(Minghui.org) ¡Saludos honorable Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!

Aunque estuve leyendo Zhuan Falun y viendo las actuaciones de Shen Yun durante cinco o seis años, no empecé a cultivarme de verdad hasta 2021.

Cuando estaba en la escuela secundaria en 2008, hice el examen para ingresar en la universidad en los Estados Unidos. Me aceptaron en cinco universidades. Pero poco después de los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008 llegó la crisis económica mundial. Mi padre, que fue uno de los primeros comerciantes internacionales de China, no pudo evitarla. Vi cómo su pelo se volvía gris de la noche a la mañana. Y perdí el apoyo financiero que me iba a permitir estudiar en el extranjero.

A principios de 2009, para ahorrar costos, solo me presenté a las escuelas de arte de China. Se presentaron decenas de miles de estudiantes. Quedé el quinto de todo el país. Me inscribí en el programa de dirección de una Academia de Teatro, donde conocí a mi novia, que es una practicante de Falun Dafa.

Empecé a trabajar antes de terminar la universidad. Todas las películas en las que trabajé eran grandes producciones de decenas o cientos de millones de dólares. Tenía mi propio chófer, mis asistentes, mi equipo de dirección y a cientos de personas a mis órdenes. Solo tenía veinticinco años, pero ya fumaba y bebía mucho. Empleaba palabras altisonantes como si fueran signos de puntuación, en todo lo que decía. Mi ego se había hinchado con la fama y la riqueza infinitas. Era bastante hipócrita: en la superficie, me mostraba humilde con los que podía usar para ganar dinero. Pero por dentro, estaba metido de lleno y libraba una competencia despiadada con el común de la gente.

Durante este tiempo presencié cómo perseguía el PCCh (Partido Comunista Chino) a la madre de mi novia por practicar Falun Dafa. No traté de desanimar a mi novia cuando me enteré de que planeaba dejar su carrera en China y marcharse a Canadá para hacer películas de aclaración de la verdad. Esta no era más que una idea egoísta. Pensé que yo seguiría ganando dinero en China, mientras ella establecía su residencia en Canadá. Si acabábamos juntos, esto formaría parte de mi plan de inversión en el extranjero.

Debido a la naturaleza de mi profesión, en mi entorno de estudio y de trabajo, he conocido a muchas mujeres que eran muy atractivas. La mayoría se ponían en contacto conmigo, en un intento porque las incluyera en mis proyectos. Pero se quedaban muy atrás en cuanto a principios morales, si las comparaba con mi novia. Me acostumbré a que estas personas me buscaran. Después de despedirme de ella, me lancé de cabeza a las actividades mundanas. Mirando hacia atrás, puedo ver claramente el destino final de mi modo de vida: me dirigía hacia el pozo de la destrucción. A pesar de mi suciedad, el Maestro Li (fundador de Falun Dafa) me sacó del mundo mundano.

Entrando en el camino de la cultivación

A principios de 2018, volé a Toronto para visitar a mi novia, que trabajaba en New Century Films. En ese momento, muchos practicantes me contaron las historias milagrosas que les ocurrían cuando empezaron a practicar Falun Dafa. Pero como toda persona común, me mostraba escéptico y las consideraba meras historias. Los practicantes me sugirieron que viera los videos de las Conferencias del Maestro en Guangzhou. Después de ver la primera conferencia, la encontré bastante aceptable y continué con la segunda. De pronto, me quedé profundamente dormido. Me desperté al final de la conferencia. Temiendo que los demás me preguntaran sobre el contenido de la conferencia, traté de guardar las apariencias. Rebobiné el vídeo hasta el punto en que me quedé dormido. Sorprendentemente, recordaba con claridad cada frase que decía el Maestro. Lleno de apegos humanos, como el ego, no me pareció curioso. Pensé que se debía a que había leído previamente el libro Zhuan Falun.

Decidí salir a fumarme un cigarrillo. Era invierno y la temperatura era baja. Tuve que hacer varios intentos antes de conseguir encender uno. Un sabor mohoso y amargo se extendió inmediatamente desde la punta de mi lengua hasta mi boca. Pensé: "Dios, este cigarrillo está rancio, este material extranjero no es de buena calidad". Apagué el cigarrillo y volví a entrar para ver la última parte de la Segunda Conferencia, y fue entonces cuando el Maestro habló de esta parte de Zhuan Falun:

“Hay individuos que incluso se duermen y cuando termino mi lección se despiertan. ¿Por qué? Porque tienen enfermedades en sus cerebros y hay que hacer ajustes para ellos. Cuando su cerebro es ajustado y corregido, él no puede aguantarlo en absoluto, por lo tanto, hay que hacer que entre en un estado de anestesia para que no se dé cuenta. No obstante, algunos no tienen problemas con el oído, duermen plácidamente pero escuchan todo sin perderse una sola palabra” ( Segunda Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que el Maestro había empezado a ajustar mi cuerpo. En los días siguientes, intenté fumar varias veces, pero el sabor no era el que buscaba. Como la cualidad de mi iluminación era pobre, poco tiempo después de regresar a China, volví a fumar un paquete al día.

