(Minghui.org) Cuando aclaro la verdad a la gente, normalmente aclaro mi mente primero y utilizo pensamientos rectos para guiarme. Los resultados son realmente poderosos. Me gustaría compartir algunos ejemplos de cómo, mensajes rectos, ayudaron a la gente a aceptar Dafa y a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.

Nuestros pensamientos determinan nuestro entorno

Cuando un policía llamó a mi puerta, no tuve tiempo de esconder la impresora que utilizaba para hacer materiales para la aclaración de la verdad, así que no abrí la puerta. Cuando por fin se detuvo después de llamar durante mucho tiempo, pensé: "Te hayas ido o no, ¡no patees la puerta!". En ese mismo instante, comenzó a patear la puerta. Me di cuenta de que mi pensamiento impuro había provocado a su lado malo.

Comencé a decirle en mi mente: "Todo es creado por Dafa; toda la materia está hecha de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia, incluyendo tu vida". Luego repetí: "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, Falun Dafa es bueno!" y envié esos fuertes mensajes a donde él estaba. Pronto le oí gritar: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Mis pensamientos rectos limpiaron el ambiente y esto le ayudó a tomar la decisión correcta.

Los pensamientos rectos ayudan a conseguir la liberación de un practicante

Después de que arrestaron a un compañero practicante, fui con otro practicante a colocar materiales aclaratorios de la verdad en las vallas publicitarias fuera del edificio de la Oficina de Seguridad Pública local. Cuando llegó un coche de la policía, me hizo una señal de posible peligro. Sin ningún temor, seguí fijando un gran cartel en la valla publicitaria, que decía: "No tengas miedo. El jefe de la Oficina de Seguridad Pública se asustará mañana cuando vea nuestros carteles, así que tendrá que liberar a nuestro compañero practicante". Y en efecto, el practicante fue liberado al día siguiente.

Nuestros pensamientos pueden cambiar la mentalidad de la gente

Vi a un anciano que estaba ayudando a alguien, así que me acerqué y le dije: "Eres muy amable. Hoy en día no hay mucha gente como tú. Los funcionarios del gobierno son todos corruptos, y la gente común sufre por ello. ¿Has oído hablar del movimiento para renunciar al PCCh?".

Se horrorizó: "¿Cómo te atreves a decir eso? ¿No sabes lo poderoso que es el Partido Comunista? Durante la Revolución Cultural, mucha gente fue perseguida, ¡no hables de eso!". Cuando le dije que mucha gente estaba de acuerdo conmigo, siguió asustado y se marchó rápidamente.

De vuelta a casa, le dije al hombre en mi mente: "Estoy haciendo esto por ti. El gobierno del PCCh y la sociedad moderna son muy corruptos. Por eso hay tantos desastres. Por favor, recuerda que Falun Dafa es bueno. No creas las mentiras que ves en la televisión sobre Dafa. Por favor, recuerda lo que te he dicho hoy; ¡es bueno para ti!".

Cuando salí a la mañana siguiente, el hombre salía al mismo tiempo de su edificio. Se acercó y me dijo: "He reflexionado sobre lo que me dijiste ayer. Entiendo que lo haces por mí. Ahora hay tantas catástrofes naturales y el Partido es tan corrupto. Todo lo que has dicho es cierto".

Me alegré de que hubiera cambiado de actitud. Creo que recibió mis mensajes, que ayudaron a disipar su miedo y confusión. Después de aclararle la verdad, aceptó a renunciar al PCCh.

Aclaración de la verdad a los guardias del centro de detención

Una vez fui al centro de detención donde estaba detenido un practicante. Les aclaré la verdad a los guardias de la puerta. Uno de ellos pulsó un botón y salió otro guardia. Me gritó e insultó. Dejé de hablar y le miré con compasión mientras le enviaba fuertes pensamientos para que se asimilara a Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Al cabo de un rato se calmó. Llevaba un suéter tejido a mano, así que le felicité: "Por el suéter que llevas, supongo que te lo ha tejido tu mujer y puedo decir que eres una buena persona que valora la tradición y se preocupa menos por la vanidad. Tu mujer debe ser una buena esposa y madre".

Él respondió: "Soy bueno, y mi mujer también lo es...". Ya había cambiado su tono de voz, así que seguí diciendo: "La gente que está encerrada aquí (refiriéndome a los compañeros practicantes) también son buenas personas". Asintió con la cabeza en señal de aprobación. Después de escuchar la verdad sobre Dafa, renunció al PCCh.

Aclarando la verdad a un juez

El día en que un practicante iba a ser juzgado, otro practicante y yo fuimos al tribunal para pedir ver al juez que presidía, pero el guardia de la puerta no nos dejó entrar. Recité en voz alta la frase Verdad-Benevolencia-Tolerancia y dije: "Usted es un buen hombre. Por favor, concierte una cita para que podamos ver al juez. Tenemos algo que compartir con él sobre este caso".

Entró pero dijo que el juez no nos recibiría. Le insté a que lo intentara de nuevo. Volvió a comprobarlo, pero el juez seguía sin querer recibirnos.

Sin flaquear, le dije: "Vaya y pida una cita para nosotros". En mi mente, le pedí que se asimilara a Verdad-benevolencia-Tolerancia. Esta vez nos dijo que el juez prometió recibirnos en la tarde.

En la tarde, entramos en la sala de audiencias mientras enviábamos pensamientos rectos y pensábamos: "La luz de Buda brilla en todas partes; todas las cosas se asimilan a Verdad-Benevolencia-Tolerancia; ¡que todos los policías y guardias se asimilen a Verdad-Benevolencia-Tolerancia! Falun Dafa es bueno".

El juez nos recibió en la sala.

Le dije al guardia que nos había regañado antes: "En la antigüedad, la gente respetaba a sus padres y a sus mayores. Por favor, recuerden hacerlo en el futuro". Él sonrió.

Durante la reunión con el juez, todos fueron respetuosos y nos escucharon. La paz y la compasión envolvieron la sala. Le dijimos al juez todo lo que habíamos planeado decir. Luego nos acompañó a la salida y ayudó a un practicante anciano que había venido con nosotros a bajar las escaleras fuera de la sala de audiencias.

El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…”. (Cultivación sólida, Hong Yin).
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