(Minghui.org) Mi hija se presentó a los exámenes para ser secretaria judicial. Aunque aprobó los pruebas orales y escritas, la rechazaron al examinar sus antecedentes, porque soy practicante de Falun Dafa. Ella y su marido no sabían qué hacer y hablaron del asunto conmigo. Pensé: "Los practicantes de Dafa están aquí para salvar a los seres conscientes". Le dije a mi hija: "No te preocupes. Encontraremos la manera".

Mi yerno sugirió que habláramos con un tío suyo, que trabaja en el departamento de policía. El tío les dijo: "¿Podría su madre comprometerse por escrito a que dejará de practicar Falun Gong?". Después de contármelo, se fueron sin decir nada más. Le dije a mi madre, que también es practicante: "Enviemos pensamientos rectos. Que el Maestro se encargue de esto".

Mi hija fue a la comisaría al día siguiente y solicitó su certificado de antecedentes. Lo presentó para completar su solicitud de trabajo en el juzgado y la aceptaron. Tanto mi hija como yo sabíamos que el Maestro nos había ayudado.

Las cosas irán bien si los pensamientos rectos son fuertes

El año pasado, en el Día de Falun Dafa, primero fui a nuestro grupo de estudio del Fa. Luego salí en bicicleta para distribuir volantes y carteles. No tenía miedo, mientras enviaba pensamientos rectos a lo largo del camino. Sentí que el Maestro estaba a mi lado. De camino a casa, envié pensamientos rectos para asegurarme de que la gente no retirara los carteles. Queríamos asegurarnos de que no cometieran crímenes contra Dafa. Cuando llegué a la entrada del pueblo y traté de apagar la luz de mi bicicleta, descubrí que la luz había estado apagada todo el tiempo. Sin embargo, las calles parecían muy luminosas. Me sentí agradecida de que el Maestro hubiera cuidado de mí en todo momento.

Ahora, pensando en mi cultivación, lamento no haber sido muy diligente cuando comencé a practicar Falun Dafa. Mi salud mejoró después de que empecé a practicar Dafa. En aquella época, mi marido tenía trabajos temporales fuera de la ciudad. Yo me encargaba de todo el trabajo en la granja. Así que asumí entonces que cultivar significaba hacer más trabajo.

En 2016 tuve un gran traspié y me di cuenta de la importancia de cultivarse a uno mismo. Además del trabajo en el campo, necesitaba cuidar de mis dos nietos. Resté tiempo al sueño para estudiar el Fa. No malgastaba el tiempo. Escuchaba los artículos de intercambio de experiencias mientras comía. A veces barría el suelo con un bollo en la boca. En ocasiones, empezaba mis ejercicios matutinos a las dos de la madrugada.

El 16 de agosto de 2021 salí de la ciudad en bicicleta y me encontré con dos funcionarios del pueblo a la salida. Uno me preguntó: "¿Adónde vas? Un vehículo se acerca". Antes de que tuviera la oportunidad de responder, el otro dijo: "Está bien. Vete".

Volví a casa después de visitar a un compañero practicante. Mi hija me dijo: "Los funcionarios del pueblo y la policía vinieron y preguntaron dónde estabas. Hicieron muchas preguntas y dijeron que volverían mañana". Mi marido y mi hija quisieron que me fuera de casa para esquivar la persecución. Estaban asustados por la incesante persecución que sufre Falun Dafa. Les dije que no me iría a ningún sitio. Al día siguiente envié pensamientos rectos a cada hora en punto. No apareció nadie. Más tarde, me encontré con un funcionario del pueblo. Me dijo que la policía había decidido que ya no era necesario visitarme.

Efectivamente, como dijo el Maestro:

“...Con los dizi repletos de pensamientos rectos,

el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”

(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II))

Trabajaré duro para corresponder a la misericordia del Maestro y para que con el sufrimiento se salven los seres conscientes.

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