(Minghui.org) El canal Knesset, un canal de la televisión pública israelí centrado en cuestiones parlamentarias (Knesset), emitió el 20 de julio una entrevista sobre la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia por parte del régimen chino.

La reportera Emmanuelle Elbaz-Phelps entrevistó a Jacob Lavee, profesor de cirugía de la Universidad de Tel Aviv. El Dr. Lavee es también fundador de la Unidad de Trasplantes de Corazón del Centro Médico Sheba y expresidente inmediato de la Sociedad de Trasplantes de Israel. La entrevista se emitió también en Kan 11, un canal en la televisión pública israelí.

El asesinato de "donantes" de órganos

La entrevista también coincidió con el 23.er aniversario del inicio de la persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) contra Falun Gong, el 20 de julio de 1999. Falun Gong es un sistema de meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Una gran cantidad de pruebas han demostrado que los practicantes de Falun Gong se han convertido en las principales víctimas de la sustracción forzada de órganos autorizada por el Estado chino.

Lavee, junto con Matthew Robertson, de la Universidad Nacional de Australia, es coautor de un artículo de investigación titulado "Ejecución por obtención de órganos: El incumplimiento de la norma de los donantes muertos en China", publicado en la Revista Americana de Trasplantes. Robertson, que habla chino con fluidez, y Lavee utilizaron el análisis computacional de textos y realizaron una revisión pericial de una base de datos con cientos de miles de artículos escritos por médicos especialistas en trasplantes de órganos en China.

"Lo que buscamos específicamente en estos artículos son sentencias que nos muestren si la extracción de órganos, o específicamente el corazón, del donante de órganos se realizó después de la muerte cerebral, como se exige en los principios de medicina y en los trasplantes", explicó Lavee.

Más de 70 de los artículos revisados, publicados a lo largo de 25 años, indicaban claramente que los autores (médicos) no habían cumplido el criterio de declaración de muerte encefálica (DME) antes de realizar los trasplantes de órganos, lo que significa que los donantes fallecieron por la sustracción de los órganos. En otras palabras, estos médicos asesinaron a los donantes por sus órganos.

Entrevista con Jacob Lavee, profesor de cirugía de la Universidad de Tel Aviv, el 20 de julio de 2022

Sustracción de órganos a gran escala

Durante la entrevista, Lavee dijo que el documento que él y Robertson escribieron incluía enlaces a los artículos médicos chinos que habían examinado para que la gente pudiera investigarlo por sí misma. Al parecer, los médicos chinos ni siquiera eran conscientes de que sus artículos son testimonios escritos de sus asesinatos.

Además, las autoridades chinas anunciaron que habían dejado de utilizar completamente los órganos de los condenados a muerte a partir de enero de 2015. Si eso fuera cierto y China realmente dependiera de las donaciones voluntarias de órganos, el número de trasplantes de órganos habría disminuido drásticamente, ya que la donación voluntaria de órganos es muy rara en China. Sin embargo, el número ha aumentado considerablemente, lo que pone en duda la credibilidad del PCCh.

En cuanto a la procedencia de los órganos, Lavee se refirió a la sentencia del Tribunal de China de 2019 en Londres. Decenas de testigos declararon en el tribunal, aportando amplias pruebas de la práctica de la sustracción forzada de órganos por parte del régimen. "La sustracción forzada de órganos se ha cometido durante años en toda China a una escala significativa y que los practicantes de Falun Gong han sido una -y probablemente la principal- fuente de suministro de órganos", concluyó el Tribunal en junio de 2019.

Cómo poner fin a las prácticas poco éticas

Cuando se le preguntó por qué los practicantes de Falun Gong estaban en el punto de mira, Lavee dijo que se sabía que los practicantes eran sanos, ya que no fumaban ni bebían. Sin embargo, debido a su creencia en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, este segmento de la población ha sido sistemáticamente reprimido por el PCCh desde 1999. Además de detener arbitrariamente a los practicantes de Falun Gong, las autoridades chinas también los han asesinado y han vendido sus órganos para obtener beneficios.

Por ello, Lavee y sus colegas trabajaron con el Ministerio de Sanidad israelí y en 2008 aplicaron una ley de trasplantes de órganos para prohibir a los ciudadanos israelíes viajar a China con el fin de procurarse un trasplante de órganos (lo que se conoce como "turismo de trasplantes"). Cuando era presidente de la Sociedad de Trasplantes de Israel, Lavee organizó una conferencia sobre la extracción de órganos e invitó a ponentes entre los que se encontraba el abogado canadiense de derechos humanos David Matas para que hablaran sobre cómo acabar con la sustracción forzada de órganos en China. La Embajada de China intentó presionar al Ministerio de Asuntos Exteriores para que impidiera a Matas asistir a la conferencia, pero no lo consiguió. Lavee sugirió que la embajada enviara un representante para asistir a la conferencia. Alguien de la embajada acudió, y afirmó que la conferencia era "anti-PCCh". Pero el público no tardó en pedir al representante que se marchara.

Lavee oyó hablar por primera vez de la sustracción forzada de órganos en China en 2005. Un paciente suyo llevaba un año esperando un trasplante de corazón. Pero en lugar de seguir esperando, se fue a China, donde consiguió un corazón en tres semanas, pagado por su compañía de seguros. Se le garantizó una fecha y una hora determinadas para recibir el trasplante. Lavee dijo que en Israel no sería posible garantizar que un donante adecuado falleciera en una fecha concreta, pero el paciente regresó efectivamente a Israel desde China con un nuevo corazón, tal como se le había prometido. A raíz de esta experiencia, Lavee empezó a investigar sobre los trasplantes de órganos en China y descubrió este aterrador método de sustracción sistemática de órganos.

Lavee empezó a publicar los resultados de sus investigaciones en 2006 y también concedió muchas entrevistas. Una vez recibió una llamada telefónica de un abogado israelí, que se presentó como representante de una organización prochina. El abogado exigió que Lavee dejara de investigar sobre la sustracción de órganos en China. Lavee se puso en contacto con la oficina jurídica del Departamento de Salud y el abogado no volvió a ponerse en contacto con él.

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