(Minghui.org) Después de convertirme en practicante de Falun Dafa en el otoño de 2019, sentí que había mejorado mucho y que era feliz con mi vida. Aprecié aún más la protección compasiva del Maestro Li después de presenciar los milagros que le ocurrieron a mi esposo.

A las 3:00 a. m. del 8 de marzo de 2021, mi esposo estaba haciendo el segundo ejercicio, Estaca Parada Falun, con las manos frente a su abdomen, cuando su mano derecha y su pierna derecha se adormecieron, y se cayó. Se golpeó la cabeza con la esquina de una mesa y al poco tiempo le apareció un bulto del tamaño de un huevo.

Cuando escuché el ruido detrás mío, me di la vuelta y lo vi en el suelo tratando de levantarse. Pero no tenía fuerza en la mano derecha y no podía levantar la cabeza.

Corrí hacia él y le dije: "Pídale al Maestro que te salve. Di: "¡Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Al mismo tiempo, le envié pensamientos rectos para ayudarle a disolver la ilusión de que tenía una enfermedad real.

Intentó levantarse por segunda vez, pero no pudo hacerlo. Tenía los ojos caídos, la boca torcida y le salía saliva por las comisuras de los labios. Mostraba los síntomas de una apoplejía.

Al tercer intento, por fin se levantó. Le ayudé a subir al sofá y le dije: "Envía pensamientos rectos". Entonces enviamos juntos pensamientos rectos. Fui a preparar la cena. Mientras estaba sentada, mi esposo miró en su interior y se dio cuenta que no había aclarado lo suficiente la verdad y que hablaba demasiado como un no practicante. Se dio cuenta que no había cultivado el habla y dijo cosas que no debía decir.

En el desayuno de la mañana siguiente, sus ojos ya no estaban caídos y su boca ya no estaba torcida. Tan solo comía un poco más despacio de lo habitual. Le pregunté si se sentía bien para ir a trabajar. Me dijo que pensaba que estaba bien, así que se fue.

Poco después de salir de casa, me llamó y me dijo que se sentía un poco mareado. Le dije que no debía ir a trabajar. El autobús se acercaba, pero dijo que se subiría al autobús y se iría a trabajar. Le pregunté: "¿Estás seguro que puedes trabajar hoy?". Respondió con firmeza: "¡Estoy seguro!".

Lo llamé después de las 9:00 a. m., y me dijo que ya no se sentía mareado, pero que sentía la pierna derecha un poco pesada. Me di cuenta que no hablaba normal. Pensé que su lengua podría estar un poco entumecida, pero no mencioné lo que estaba pensando. Cuando llegó la hora de llegar, me preocupé un poco. Abrí la puerta varias veces para ver si había regresado. Después de un rato, llegó a casa caminando con normalidad, pero aún hablaba con dificultad.

Le pregunté: "¿Qué quieres hacer primero, cenar o estudiar el Fa?". Dijo: "¡Estudiar el Fa!". Entonces nos turnamos para leer el Zhuan Falun en voz alta. A mitad de la lectura, su pronunciación se aclaró y su voz volvió a ser normal. "Dafa es asombroso", pensé, y me brotaron lágrimas de gratitud. "¡El Maestro Li salvó a mi esposo!". Dije en mi corazón: "¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, Maestro!".

Al tercer día, cuando dimos un paseo al atardecer, su mano y su pie derechos de repente se entumecieron de nuevo; no podía levantarlos. Se apoyó en una farola mientras yo enviaba pensamientos rectos para eliminar los espíritus malignos que lo perseguían. Cuando se sintió un poco mejor, seguimos caminando y luego nos detuvimos a descansar. Tardamos unos 30 minutos en recorrer unos cien metros para llegar a casa.

En ese momento, una practicante veterana se estaba quedando con nosotros durante unos días, así que le conté la situación de mi esposo. Los tres enviamos juntos pensamientos rectos, pidiendo ayuda al Maestro. Después, mi esposo se sintió mucho mejor. Una hora más tarde, ya se sentía bien.

Al día siguiente, mi marido hizo los ejercicios y envió pensamientos rectos como de costumbre, y luego se fue a trabajar. Durante el día, los síntomas lo atacaron varias veces. Pero con la protección del Maestro, mi esposo pasó las pruebas con fuertes pensamientos rectos.

El yeli (karma) de enfermedad apareció de forma intermitente durante 10 días. Mi esposo continuó mirando hacia adentro y también descubrió que estaba apegado al sentimentalismo por nuestros hijos. Al final, pasó otra prueba bajo la benévola protección del Maestro. Al mismo tiempo, la practicante y yo seguimos enviando pensamientos rectos para él. Durante este proceso, todos elevamos nuestro xinxing.

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