(Minghui.org) Los practicantes de nuestro grupo de estudio del Fa no aflojaron durante el brote de la pandemia. Cooperamos unos con otros para aclarar la verdad. Me gustaría compartir algunas de nuestras experiencias.

Nuestro pequeño grupo de estudio del Fa

Nuestro pequeño grupo de estudio de Fa fue trasladado de la casa de otro practicante a la mía en abril de 2020. Nuestro grupo es de diez personas, todas ellas mujeres, con edades comprendidas entre los 50 y los 89 años. Una practicante de 70 años de otro pueblo se une a nosotras todos los días.

Salimos a aclarar la verdad por la mañana, y estudiamos el Fa de forma conjunta desde las 2 de la tarde hasta las 5 de la tarde. Enviamos pensamientos rectos en los cuatro horarios. A continuación, preparamos los materiales para la distribución del día siguiente antes de terminar con la jornada.

Haciendo esfuerzos para salvar a la gente

En febrero de 2020, cuando se produjo el brote pandémico, sabíamos que el tiempo era escaso. Una vez finalizado el bloqueo, nos apresuramos a aprovechar el tiempo cada día para salir a aclarar la verdad y salvar a la gente. Normalmente viajamos en bicicleta en grupos de dos o tres personas.

El Maestro dijo:

“Aclarar la verdad, salvar a las multitudes de seres, eso es lo que quieres hacer. Aparte de eso, no hay nada que quieras hacer; sobre esta Tierra no hay nada que quieras hacer” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015).

Recordando las enseñanzas del Maestro. Habíamos visitado las aldeas de los alrededores innumerables veces y aclarado la verdad para ayudar a la gente a entender Dafa y ser salvados.

Le dije a una compañera practicante: "La gente que vive cerca ha conocido la verdad, pero las personas que están más lejos también necesitan ser salvadas. Deberíamos hacer un esfuerzo por ir donde hay menos practicantes, en los pueblos que están más lejos de nuestras casas".

Tres de nosotras fuimos a una aldea más lejana para aclarar la verdad. No sabíamos en qué pueblo estábamos. Preguntamos a una mujer que trabajaba en el campo el nombre del pueblo que estábamos visitando. Nos lo dijo y nos dimos cuenta de que habíamos viajado más de 30 kilómetros. Le hablamos de Dafa y nos fuimos, llegando a casa sedientas y cansadas, pero a salvo. Salvar a la gente es nuestro mayor deseo.

Un día, llegamos a un pueblo donde había ocho personas charlando en la calle. Me acerqué a hablar con ellos. Una mujer preguntó qué estábamos haciendo. Le dije: "Déjeme mostrarle un folleto que enseña a la gente cómo mantenerse a salvo durante la pandemia". Echando un vistazo al folleto, preguntó: "¿Ustedes son de Falun Dafa?". Le contesté: "Sí, ¿sabías que "La farsa de la autoinmolación de la plaza Tiananmen" que se emitió en la televisión fue una herramienta para inculpar a Falun Dafa? El Partido Comunista Chino (PCCh) persigue a los cultivadores; debes renunciar a las organizaciones del PCCh a las que te has unido anteriormente. Has jurado dar tu vida al Partido cuando te uniste a sus organizaciones en el pasado, eres un miembro del PCCh y estás fortaleciendo su influencia. De esta manera, serás eliminada junto con el Partido". Después de escuchar eso, ella dijo: "Oh, lo que cultivas es bueno, y estás salvando a la gente. Me uní a los Jóvenes Pioneros, por favor ayúdame a renunciar". Los demás dijeron que nunca se habían unido a ninguna de las organizaciones del PCCh, y todos pidieron materiales de aclaración de la verdad.

Conocí a una mujer que trabajaba en su huerto. Le dije: "¿Le gustaría tener un folleto que aclara la verdad? Es para ayudarle a evitar la pandemia". Ella dijo: "No quiero leer. ¿Quién no se muere?". Le contesté: "Algunas personas van al infierno después de morir, mientras que otras van al Cielo". Después de oír eso, aceptó el folleto. La convencí de que renunciara a los Jóvenes Pioneros. Al final, incluso me pidió un amuleto de aclaración de la verdad.

En una ocasión, terminamos de distribuir los materiales y nos dirigíamos a casa cuando nos encontramos con una mujer que desbrozaba las hierbas. Le aclaramos la verdad y nos dijo: "Salís a menudo. ¿No les da miedo el calor?". Le contesté: "Nuestro Maestro nos ha pedido que aprovechemos el tiempo que nos queda para salvar a más personas. El calor y las dificultades no importan. Salvar a más personas es lo que hace feliz a nuestro Maestro".

Colocamos los materiales de Dafa en nuestras cestas de la bicicleta todos los días, llevamos nuestros sombreros de paja y ropa para la protección solar, y pasamos por las calles grandes y los callejones pequeños de diferentes pueblos, y nos hemos convertido en algo bonito de las aldeas. Cuando pasábamos por los pueblos cercanos para aclarar la verdad, la gente que nos veía decía: "Miren, vienen los practicantes de Falun Dafa".

Cambiando mi noción

Un día de abril de 2020 fui al sitio de estudio del Fa para descubrir que las palabras estaban todas borrosas. Me froté los ojos, pero eso no ayudó. Entonces fui a casa y me miré en el espejo para ver si podía ver algo en mis ojos, pero no había nada.

Esto continuó durante unos días. Todo parecía estar en una neblina. Murmuré para mis adentros: "¿Tengo cataratas?". Este pensamiento no era correcto. Me di cuenta de que lo había tratado como una enfermedad. ¿No era esta una noción humana? ¿Por qué no lo trataba como algo bueno? Después de que mis nociones cambiaran, me sentí relajada y pude volver a ver con claridad.

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