Cuando era niño, el alcohol me resultaba desagradable. Pero poco después de entrar al instituto, me emborrachaba frecuentemente. La cosa empeoró cuando empecé a estudiar arte teatral, ya que estaba rodeado de grandes bebedores. El alcohol se convirtió en un hábito diario, y más tarde en una parte necesaria de mi creación artística: Si estaba sobrio, apenas podía producir una sola página de guión, pero cuando estaba borracho y casi hasta el punto de perder la conciencia, podía escribir fácilmente decenas de miles de palabras de la noche a la mañana. Así que, naturalmente, el alcohol -y desde luego los licores fuertes- se volvieron esenciales para mí. Una botella de licor fuerte me acompañaba en todo momento.

Durante mis tres visitas a Toronto para ver a mi novia, siempre dispuse de mucho tiempo para hablar con los practicantes de New Century Films. Los milagros de Dafa y el alto nivel moral de los practicantes siempre me impresionaron. A pesar de ser una persona común y corriente, y de no saber por qué la gente necesita renunciar al Partido, aclaré la verdad sobre la persecución a casi todos los que me rodeaban en China, simplemente porque sentía un profundo respeto por el Maestro. Le agradezco a Shifu que las docenas de personas a las que les aclaré la verdad, adquirieran una comprensión correcta de Dafa. Posteriormente, casi todas renunciaron al Partido -entre ellas, algunas de las figuras más prestigiosas de los círculos cinematográficos y de entretenimiento de China.

Salir de China

Mis frecuentes visitas al extranjero y el hecho de que mi novia asumiera el papel principal en varias películas producidas por New Century Films asustaron al PCCh, por lo que acabé llamando la atención de la División de Seguridad Nacional. El 18 de enero de 2019, el día después de mi regreso a Shanghái desde Toronto, la policía de Shanghái lanzó una operación en toda la ciudad para arrestarme. Encontraron a mi equipo de rodaje, e incluso intentaron localizarme con la ayuda de un director de renombre. Cuando llamé a mi novia me dijo que saliera rápido de China.

Mis viajes a Canadá me mostraron claramente la naturaleza brutal del PCCh y su persecución a Falun Dafa, aunque no hubiera adquirido una comprensión profunda de las enseñanzas. Extrañamente, entonces estaba muy lúcido: Tenía la idea de que si abandonaba China, podría convertirme en un hombre recto, pero que seguiría llevando una vida despreciable si me quedaba. Reservé mis billetes, apagué el teléfono, escribí en mi mano los dos números de vuelo y emprendí una huida de 4 horas.

Experimenté tanto milagros como la misericordia del Maestro, ya que todas las personas que me ayudaron a llegar al aeropuerto ese día eran las personas a las que yo había aclarado la verdad. ¡Gracias Shifu por su protección! Cuando subí al avión, las lágrimas corrieron por mis mejillas mientras pensaba: "¡Maestro, si me ayuda a salir de China dejaré, sin dudarlo, de fumar y beber!". Ahora que lo pienso, ese pensamiento fue una falta de respeto al Maestro. Era como si estuviera negociando con el Maestro. Era tan ignorante. Pero desde ese día, me deshice de esos hábitos. ¡Gracias Shifu!

Así de fácil. Volví a Toronto, solo 48 horas después de haber regresado a China. Ni siquiera me despedí de mi familia. Agitado y estresado, llegué sano y salvo a Canadá. Pero ese fue solo el primer paso en mi camino de cultivación.

En China, ganaba un buen sueldo y tenía propiedades inmobiliarias. Como quería hacerme más rico, la mayor parte de mi dinero la manejaba un gestor financiero, así que tenía poco dinero. Mi novia trabajaba de voluntaria en New Century Films y necesitaba mi apoyo. Después de pagar mi billete de avión, prepagado por los practicantes del equipo, apenas tenía dos céntimos ahorrados. Era imposible sacar dinero en efectivo de China, ya que tenía que ir al banco en persona con una identificación para hacerlo. Perdí mi patrimonio, mi carrera, mi familia y mis amigos en una sola noche. Hoy, más de tres años después, no he tenido ningún contacto con mi familia. Toda la fama, los beneficios y las relaciones de las que disfrutaba se redujeron a cero de la noche a la mañana.

En ese momento, sentí que la vida había dejado de tener sentido. En el fondo, culpaba a mi novia de haber perdido mi carrera y todos mis grandes sueños. Tampoco me hacía mucha gracia ver a los compañeros practicantes. A medida que crecía mi resentimiento, culpaba a todo el mundo de este proyecto. Lo que consideré grandes hazañas me lo parecían cada vez menos, a medida que me volvía pesimista con las tribulaciones.

