(Minghui.org) Después de leer el reciente artículo de Shifu Despierten, sentí la urgencia de que el tiempo que nos queda para cultivarnos se está agotando. Me gustaría hablarles de tres sueños que he tenido. Al compartirlos, espero que podamos ser más diligentes a la hora de hacer las tres cosas y no tener que lamentarnos.
Primer sueño
La profesora me entregó una pila de exámenes corregidos y me pidió que los distribuyera. Puse el mío al final de la pila porque me parecía que no lo había hecho bien. Mientras los repartía, me di cuenta de que casi todo el mundo había sacado una puntuación de entre 80 y 90, y que su letra era pulcra y ordenada. Algunos incluso habían adjuntado una hoja más porque no había espacio suficiente para responder a las preguntas.
Cuando llegué a mi hoja de examen dudé en mirar las notas. Cuando me armé de valor vi que solo había obtenido 37 puntos. Me sentí desanimada.
Quería saber por qué había sacado una puntuación tan baja, así que volví a mirar mi examen. Me di cuenta de que no había escrito tanto como mis compañeros y mis respuestas parecían bastante superficiales. Cuando le di la vuelta al papel, me di cuenta de que había una sección de matemáticas. Mi examen estaba incompleto y yo era muy descuidada. La profesora escribió con tinta roja: "Muéstrame el proceso". Me escribió cada solución, paso a paso, hasta resolver la pregunta.
Me iluminé al hecho de que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) me estaba mostrando que no debía pasar por alto ninguna pregunta y que debía resolver cada una de ellas de todo corazón. Aquellos que obtuvieron buenos resultados en el examen respondieron a cada pregunta con cuidado y seriedad. El sueño me iluminó a identificar las brechas que había entre los practicantes más diligentes y yo.
Segundo sueño
Un par de meses después, soñé que estaba a punto de presentarme al Sistema Internacional de Evaluación de Lenguas (IELTS) por sus siglas en inglés. No me sentía preparada mientras me apresuraba a llegar al lugar del examen. No me dejaron entrar debido a que llevaba zapatillas. Me puse muy nerviosa porque el examen ya había comenzado. Empecé a preguntar por ahí si alguien me podía prestar un par de zapatos. Una de mis antiguas profesoras se acercó y me dijo: "Deja que te ayude". Luego ella se fue.
Al entrar en el edificio me encontré con un hombre. Me expresó su cariño y quería que fuese su novia. Cuando lo rechacé, dijo que tenía las respuestas a la sección de comprensión oral del examen. Sacó un libro y dijo que tenía todas las respuestas. Me acerqué a él, pero, pensándolo mejor, me aparté y le dije que ya me las arreglaría para responder a las preguntas.
En ese momento me di cuenta de que mis zapatillas habían desaparecido. Se cambiaron por un par de zapatillas que pertenecían a una practicante que conocía. Entonces se me permitió entrar en la sala de exámenes.
Para cuando entré, la sección del examen de comprensión oral había terminado. La supervisora era una profesora. Me miró amablemente y me dijo: "Por favor, muéstreme su identificación". Saqué mi identificación y se la mostré nerviosamente. Me hizo un gesto para que entrara en la sala mientras me entregaba el examen. Cada asiento estaba etiquetado con un nombre, pero no pude encontrar el mío.
Cuando encontré mi nombre, me di cuenta de que el asiento estaba situado de forma diferente a todos los demás. Estaba colocado en una esquina y la silla estaba apilada en alto, casi a la altura de mi cabeza. Pensé: "Este no puede ser mi asiento, ¿verdad?". Tengo que subirme y el escritorio es muy pequeño. Pensé: "¿Cómo puedo subir ahí?". Mientras me preguntaba qué hacer, apareció un gerente de mi anterior lugar de trabajo. En ese momento, me desperté de mi sueño.
Al recordar este sueño me iluminé a muchas cosas.
Como llegué tarde y sin preparación para el examen, me di cuenta de que el tiempo es esencial en la cultivación. Al entrar en el edificio, superé dos tribulaciones: la lujuria y la ganancia. Sé que no hay atajos en la cultivación y que nadie puede darme las respuestas. Incontables seres divinos están velando por los Dafa dizi y necesitamos cultivarnos genuinamente.
Shifu fue lo suficientemente compasivo como para hacerme un hueco en el sitio de examen al añadir una plaza más. Pero, ¿por qué mi asiento estaba situado más alto que el de los demás? Sentí que era porque mi nivel de logro aún no estaba a la altura y debía esforzarme más y mejorar para "elevarme".
Compartí mi sueño con otra practicante y su entendimiento fue que las dos personas comunes, ambas conocidas mías, significan que todavía necesito aclarar la verdad para salvar a más seres conscientes. En mi sueño pedía ayuda a la gente común, mientras que en realidad son los practicantes los que deben ayudar a la gente común.
Tercer sueño
Varios meses después, en torno al segundo día del Año Nuevo Chino de este año, tuve un sueño en el que estaba a punto de hacer otro examen. Los papeles del examen eran tan gruesos como un libro. El profesor anunciaba que solo quedaba una hora. Cerca del final, hojeé mi examen y me di cuenta de que solo había completado un tercio de la prueba, pero no completé el principio de la misma. Las preguntas restantes eran todas de opción múltiple. Aunque sabía todas las respuestas, no tendría tiempo suficiente para terminarlo.
En ese momento, el supervisor me echó de la sala y se negó a dejarme terminar el examen. Mientras buscaba otro lugar para completar mi examen, me desperté de mi sueño.
Me he dado cuenta de que el tiempo apremia y de que tal vez haya un plazo para la cultivación.
El Maestro dijo en Quién tiene razón, quién no (Hong Yin III): “No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer”.
Ya había respondido a la mayoría de las preguntas más largas, pero aún me quedaban algunas más cortas. Si no respondía a todas las preguntas, me quitarían puntos del examen. Me di cuenta de que tenía que prestar atención a cada pensamiento y noción. ¿Estoy cumpliendo los requisitos del Maestro? ¿Sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia? ¿Leo el Fa y envío pensamientos rectos de todo corazón?
Todo lo que encontramos en nuestra cultivación es como responder a las preguntas de un examen. Si la mente de uno no está lo suficientemente concentrada, se perderá una pregunta del examen y no podrá pasar la tribulación. No esta bien relajarse y hacer las cosas de forma casual.
¿Por qué me expulsó el profesor en mi sueño? Sabía que era el resultado de mi apego a la comodidad. El coordinador de mi proyecto me había reprendido, así que quise alejarme de los problemas abandonando el proyecto. Mi apego al miedo a los problemas, a no ser capaz de sufrir dificultades y a no mirar hacia dentro fue la causa de que me alejara de la cultivación.
Conclusión
No podemos defraudar al Maestro. Shifu desea que mejoremos. He visto mis carencias y sé que nada es trivial cuando se trata de la cultivación. El tiempo se agota y si no lo hacemos bien, será difícil que alcancemos los estándares de Dafa. Ya no me alejaré de los problemas ni holgazanearé. Trataré con seriedad las tribulaciones y dificultades en la cultivación. Espero que los practicantes aprovechen el tiempo que les queda y entreguen sus exámenes completos para que el Maestro se sienta orgulloso.
Me gustaría terminar mi experiencia con un poema que he escrito:
Todos hemos descendido para obtener el Fa; la holgazanería y la pereza son obstáculos.
Cada paso en la cultivación debe ser cumplido con diligencia; solo entonces podemos cumplir nuestros votos y regresar a casa con el Maestro.
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Categoría: Mejorándose uno mismo