Un loto puro en un mundo caótico - Recordando a la compañera practicante Zhong Shujuan

(Minghui.org) Me enteré por Minghui.org que Zhong Shujuan, una compañera practicante de Falun Dafa en la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, fue perseguida hasta la muerte en la Prisión de Mujeres de Liaoning, el 24 de diciembre de 2021. Me resulta difícil expresar cuánto la extraño. La mirada compasiva y pacífica de su rostro sigue viniendo a mi mente.

Shujuan comenzó a practicar Falun Dafa en 1994, después de asistir a la última Conferencia de Falun Dafa del Maestro Li Hongzhi en Dalian. Después de eso, se convirtió en una persona completamente diferente. Su artritis reumatoide y otras enfermedades persistentes que la atormentaban seriamente se curaron. Su temperamento impaciente mejoró. Se convirtió en una persona deseosa de ayudar a los demás y era muy apreciada por sus colegas.

Sin embargo, una persona tan buena que se mantuvo fiel a su fe sufrió siete arrestos y doce años de detención ilegal.

Torturas brutal y abuso sexual en el Campo de Trabajos Forzados de Dalian

En el Campo de Trabajos Forzados de Dalian, Shujuan fue encerrada en aislamiento porque se negó a llevar un letrero de reclusa. Cuando entró en la celda, los guardias le quitaron los zapatos, le registraron el cuerpo y le pisaron los pies. Luego le quitaron la ropa, la ataron a una pequeña varilla de acero y la colgaron, con la boca rellena de trapo sucio. Sus brazos estaban estirados a los lados en una línea, le ataron la pierna izquierda con el pie hacia arriba y la derecha estaba estirada en distintas direcciones, provocándole un dolor insoportable.

Los guardias le clavaron los pies con unas pequeñas tijeras. Pusieron una silla debajo de ella. Patearon sus partes privadas, se la restregaron contra la esquina alta de la silla y le apuñalaron con un mango de fregona puntiagudo. En consecuencia, sus partes íntimas estaban desgarradas, hinchadas, supurando y sangrando profusamente. Gritó por el dolor y escupió el trapo que tenía en la boca. La cuerda con la que se le ató se rompió durante el forcejeo.

Luego, los guardias llenaron una botella grande de coca-cola con agua y la obligaron a beberla, como no abrió la boca, la golpearon con la botella, provocándole hinchazón. Posteriormente, los guardias trajeron bolígrafo y papel y le ordenaron que escribiera una declaración de renuncia a Falun Gong.

Tortura mental y física en el Campo de Trabajo Forzado de Masanjia

Posteriormente cuando le impusieron otra condena en el Campo de Trabajo Forzado de Masanjia, Shujuan fue sometida a brutal tortura porque se negó a renunciar a Falun Dafa. La privaron del derecho a dormir. Una noche, nueve reclusas le cubrieron la nariz, la cara y el cuello con notas adhesivas que contenían frases que difamaban a Dafa. Le pusieron un sombrero alto y también le colocaron un cinturón de papel en la cintura, con palabras que calumniaban a Dafa. Luego la arrastraron por todo el almacén, golpeándola a medida que avanzaban.

La colgaron en una pared y le sujetaron la mano a la fuerza para que escribiera declaraciones renuncia a Falun Gong, dejándola magullada y maltrecha.

Esto es solo una pequeña parte de mi recuerdo de lo que Shujuan pasó en el Campo de Trabajo forzado de Masanjia.

Posteriormente Shujuan fue condenada a siete años y medio en la Prisión de Mujeres de Liaoning luego de su última detención en 2016, donde volvió a sufrir torturas prolongadas y desarrolló cáncer de mama. Finalmente, murió allí tras negársele libertad condicional por motivos médicos. Aunque es posible que nunca conozcamos todas las torturas que sufrió en la prisión, una cosa que escuché fue que no le dieron papel higiénico ni toallas sanitarias durante medio año, simplemente porque no quiso renunciar a Falun Dafa.

Mantenerse fiel a su fe y poner a los demás en primer lugar

Shujuan era lúcida y de fuerte voluntad. Nunca escribió ninguna declaración para renunciar a Dafa mientras era torturada en las sesiones de lavado de cerebro, en los campos de trabajo o en la prisión, incluso cuando los guardias le prometieron liberarla si la escribía.

Como resultado del acoso prolongado por parte de las autoridades, su hija sufrió una crisis mental y dependía de ella para su cuidado. Organizó bien su vida y persistió en salir a los mercados por las mañanas y por las tardes para distribuir materiales de Falun Dafa e instar a la gente a renunciar al Partido Comunista Chino y a sus organizaciones afiliadas, llevando a su hija con ella.

Una vez, cuando fui a su casa alrededor de las ocho y media de la noche, su esposo y ella estaban haciendo dumplings. Cuando le pregunté por qué estaban haciendo dumplings tan tarde, me dijo: "No hay mucha gente en la calle por la noche. Hacemos dumplings y cocinamos nuestra comida por la noche para poder dedicar el tiempo durante el día a aclarar los hechos de Falun Dafa a la gente".

La puerta de Shujuan siempre estaba abierta para los compañeros practicantes que querían mejorar juntos. Les decía a sus compañeros practicantes: "Por favor, siéntanse libres de a mi casa. Podemos leer juntos. Todos son bienvenidos".

El 10 de abril de 2017, alrededor de las cuatro y media de la tarde, cuando terminó el juicio ilegal de Shujuan en el Tribunal de Ganjingzi, estábamos de pie en la entrada. Una practicante gritó su nombre. Ella levantó sus manos esposadas y saludó a donde estábamos paradas, y le devolvimos el saludo para expresarle nuestro apoyo. No sabíamos que sería la última vez que la veríamos.

Shujuan nos ha dejado, pero su férrea voluntad de desafiar la represión quedará grabada en nuestros corazones.

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