Pero el Maestro nunca se dio por vencido conmigo y fue compasivo incluso mientras yo luchaba con esos pensamientos negativos. Durante dos noches soñé que pequeños anillos rojos estaban conectados a cada articulación de mi cuerpo. Una cuerda sujetaba los anillos. En un momento dado, los anillos estallaban de repente y algo me arrastraba hacia arriba, a un plano más elevado. Allí podía ver mi propio cuerpo desde todos los ángulos. La Tierra se veía pequeña y quedaba muy por debajo. Luego bajaba a toda velocidad hacia la Tierra. Esas noches, también veía a mis padres, a mis amigos y a cualquiera que quisiera ver; podía ver sus pensamientos y cómo transcurrían sus días. Pero cuando les hablaba, no me oían. El sueño siempre terminaba con la visión del "yo" que había abandonado mi cuerpo, cayendo lentamente y fusionándose con mi cuerpo, que dormía en la cama. En ese momento siempre me despertaba. Como me encariñé con esa increíble sensación, no volvió a suceder. Pero le di las gracias al Maestro. Vi a los que anhelaba ver y me sentí en paz.

Cuando sentí que estaba tocando fondo, los practicantes me sugirieron que me casara con mi novia. Yo era reacio, pues creía que no tenía forma de mantenerla. Todas esas luchas se reducían a que estaba arruinado: tuve que pedir un préstamo para pagarle a mi abogado para que me solicitara el estatuto de refugiado. ¿Cómo podía permitirme una boda?

Los practicantes de New Century Films nos organizaron una boda sencilla pero memorable. Me ayudaron a buscar un restaurante y prepararon el banquete de bodas. Los gastos se compartieron entre todos los practicantes del equipo. En comparación con las extravagantes bodas que se celebran hoy en día, la nuestra fue sencilla, pero cálida y solemne. Lo mejor de todo es que el ambiente era de agradecimiento al Maestro y a nuestro juramento como discípulos de Dafa. Fue la boda más extraordinaria que podría haber esperado. Gracias, Shifu.

Durante mucho tiempo juzgué a los practicantes que me rodeaban. Pero con el paso del tiempo, me di cuenta de que no solo no me guardaban rencor, sino que incluso se mostraban más amables y comprensivos con mis apegos. Compartimos nuestros entendimientos y experiencias dos veces por semana. Son experiencias reconfortantes. Durante estas discusiones, los practicantes siempre buscan en su interior de forma incondicional. Incluso siendo tan egoísta como soy, me conmueve y admiro su franqueza. Quiero ser como ellos.

Milagrosamente, esos practicantes, a los que yo encontraba faltos de apreciación artística, de repente me parecían iluminados y superaban mis expectativas. En el proyecto surgieron más milagros: en cuestión de tres años, el equipo produjo cerca de 50 películas y ganó cientos de premios en festivales internacionales de cine por mejor dirección, mejor cortometraje, mejor canción original, mejor vestuario, mejor actriz, mejor actor, mejor fotografía y mejor montaje. Fue algo milagroso.

Trabajé entre bastidores durante algún tiempo en el proyecto bajo el nombre artístico de "Freeman". Era reacio a mostrar mi cara, y aún más a ser actor. En parte porque me sentía preocupado por mi familia en China, y en parte por las retorcidas nociones de jerarquía y beneficios que adquirí como persona común. He conocido a muchos actores y actrices y sigo conociendo a cientos día tras día. Pero sin contar a esos individuos prestigiosos o capaces, la mayoría de los actores eran en realidad unos don nadie, que aunque tenían grandes sueños vivían al día. No disfrutaban de derechos ni tenían más opciones en la vida, y mucho menos poder. Aunque parezcan glamurosos, la verdad es que si se quedan o se van, todo depende de nosotros, los directores, y de los inversores. Nunca podría imaginarme viviendo en un estado tan pasivo.

Una noche, cuando nos acercábamos al final de una puesta en común semanal, levanté la mano y dije: "Quiero ser el protagonista masculino". No tenía ni idea de por qué solté esas palabras. Los otros practicantes y yo nos miramos y nos echamos a reír.

Sin embargo, tres días más tarde, la película muda "Un simple folleto (A Simple Pamphlet)" se estrenó, y me convertí en el protagonista masculino. Tal vez el Maestro vio que, antes, había hecho películas de aclaración de la verdad para luchar contra el PCCh que me perseguía, por ira y competitividad, pero que ahora tenía un deseo genuino de que todo ser consciente conociera la verdad sobre Dafa, incluidos los que todavía trabajan en ese sistema. El Maestro me dio la oportunidad de hacer realidad ese deseo.

Por último, me gustaría señalar que este año cumplo 30 años, justo cuando el mundo celebra el 30 aniversario de la difusión de Falun Dafa. No sé lo que he tenido que pasar en mis innumerables vidas antes de llegar aquí. No tengo ni idea de lo que el Maestro ha soportado, ni de lo que ha ajustado y planeado para mí. Quiero decirle al Maestro: Está claro que todavía tengo miríadas de apegos y nociones egoístas, pero quiero ser un discípulo de Dafa y un verdadero cultivador.

Esta es mi participación en la cultivación, por favor, tengan la bondad de señalar cualquier deficiencia.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa de Canadá de 2022)

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