrados y no serán considerados responsables de sus acciones. Parece que nunca les ha pasado por la cabeza que deben compensar las pérdidas que han causado.

Debido a esa mentalidad, algunos practicantes se comprometen fácilmente con el mal después de ser arrestados, pensando que estarían bien escribiendo una declaración solemne al regresar a casa. Pero el mal en la otra dimensión ve claramente nuestros apegos. Con estos errores tan grandes como resultado de sus acciones muchos de estos practicantes fueron perseguidos repetidamente.

El Maestro dijo:

“…si no la pasas la primera vez, después de despertarte te arrepientes y te desconsuelas profundamente; quizás este tipo de mentalidad tuya, este tipo de estado, también pueda profundizar tu impresión mental, y cuando te encuentres de nuevo con el problema ya serás capaz de contenerte bien y podrás pasarlo. Si alguien no pasa la prueba y tampoco le importa, le resultará más difícil contenerse en el futuro; está garantizado que es así" (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Los practicantes que han tropezado en su cultivación, deben exponer a fondo la persecución, examinar completamente sus apegos e intentar lo mejor para compensar las pérdidas que han causado. Es un paso difícil de dar, pero pueden hacerlo con una fuerte fe en Dafa. Y solo entonces sus almas podrán liberarse verdaderamente del control de las viejas fuerzas.

Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “…comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).

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