(Minghui.org) El mes pasado, la película de Hollywood, “El Club de la Pelea” de 1999, se transmitió en China por vídeo; los espectadores se quedaron atónitos al ver que el final de la película había sido modificado. En lugar de las escenas de explosiones, la versión censurada mostraba simplemente un mensaje en el que se afirmaba que la policía había detenido a todos los criminales y se había evitado una explosión.

Esto provocó en los espectadores, un intenso descontento y enojo.

"Esto es absurdo", escribió una persona en las redes sociales.

"Ahora sé que las autoridades no solo borran la información, sino que también alteran el contenido", añadió otro internauta.

"Esto es un lavado de cerebro sin reservas", escribió otro.

No es anormal, que las emisoras del Partido Comunista Chino (PCCh) censuren todo por razones políticas, informó la BBC. "El gobierno chino trabaja incansablemente para asegurarse de que las únicas historias que se cuentan dentro de China son las que él, específicamente aprueba… creando un clima de autocensura, que hace que los cineastas no quieran o no puedan criticar las decisiones de un gobierno que regula la vida de más de 1.4 millones de personas, y que domina cada vez más, la conversación global", afirmó un informe de agosto de 2000, del grupo literario y de derechos humanos PEN American, titulado "Hecho en Hollywood, censurado en Beijing".

Tal tendencia es alarmante, porque no solo afecta a los ciudadanos chinos, sino también a los de fuera de China. "En la actualidad, la censura china interviene en determinar el contenido o el mensaje de las películas que se estrenan en todo el mundo: esto representa el riesgo de que solo las películas que le gusten a uno de los regímenes más censuradores del mundo, lleguen a las pantallas de cine de todo el planeta", continuó el informe.

Reconocer y admitir esta falsa información, puede no ser simple, como se muestra en el querido cuento popular de Hans Christian Andersen "El traje nuevo del emperador". La multitud estaba creando un espejismo para los demás y se autoengañaba a sí misma hasta que un niño pequeño gritó: "Pero si no lleva nada puesto". En la sociedad actual, en la que el PCCh aprovecha la tecnología más avanzada para convertir lo blanco en negro, podría requerir aún más esfuerzo y valor para descubrir lo que es real y verdadero.

Tomemos como ejemplo la represión sistemática del régimen hacia Falun Gong. Falun Gong es una disciplina de ejercicios y meditación basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde julio de 1999, cuando el PCCh inició su brutal persecución a esta práctica tradicional, ha fabricado numerosas mentiras para engañar al público. Un ejemplo de ello es el montaje de la autoinmolación de 2001.

Fuego Falso

El 23 de enero de 2001, la víspera del Año Nuevo Chino, la cadena estatal CCTV informó que, cinco "practicantes de Falun Gong" se habían prendido fuego en la plaza de Tiananmen. Sin embargo, evidencias innegables, incluyendo el análisis detallado de las imágenes de vídeo de la CCTV del Informe sobre este tema, demostraron que se trataba de un incidente escenificado de autoinmolación para difamar a Falun Gong. El 14 de agosto de ese año, El Desarrollo de Educación Internacional, declaró en un congreso de las Naciones Unidas que: "hemos obtenido un vídeo de tal incidente, que en nuestra opinión demuestra que este evento fue montado por el gobierno. Tenemos copias de este vídeo disponibles para su distribución". También se refirió a este incidente como parte del terrorismo de Estado creado por el PCCh. Los delegados chinos en el congreso, no respondieron a esta acusación.

Fuego Falso, un documental producido por la Televisora NTD sobre el tema, ganó un premio honorífico en el 51.er Festival Internacional de Cine y Televisión de Columbus, el 8 de noviembre. Con imágenes de los programas difamatorios realizados por la CCTV, esta película analizó las escenas e identificó numerosas brechas, indicando que la supuesta autoinmolación fue un elaborado complot urdido por el PCCh contra Falun Gong.

Una escena sospechosa en el vídeo del PCCh, para incriminar a Falun Gong. Afirma que la menor había sufrido graves quemaduras;, una reportera de CCTV, "entrevistó" a Liu Siying, sin adoptar ninguna medida de protección. Los expertos médicos señalaron que los pacientes con quemaduras suelen requerir una ventilación adecuada y un aislamiento de protección para prevenir infecciones.

