(Minghui.org) Jishun tiene 38 años y era camionero. Tuvo una grave hemorragia cerebral a los 33 años. Aunque sobrevivió tras la operación, sufrió todo tipo de complicaciones.

Durante casi dos años, Jishun dependió de su madre para que lo cuidara. En el momento más difícil de sus vidas, madre e hijo conocieron Falun Dafa. Jishun no solo se recuperó de su discapacidad, sino que tanto él como su madre encontraron esperanza en la vida.

El desastre ocurrió repentinamente

En junio de 2017, Jishun estaba en casa con su hija de dos años. Se cayó de repente y consiguió llamar a un familiar antes de desmayarse. El pariente se apresuró y lo llevó al hospital. Resultó que tenía un derrame cerebral grave y el médico le practicó inmediatamente una craneotomía.

Por aquel entonces, Jishun acababa de perder a su padre un año antes debido al cáncer. La familia había gastado todos sus ahorros para intentar salvar a su padre, pero fue en vano. Como Jishun no tenía seguro médico, su madre pidió prestados cerca de cien mil yuanes para la operación. Sobrevivió.

Cuando estaba en rehabilitación, la mujer de Jishun llevó a su hija con sus padres y se fue al extranjero a ganarse la vida. Jishun se mudó con su madre.

Su madre, de unos 62 años en ese momento, solo tenía dos mil yuanes de pensión al mes. Además de cubrir los gastos básicos de su vida, también pagaba los gastos médicos de Jishun. Su lucha parecía no tener fin.

Jishun no solo tenía dificultades para mover sus extremidades, sino que apenas podía hablar y tenía un deterioro cognitivo: no podía reconocer los caracteres escritos que antes conocía. Su estado de ánimo se volvió inestable. Se frustraba, se irritaba y se deprimía con facilidad.

Mientras seguía llorando la muerte de su marido, la madre de Jishun se sentía desesperada mientras luchaba por cuidar de su hijo discapacitado.

Comenzando a practicar Dafa

En abril de 2019, casi dos años después de su operación, un pariente lejano, la tía Wei, se enteró de su situación y vino a visitarlos.

Jishun se sentó en la cama. Su tez era grisácea y oscura. Su sien izquierda estaba hundida porque le habían quitado parte del cráneo durante la operación. Su brazo derecho estaba doblado, muy rígido, y no podía levantarlo en absoluto. Su mano derecha formaba un puño que no podía abrir. Al caminar, arrastraba la pierna derecha. Y tenía problemas para comunicarse.

Su madre le dijo a Wei que Jishun seguía teniendo convulsiones una vez al mes y que estaba probando la acupuntura con él en ese momento. Pero ninguno de los tratamientos parecía eficaz. "¿Quién puede salvarnos?", se preguntaba.

La tía Wei dijo: "No te preocupes. Hoy he venido a decirte algo. Falun Dafa puede ayudarlos". Sacó unos folletos de Dafa y les pidió que repitieran las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Jishun negó con la cabeza.

"No tengas miedo ni creas la propaganda [del Partido Comunista Chino] en la televisión. Tuve todo tipo de enfermedades desde la infancia y recuperé completamente la salud después de practicar Dafa", dijo la tía Wei. A continuación, le contó más cosas sobre Falun Dafa. Jishun le creyó y se puso un amuleto de Dafa en el bolsillo.

Wei también sacó Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, pero Jishun no podía leerlo.

"Está bien. La próxima vez traeré las grabaciones de las conferencias del fundador de Dafa, el Maestro Li Hongzhi, en audio y vídeo".

Varios días después, Wei trajo las grabaciones de las conferencias y las cintas de enseñanza de los ejercicios. Wei también les enseñó a hacer los ejercicios. Jishun se esforzó por aprender.

Cuando llegó el momento de leer, fue muy difícil. Jishun se esforzaba por leer palabra por palabra. Wei los guiaba pacientemente a él y a su madre para que leyeran, y aprendían con atención. Cuando Wei no estaba, solo podían escuchar o ver las clases del Maestro.

Wei también mostró a Jishun algunas películas sobre Falun Dafa. Una de ellas era "Viniendo por ti” (Coming For You), que trata de cómo un matón de poca monta se convierte en una persona amable y considerada después de practicar Dafa. Jinshun se sintió muy conmovido por la película y estaba ansioso por aprender más sobre Dafa. Pidió a Wei que buscara practicantes locales que le ayudaran a seguir estudiando Falun Dafa.

Después, varios practicantes de Dafa se turnaron para visitar a Jishun semanalmente para leer las enseñanzas de Dafa y hacer los ejercicios con él y su madre. También respondieron pacientemente a todas sus preguntas.

Con el apoyo de los practicantes, Jishun y su madre superaron sus dificultades y comenzaron a recorrer el camino de la cultivación. Su vida cambió de la desesperanza a la paz y la felicidad.

