Falun Dafa me dio una segunda vida

(Minghui.org) Trabajé muy duro durante 16 años seguidos tratando de mantener el hogar y ganarme la vida. Como resultado, mi salud se arruinó. Tuve mini derrames cerebrales y enfermedades cardíacas. También sufría de dolores de cuello y espalda y problemas pulmonares. A menudo me sentía mareada y vomitaba sangre.

Cuando fui al hospital, el médico no quiso recetarme medicamentos e insinuó que no me quedaba mucho tiempo. Después de insistir, el médico me dio un medicamento y me mandó a casa.

Desesperada, recordé a un practicante de Falun Dafa en nuestro pueblo que me dijo que la práctica de Falun Dafa puede ayudar a mantenerse en forma y saludable. Tenía muchas ganas de aprender Falun Dafa.

Con ese pensamiento, dos practicantes de Falun Dafa de nuestro pueblo me visitaron al día siguiente. ¡Qué casualidad! Me dijeron que de repente querían venir a enseñarme los ejercicios de Falun Dafa.

El primer día pude hacer la estaca parada Falun durante 30 minutos y medité durante otros 30 minutos. Ese día terminé las cinco series de ejercicios. Los dos practicantes quedaron impresionados. “Lo hiciste tan bien, como si hubieras aprendido Falun Dafa antes”. Tal vez eso es lo que la gente quiere decir acerca de la relación predestinada. También recibí el precioso libro Zhuan Falun esa noche.

Los practicantes vinieron todos los días durante una semana para hacer los ejercicios conmigo. Al tercer día dejé de tomar todas las medicinas.

¡Me encantó descubrir que podía volver a comer fruta! Llevaba seis años comiendo solo gachas (papillas), pues era lo único que mi estómago podía soportar. Un compañero practicante me animó: "Ahora eres una practicante de Falun Dafa y no tienes nada de qué preocuparte". Tenían razón. Ya no tenía dolor de estómago ni molestias después de comer fruta. A partir de ese momento pude digerir todo tipo de alimentos. Fue simplemente maravilloso.

Después de unas pocas semanas de práctica, mi cutis mejoró. ¡Estaba de buen humor y mi energía mejoró mucho! Pude trabajar con mi esposo en los campos en primavera ¡y no me sentí cansada!

Al enterarse de que había mejorado, mis vecinos vinieron a verme. Se alegraron por mí: “Te apoyamos. Deberías seguir aprendiendo Falun Dafa y aprenderlo bien”.

Un día, mi hermana del medio me llamó y me preguntó cómo estaba. Respondí que estaba bien. Ella no me creyó, pensando que era suicida, ya que tuve esos pensamientos en el pasado cuando no veía ninguna esperanza de recuperarme. Se apresuró a verme. Cuando me vio, apenas me reconoció: ¡Me veía tan bien, tan saludable!

“¡Tu cambio es asombroso! Simplemente increíble. ¿Qué pasó?".

Le dije que había empezado a practicar Falun Dafa. Se sintió aliviada: "Genial, hazlo bien, así no tendremos que preocuparnos más por ti".

Mi esposo tuvo que trabajar horas extras para pagar mis gastos médicos. Gastamos mucho dinero en mi tratamiento, sin ninguna mejora. Ahora estoy sana sin haber gastado un centavo. No solo hemos ahorrado dinero, sino que también puedo trabajar y contribuir a la economía familiar. Mi esposo está muy agradecido por la gracia salvadora de Dafa.

El esposo de mi hermana mayor se jubiló y tuvo un derrame cerebral. Le hablé de Falun Dafa y le pedí que recitara las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Inmediatamente dijo en voz alta: “¡Falun Dafa es bueno! Con solo ver los cambios en ti, creo que Dafa es bueno”.

Cuando volví a visitarlo un mes después, se había recuperado completamente y, desde entonces, sigue diciendo las frases a diario.

Practicar Falun Dafa también me ayuda a manejar mejor mis relaciones familiares. Solía pelear con mi marido a menudo. Si me insultaba, le devolvía lo mismo. Después de convertirme en cultivadora, ya no hago eso.

Mi marido tiene tres hermanos. Mi suegra vive con su hijo menor. Cuando él y su esposa están ocupados, a menudo vamos allí para cuidarla. Cocino para ella y preparo su cama. Está agradecida de que siempre haya pensado en ella y la cuide tan bien. Le dije que ahora practico Falun Dafa y que el Maestro de Dafa (el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa) me enseña a ser una buena persona.

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