(Minghui.org) Cheng Hao, un renombrado confuciano de la dinastía Song, tenía un lema: "Tratar a los ciudadanos comunes como pacientes". Es decir, como funcionario, cuidaba bien de la gente y evitaba hacerles daño de cualquier manera.
En el condado de Jincheng, en la actual provincia de Shanxi, algunos mafiosos robaban a los barcos que pasaban e incluso así se ganaban la vida. Cheng detuvo a los líderes de la banda y se enteró de que lo hacían por la pobreza. En lugar de castigarlos, los destinó a trabajar como rastreadores de barcos. También prestó atención a la educación de jóvenes y mayores. En pocos años, no hubo más robos ni peleas en la región.
El emperador Shenzong tenía la intención de promover a Cheng como censor supervisor y le preguntó cómo haría el trabajo. "Estaría encantado de aceptar el puesto si mi trabajo es comprobar si Su Majestad tiene alguna supervisión", respondió Cheng, "pero si mi trabajo fuera encontrar faltas en otros funcionarios a cambio de mi propio ascenso, no lo haría". El Emperador quedó satisfecho y también siguió su consejo.
Más tarde, Cheng regresó a su ciudad natal y muchos eruditos acudieron a aprender de él. Uno de ellos, Zhu Guangting, estudió con él durante tres meses. Cuando le preguntaron por su experiencia, Zhu dijo que fue la mejor época que había vivido. "Mi profesor era amable y paciente. Nos orientó para que progresáramos constantemente", explicó. "Aprendí mucho y lo disfruté mucho: me sentí refrescado y relajado como si me bañara la brisa primaveral".
Esta tradición de enseñar a la gente a ser buena y a convertirse en ciudadanos productivos y rectos continuó durante miles de años en la historia china antes de ser atacada y descartada por el Partido Comunista Chino (PCCh) tras su llegada al poder en 1949.
Afortunadamente, la presentación de Falun Dafa al público en 1992 permitió a la gente ver la importancia de los valores tradicionales. Millones de practicantes se han esforzado por ser buenas personas viviendo según los principios de Falun Dafa: Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
La inmensa popularidad de Falun Dafa se consideró una amenaza para el PCCh, por lo que el régimen comunista lanzó una campaña nacional contra la práctica en 1999. Desde entonces, los practicantes de Falun Dafa han trabajado incansablemente para concienciar sobre la persecución. A pesar de la severa persecución del PCCh, han permanecido pacíficos y han tratado a los demás con compasión.
La sinceridad y la perseverancia de los practicantes han ido cambiando poco a poco a la gente de su entorno, incluso a los autores de la persecución.
A continuación, algunos ejemplos:
"El Cielo está mirando"
Ming, de unos 50 años, es el subjefe de un departamento de policía. Su principal responsabilidad era "mantener la estabilidad". Como tal, dirigió las detenciones y el acoso a muchos practicantes locales.
Algunos practicantes le explicaron que la persecución no tenía base legal y que Falun Dafa solo enseña a la gente a ser buena. Le instaron a detener la persecución y a tratar bien a los practicantes. Pero él no escuchó. Los practicantes publicaron entonces su número de teléfono en Minghui. Después de recibir numerosas llamadas de practicantes extranjeros, se volvió algo menos desenfrenado.
Durante la boda de su sobrina, Ming conoció a un practicante que lo instó a dejar de hacer malas acciones y le aconsejó que renunciara al PCCh. Aunque se mostró receptivo a lo que el practicante tenía que decir, Ming se negó a renunciar al Partido. "Necesito un trabajo y no puedo hacerlo".
En 2018, Ming asistió al juicio contra un practicante detenido. La defensa del abogado y del propio practicante hizo que Ming se diera cuenta de que el PCCh había abusado de la ley para perseguir injustamente a los practicantes. "Pero esto es China y vivimos bajo el dominio del PCCh totalitario. ¿Qué diferencia puede hacer un ciudadano común?".
Desgraciadamente, poco después le diagnosticaron un cáncer. Al ver que varios policías -incluidos algunos jóvenes- habían muerto uno tras otro, recordó las palabras de un practicante: "Hagamos lo que hagamos, el Cielo nos observa".