La prueba

Tras dos meses de cultivación, Jishun notó cambios en su cuerpo. Ganó algo de fuerza en la pierna derecha. Su mano derecha no estaba tan rígida como antes. Podía levantar el brazo derecho un poco. Y su habla también mejoró.

A través del estudio del Fa, entendió que su cuerpo estaba pasando por una purificación y que su enfermedad estaba siendo expulsada del cuerpo. Se dio cuenta de que dos años de medicación no podían compararse con solo dos meses de práctica de Dafa. Dejó todas las medicinas y la acupuntura.

Luego vino una prueba seria. Después de que Jishun sufriera la apoplejía, su madre había comprado un seguro para él, que podía cubrir 2.000 yuanes de medicamentos recetados cada año. Si dejaba de tomar los medicamentos, podrían dejar de recibir los reembolsos médicos.

Wei les dijo: "Todos han visto las mejoras que ha experimentado Jishun en dos meses. Aunque gastaran más de 20.000 yuanes en medicinas, ¿podrían lograr tanto?".

Jishun se decidió. "Por supuesto que no, no quiero tomar más medicina. Solo quiero practicar Falun Dafa".

Con una fe cada vez más fuerte en Dafa, a Jishun le sucedieron cosas cada vez más sorprendentes. Después de cuatro meses de cultivación, pudo abrir completamente su mano derecha. Ahora podía levantar el brazo derecho por encima de la cabeza. La fuerza de su pierna derecha mejoró hasta el punto de poder caminar diariamente. Ahora también puede comunicarse sin mucha dificultad. La zona hundida del tamaño de un puño en su sien izquierda se fue rellenando poco a poco.

Un día, mientras hacía los ejercicios, alcanzó un estado de tranquilidad y ya no le atormentaban pensamientos como "¿Me seguirá queriendo mi mujer?" o "¿Cuándo veré a mi hija?". Sintió una fuerte energía mientras hacía los ejercicios y quedó aún más impresionado con el magnífico poder de Dafa.

Testigo de la maravilla de Dafa

Jishun mejoró enormemente, pero sus convulsiones continuaron una vez al mes. Se puso ansioso. Wei le dijo que no tuviera miedo y que el Maestro estaba cuidando de él. Jishun pidió al Maestro que por favor también se deshiciera de su trastorno de convulsiones.

Después de que Jishun se cultivara durante cinco meses, él y su madre fueron a la boda de un pariente. Cuando volvieron a casa, Jishun tuvo un gran ataque y se desmayó.

No solo se desmayó, sino que vomitó mucho. El resto de la familia acudió a verlo, pero nadie pudo despertarlo. Su familia solo podía velar por él. A las 4 de la mañana, uno de sus primos se acordó de reproducir las conferencias del Maestro para él. Los ojos de Jishun comenzaron a moverse al escuchar el audio. Una hora más tarde, finalmente se despertó, después de haber perdido la conciencia durante 14 horas. Todos se sintieron aliviados. Jishun no recordaba nada, ni tenía ningún malestar.

La mayoría de los familiares pensaron que era una repetición de sus ataques, pero los compañeros practicantes le dijeron a Jishun que era algo bueno, ya que estaba pasando por la purificación del cuerpo. A partir de ese día, Jishun dejó de tener convulsiones.

Un día, Jishun le dijo a la tía Wei que aún no podía reconocer todos los caracteres escritos, por lo que todavía no podía leer Zhuan Falun sin ayuda. Wei le dijo que creyera en el Maestro. También le contó historias de cómo otros practicantes con educación limitada o incluso analfabetos eran capaces de leer el libro con la ayuda del Maestro. Jishun empezó a aprender con más ahínco y más tarde le dijo a la tía Wei que ahora era capaz de aprender muchos caracteres.

Jishun y su madre hablaron de la maravilla de Dafa y de su historia de recuperación a todos sus familiares. Él también les enseñó a recitar las frases auspiciosas y los convenció de que renunciaran al Partido Comunista Chino y a sus organizaciones afines.

Su situación en el hogar también cambió: su suegro trae a menudo a la hija de Jishun a visitarlo; su esposa se enteró de su situación y ahora se siente confiada en el futuro; lo llama a menudo desde el extranjero. Él le contó que se había recuperado practicando Falun Dafa y le pidió que aprendiera más sobre Falun Dafa en el lugar donde ahora vive.

Jishun sigue contando a sus compañeros practicantes sus cambios. "Mis dientes están ahora bien alineados; mi cara ya no está torcida; con el brazo derecho puedo llegar por encima de la cabeza; ahora puedo caminar con firmeza...".

Antes se debatía en el dolor y la desesperación, Falun Dafa ha dado a la familia esperanza y un futuro brillante.

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