(Minghui.org) Soy una nueva practicante de Falun Dafa y me gustaría compartir algunas escenas que he presenciado en otras dimensiones. Lo que comparto aquí está limitado por mi nivel de cultivación. Por favor, tengan la amabilidad de señalar cualquier cosa inapropiada.

He visto muchas cosas magníficas y extraordinarias al comenzar a cultivarme en Falun Dafa.

Primera escena:

Cuando estaba en tercer grado, estaba practicando el ejercicio de meditación de Falun Dafa, y sentí que era mitad divina y mitad humana en cuanto cerré los ojos. Me senté en un palacio celestial rodeado de un aura celestial. Doncellas celestiales bailaban para mí y antiguos instrumentos musicales chinos sonaban a un lado. La música sonaba como innumerables cuentas, grandes y pequeñas, que caían sobre un plato de jade. Era elegante y majestuosa. Cuando abrí los ojos, las doncellas celestiales y la orquesta se desvanecieron lentamente.

Segunda escena:

Una vez, cuando estaba en cuarto grado, me vi con un largo vestido blanco con encaje dorado mientras practicaba el segundo ejercicio con mis abuelos. Subí unos escalones de jade con una corona de oro en la cabeza. Al darme la vuelta, vi que numerosos seres se inclinaban ante mí.

Tercera escena:

Entré en un estado de tranquilidad una noche mientras estaba en la escuela secundaria mientras meditaba con mi abuela. Me vi vistiendo una túnica de monje y meditando en un lugar inmenso. Comencé a levitar y me elevé a los Cielos. El Buda Tathagata, los discípulos de la escuela Buda y muchos seres celestiales estaban allí. Vi una línea divisoria que emitía luz. A la izquierda de la línea divisoria, había una enorme masa de nubes con algunos seres celestiales que estaban todos vestidos con ropa humana. Algunos hablaban y se saludaban mientras otros corrían hacia la nube.

Un amigo celestial corrió hacia mí y me dijo: "¡El Maestro está descendiendo a la Tierra! Ven". Miré hacia mi lado derecho, donde estaba el Buda Tathagata, y me dijo por telepatía que su relación predestinada para salvar a los seres conscientes ya había llegado a su fin. Me despedí del Buda Tathagata y crucé la línea divisoria. Después de cruzar la línea divisoria, me convertí inmediatamente en una chica. Oí una voz muy fuerte que me decía: "Eres discípula del Buda Tathagata en esta vida, en la próxima te reencarnarás como discípula del Santo Rey que Gira la Rueda". Mis ojos se llenaron de lágrimas y no supe cómo expresar mi gratitud. Mientras descendía a la Tierra, capa tras capa, experimenté muchas cosas, todas las cuales fueron olvidadas tan pronto como llegué al mundo humano.

Cuarta escena:

El año pasado, durante mi primer año de universidad, durante las vacaciones de invierno. Vi diminutas partículas cuando los rayos del sol las alcanzaban. Parecían pequeñas bacterias y se volvían cada vez más densas. Intenté mirar más de cerca mientras las bacterias se hacían más grandes, pero mis ojos se cansaron. Cuando parpadeé, las diminutas bacterias redujeron su tamaño al de la punta de una aguja.

Quinta escena:

Soñé que iba a la escuela en los Estados Unidos con un amigo mío. Íbamos a una tienda local por la noche y veía algo en el cielo. La luna estaba girando muy rápido alrededor del sol, y me iluminé al hecho de que el Maestro me estaba diciendo que el proceso de la rectificación del Fa se está acelerando. No debemos perder esta oportunidad de volver a casa. Nos quedamos atrapados en una cueva con rocas cayendo hacia nosotros. Las rocas aplastaban a muchas personas y les decía que recitaran "Falun Dafa es bueno" para mantenerse a salvo. Las rocas que se dirigían hacia mí salieron volando en cuanto les dije que recitaran las palabras mágicas.

El Maestro nos dijo que lo hiciéramos bien lo poco que quedaba del viaje. El sueño me iluminó a ser más diligente en la cultivación y a salvar a más seres conscientes. Encuentro tiempo para aclarar la verdad a los seres conscientes después de la escuela. Una vez vi a un grupo de personas mayores y decidí aclararles la verdad. Las saludé y les dije lo importante que es la salud de uno. Les dije: "Mi abuela padecía enfermedades en el pasado. Después de recitar ’Falun Dafa es bueno. Verdad - Benevolencia - Tolerancia es bueno’, mejoró mucho su salud. Deberían probarlo todos".

"¿Realmente funciona?", me preguntaron.

"Sí, deberían probarlo. Mientras lo reciten con un corazón sincero, funcionará".

Me pidieron que escribiera los caracteres chinos para poder recitarlos. Empecé a contarles la verdad sobre Falun Dafa. Ayudé a algunos de ellos a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. Acompañé a una de las mujeres mayores a casa, ya que tenía problemas para caminar. Me elogió y me dijo: "¡Eres una chica muy buena!".

Estudiando el Fa y cultivándome con diligencia, soy capaz de acatar las enseñanzas de mi Maestro, soltar mis apegos y rectificarme. El Maestro me ha dado un cuerpo sano, esperanza y poderosa virtud. Soy verdaderamente afortunada de estar viva ahora y de tener la gran suerte de practicar Dafa.

Gracias, Maestro, por su ilimitada compasión.

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