Cuando la esposa de su amigo -también practicante- lo instó a renunciar al PCCh utilizando un seudónimo, aceptó inmediatamente.
Un día, al ver a un agente de policía que enviaba a una practicante a un centro de detención, Ming dijo que solo tenía que hacer el papeleo. El policía lo entendió y, tras rellenar un formulario, se puso en contacto con los familiares de la practicante para que la recogieran.
A finales de 2019, los subordinados de Ming le preguntaron cómo manejar la campaña de "reducción a cero", ya que la policía de otras zonas había estado "visitando" a los practicantes en sus casas uno por uno.
La campaña "reducción a cero" pretende obligar a todos los practicantes de Falun Dafa que están en la lista negra del régimen a renunciar a su fe.
"¿Podemos detenerlos si algunos practicantes se niegan a firmar documentos de renuncia a la práctica?", preguntó un agente.
"¿Cómo podemos hacer eso?". Ming respondió: "Esta persecución parece interminable y necesitamos un descanso".
En consecuencia, los agentes de Ming se limitaron a hacer visitas a domicilio sin detener a ningún practicante.
Tras el estallido de la pandemia, Ming fue testigo de muchos milagros y creyó aún más en las palabras de los practicantes de Falun Dafa.
Historia de otro jefe de policía
Gang, un oficial de policía, le contó a un practicante lo que había sucedido en su departamento de policía. El jefe de policía sabía que ninguno de sus oficiales estaba dispuesto a arrestar a los practicantes de Falun Dafa, ya que todos eran conscientes de que los practicantes son buenas personas. Así que el jefe contrató a tres personas para llevar a cabo las detenciones.
Gang dijo que las tres personas trabajaban muy duro y que detenían a un practicante cada pocos días. Cuando los practicantes guardaban silencio durante el interrogatorio, estas personas los golpeaban.
"Los policías les decíamos a menudo que no lo hicieran, sobre todo porque algunos practicantes eran muy mayores", añadió Gang. "Les decíamos que las palizas así no eran buenas para los practicantes ni para estas personas".
Pero estas personas no escucharon y siguieron deteniendo y golpeando a los practicantes. Al cabo de un tiempo, todos ellos murieron por diversas causas. Gang y otros oficiales atribuyeron las muertes a una retribución de yeli y nadie quiso asistir a los funerales.
Más tarde, los oficiales se mostraron aún más reacios a tratar los asuntos de Falun Dafa. "Está bien entonces. No importa lo que digan los oficiales superiores, no es necesario hacer esto de arrestar a los practicantes, y tampoco contrataremos a gente externa", dijo el jefe de policía.
A partir de entonces, más personas del departamento de policía utilizaron programas para evadir la censura para leer Minghui. El jefe del departamento de policía, en particular, ahora lee Minghui todos los días.
Una lista de nombres
Mi esposo es funcionario del gobierno, así que a menudo me encuentro con otros empleados del gobierno.
Una vez mi marido y yo fuimos con sus amigos a escalar una montaña. Un secretario del Partido del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos (PLAC) comentó que me veía muy en forma y me preguntó cuál era mi secreto.
"Es gracias a Falun Dafa", respondí. "Estuve gravemente enferma y tuve que guardar cama durante casi seis meses. Falun Dafa trajo milagros y curó mis enfermedades. También me convertí en una mejor persona y mi mal carácter desapareció".
"¿De verdad? No sabía que Falun Dafa fuera tan bueno", exclamó.
Mientras seguíamos charlando, le di un ejemplar de Nueve comentarios sobre el Partido Comunista y otros materiales. Estuvo de acuerdo en pasárselos a otros después de leerlos. También estaba dispuesto a renunciar a su afiliación al PCCh, al igual que su chófer.
El Secretario del Partido me dio después un papel con más de 10 nombres.
"Todos ellos estuvieron de acuerdo en renunciar al Partido también", explicó, y añadió que a sus familiares y amigos también les gustó el material que le di.
Me alegré mucho por ellos, porque las bendiciones llegan cuando uno elige la conciencia por encima del PCCh.
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