(Minghui.org) Un residente de 71 años de la ciudad de Zhangye, en la provincia de Gansu, fue liberado en noviembre de 2020 tras cumplir tres años y medio de prisión por defender su fe en Falun Gong, una práctica de cuerpo y mente perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999. El Sr. Ma Zhongwen fue sometido a diversas formas de tortura y sesiones de lavado de cerebro mientras estuvo encarcelado en la prisión de Lanzhou. Y la persecución continúa tras su liberación. Actualmente se le ha suspendido la pensión y se le ha ordenado que devuelva los fondos de pensión recibidos durante su encarcelamiento.
El Sr. Ma, jubilado de la Mina 796 de la industria nuclear de la ciudad de Zhangye, vive en el área residencial 796 del distrito de Ganzhou en la ciudad de Zhangye. Solía estar siempre débil y tenía muchas enfermedades desde la infancia. Probó varios qigong sin mucho efecto hasta 1997, cuando empezó a practicar Falun Gong. Poco a poco, no solo mejoró su carácter sino que también recuperó su salud. Lleva muchos años sin enfermedades.
Tras el inicio de la persecución a Falun Gong en julio de 1999, ha sido objeto de ataques por defender su fe. Su casa fue saqueada en múltiples ocasiones. En una ocasión fue retenido en un centro de lavado de cerebro, donde se le obligó a realizar trabajos forzados, y posteriormente fue condenado a prisión.
La detención más reciente tuvo lugar el 11 de mayo de 2017, cuando Wang Shiying, capitán de la Oficina de Seguridad Doméstica del Distrito de Ganzhou, dirigió a cuatro agentes de policía y dos trabajadores comunitarios e irrumpieron en su casa. Sin mostrar una orden de registro, registraron la casa del Sr. Ma, y confiscaron su ordenador portátil, su tableta, su teléfono móvil y varios libros de Falun Dafa.
Un mes después, el 16 de junio, la Procuraduría del Distrito de Ganzhou aprobó su detención. En agosto de ese año, fue condenado a tres años y medio por el tribunal del distrito. Se le ordenó cumplir la condena en la Prisión de Lanzhou.
Tortura y lavado de cerebro en la cárcel
Los guardias de la prisión habían utilizado durante mucho tiempo a delincuentes y asesinos para "trabajar" a los practicantes con violencia. A cambio, los autores eran recompensados con reducciones de condena o con la libertad condicional.
Los reclusos lo torturaban en una sala sin cámaras de vigilancia. A veces incluso lo golpeaban delante de los monitores de vigilancia. Los guardias decían a los reclusos: "No nos importa qué métodos utilicen, y solo nos importan los resultados (es decir, cuántos practicantes renunciaron a su fe)".
Recreación de las torturas: palizas.
El Sr. Ma fue obligado una vez a permanecer inmóvil durante tres días y sus noches. Si se quedaba dormido, el recluso lo abofeteaba y lo golpeaba en los ojos.
Durante el día, los reclusos lo obligaban a ponerse en cuclillas mientras pasaban lista. También lo obligaron a memorizar las 48 reglas de la prisión. Debido a que estuvo mucho tiempo de pie, se le hincharon las piernas y no podía ponerse en cuclillas. Los reclusos le patearon las piernas, le pisaron los pies y los dedos de los pies, le pellizcaron el cuero cabelludo y lo golpearon en la nuca. Las piernas del Sr. Ma se pusieron negras y moradas.
En los días siguientes, los reclusos le patearon intencionadamente las piernas. El dolor era insoportable y no podía caminar.
Por la noche, después de que los presos se fueran a la cama, se veía obligado a escribir sus pensamientos y a copiar las normas de la prisión, pues de lo contrario no se le permitía dormir.
A veces, tenía que estar de pie hasta las 2 o las 3 de la mañana antes de que se le permitiera ir a la cama. Pero aun así le obligaban a levantarse a las 5 de la mañana para vaciar y limpiar el orinal.
Había una tortura apodada "escalar el muro". Era obligado a permanecer de pie a unos centímetros de la pared con sus diez dedos tocando la pared mientras sus palmas abiertas no debían tocar la pared. Al cabo de un rato, el cuerpo temblaba mucho y sus dedos se entumecían.
Entre mayo y septiembre de cada año, la prisión publicaba eslóganes y reproducía vídeos que difamaban a Falun Gong. Todos los reclusos realizaban exámenes sobre estos contenidos difamatorios y se obligaba a los practicantes de Falun Gong a escribir informes de pensamiento diarios.
Además, los practicantes de Falun Gong eran obligados a "informar" de cualquier cosa y de todo a los reclusos, incluso de ir al baño. Cuando el guardia Ma Zhili vio al Sr. Ma en el baño, se disgustó y regañó a los reclusos: "¿Por qué le han dado tanto de comer y beber?". De hecho, él solo comía un bollo al vapor y medio vaso de agua en cada comida. No se le permitía ver ni llamar a su familia. Y durante mucho tiempo el guardia An Xiaofeng no le permitió comprar artículos de higiene diaria ni alimentos.
Responsables de la última persecución al Sr. Ma
Además del mencionado Wang Shiying, jefe de la Oficina de Seguridad Interior local, el agente de policía Chang Guochao también participó en la persecución del Sr. Ma. En una ocasión lo abofeteó mientras estaba detenido en el centro de detención.
Lu Liling (teléfono: 86-18993650612), del Comité Residencial local, cooperó activamente con la policía para perseguir a los practicantes, incluido el señor Ma.
Los funcionarios de prisiones implicados en la persecución del Sr. Ma fueron los directores de prisiones Li Peilu y Zhang Yongwei, el subdirector Jiang Hongji, los guardias Zhang Zhiqiang, Guo Binqi, Ma Zhili, Zhao Rui, An Xiaofeng, Zhang Xiaofeng, Wang Yanbo, Yang bin, Bai Yunlong y Zhang Jiakun.
Algunos funcionarios del Comité de Gestión de la Mina 796, como Wu Yongping, Li Jianjun, Han Bin, Zhang Songnian (teléfono: 86-13993692669) y Liu Hongyan (teléfono: 86-13993681727), cooperaron activamente con la Oficina 610 para perseguir a los practicantes de Falun Gong. Después de que el Sr. Ma saliera de la cárcel, le ordenaron que devolviera los pagos de las pensiones que se le habían concedido durante su encarcelamiento.
Para conocer la persecución anterior que sufrió el Sr. Ma, véase la declaración de persecución de Ma Zhongwen (solo en chino).
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Categoría: Hechos de la persecución