Otra escena mostraba la ropa de Wang Jindong gravemente quemada. Pero la botella de Sprite inflamable y llena de gasolina (que descansaba sobre sus piernas) permanecía intacta.

Mentiras que matan

Atacar a Falun Gong con mentiras no ha sido casual para el PCCh, cuya ideología central de brutalidad y engaño, contradice fundamentalmente los valores tradicionales, como los principios esenciales de Falun Gong, Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Después de que en julio de 1999, el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, lanzara una campaña nacional contra Falun Gong, muchos funcionarios del PCCh y el público en general, no estuvieron muy de acuerdo con la persecución, ya que habían sido testigos de los enormes beneficios de Falun Gong a través de sus familiares, compañeros de trabajo y vecinos. En lugar de erradicar Falun Gong en tres meses, como Jiang había prometido que haría, la persecución encontró resistencia y entonces, la dureza de la represión incluso desencadenó la simpatía hacia practicantes inocentes.

Para mantener y aumentar la persecución, Jiang y sus seguidores crearon el incidente de la autoinmolación en la víspera del Año Nuevo Chino de 2001 e hicieron que los medios de comunicación estatales, informaran continuamente sobre el engaño. El suceso se incluyó incluso en los libros de texto y otros materiales de lectura escolares, para engañar a los estudiantes. Influenciada por este lavado de cerebro sistemático, una gran parte de la población pasó de simpatizar o ser indiferente, a tener hostilidad y odio hacia Falun Gong. Desde la autoinmolación, la persecución se intensificó en toda China, con un drástico aumento de las detenciones, torturas y muertes de practicantes de Falun Gong.

Un año después del incidente de la autoinmolación, en julio de 2002, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por unanimidad la Resolución Concurrente de la Cámara 188, instando al gobierno chino a dejar de perseguir a Falun Gong. El Yuan Legislativo de Taiwán también aprobó por unanimidad una resolución en junio de 2004, en la que se exigía al PCCh la liberación de todos los practicantes detenidos y el fin de la represión.

El PCCh "utilizó máquinas de propaganda estatales para difamar a Falun Gong y al señor Li Hongzhi [el fundador de Falun Gong]... incitando a propósito el odio de la gente contra Falun Gong", decía la resolución de Taiwán. Señalaba que la persecución se había extendido desde China continental a la comunidad internacional, incluyendo el arresto y la detención de ciudadanos taiwaneses, la creación de una lista negra y la oferta de ayuda financiera a medios de comunicación extranjeros a cambio de difamar a Falun Gong.

Un Estado Orwelliano

Según el Informe de Minghui: En La persecución de 20 años a Falun gong en China, al menos 2.5 a 3 millones de practicantes, han sido arrestados en China por practicar Falun Gong desde julio de 1999. Esta cifra no incluye a los practicantes que se negaron a revelar sus nombres o información de contacto después de ser arrestados (para evitar que sus familiares o empleadores fueran implicados). Muchos de ellos fueron trasladados a campos secretos y se convirtieron en víctimas de la sustracción forzada de órganos. Además, un gran número de practicantes fueron discriminados, despedidos de sus trabajos, acosados, detenidos y torturados tanto física como mentalmente, y obligados a permanecer lejos de sus hogares, esencialmente rompiendo a las familias.

Las víctimas van más allá de los practicantes de Falun Gong. Para dirigir la persecución en todo el país, Jiang y sus seguidores establecieron la Oficina 610 en todos los niveles del gobierno. Esta agencia funciona como una entidad extrajudicial, y trabaja con enormes incentivos junto con la policía, la procuraduría, los tribunales y el sistema judicial, para priorizar los recursos contra los practicantes inocentes de Falun Gong. Tal desequilibrio, no solo ha roto el sistema legal chino, sino que también socava los valores morales de la sociedad china.

Cuando los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia son atacados, la sociedad enfrenta una incertidumbre sin precedentes. Las películas de Hollywood censuradas y modificadas son solo un ejemplo, y poco a poco la versión alternativa del PCCh sobre la información, dominará al mundo, a menos que lo detengamos a tiempo.

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