(Minghui.org) Cuando nací, mi madre ya había empezado a practicar la cultivación de Falun Dafa. Solía practicar con ella cuando era joven. Sentí que ese período de tiempo era muy valioso. Desgraciadamente, no lo atesoré después de crecer. Gracias a la benevolencia salvadora del Maestro Li Hongzhi (fundador de Falun Dafa), se me dio otra oportunidad de volver a mi verdadero ser. Así, mi relación predestinada con Falun Dafa se reconectó después de haber experimentado algunas tribulaciones.

Hace un año, mi madre tenía síntomas de trombosis cerebral y estaba en coma. No llamé a la ambulancia para llevarla a urgencias cuando enfermó. Bajo la protección del Maestro, recuperó la conciencia en un mes aproximadamente. Cuatro meses después, consiguió caminar sin ayuda. Dejé mi trabajo y rompí con mi novio para cuidar de mi madre inconsciente. Para alguien como yo, que no se había cultivado sólidamente durante bastante tiempo, me sentí de repente abrumada. Tal vez porque Dafa se había arraigado en mi corazón cuando era joven, todavía tenía un poco de pensamientos rectos. Sabía, como practicante, que el Maestro cuidaría de mí y estaría bien. Por lo tanto, no lloré, sino estudié el Fa y envié pensamientos rectos con los compañeros practicantes.

Comencé a recitar Zhuan Falun una y otra vez. También recité Hong Yin y leí los nuevos Jinwen del Maestro. A veces, cuando ciertos pasajes del Fa me conmovían, los memorizaba. Sentí profundamente que con más Fa en mi mente, mis pensamientos humanos se calmaban. Muchas veces, cuando surgía un conflicto, el Fa del Maestro iluminaba rápidamente mi mente, y entonces sabía qué hacer.

El Maestro dijo:

"Con una impresión tan profunda [del Fa] en sus mentes, siempre que hacen algo serán capaces de ajustarse al estándar de un practicante. Eso realmente hace una diferencia" (Sugerencias dadas en la Reunión de Asistentes de Falun Dafa de Beijing, Explicando el Contenido de Falun Dafa).

Después de que mi madre recuperó la conciencia, estudié el Fa con ella. Leímos palabra por palabra, muy lentamente. Durante el proceso, mi paciencia se templó, y mi ansiedad e impaciencia desaparecieron. Cuanto más me agitaba, más difícil le resultaba a mi madre leer conmigo. Más tarde, ya no estaba ansiosa ni impaciente, sino que surgió la compasión y pude ver más principios del Fa.

A veces, cuando no podía permanecer sentada con ambas piernas cruzadas por el intenso dolor, recordaba que estaba estudiando el Fa del universo, ¡es tan sagrado! Cuanto más dolor sentía, más quería permanecer sentada con el cruzado doble de piernas. No bajaba las piernas hasta que pasaban unas horas. Cuando me ocupaba de las tareas domésticas, mi madre se sentaba y se quejaba de que no hacía esto o aquello al limpiar. Al principio, me disgustaban sus comentarios y le contestaba: "¿Qué más necesitas que haga?". Pasé de sentirme infeliz y quejarme a cerrar la boca. Pero aun así, en el fondo, no podía dejar de lado por completo mi sentimentalismo. Como no alcanzaba el nivel de tolerancia, siempre había pruebas en este sentido. Entonces, de repente, un día, pude desprenderme por completo, dejé de poner excusas e hice las cosas bien tranquilamente. Finalmente, ¡pude superar esta prueba!

Sentí que había sacrificado mucho. Sin embargo, una vez, cuando discutí sobre algo por mis "sacrificios", una practicante me preguntó mientras usaba su dedo para señalarme: "¿Qué hiciste?". No recordé cómo le respondí, pero me sentí terriblemente agraviada. Después de calmarme, identifiqué muchos apegos. El más importante era que no quería que me criticaran debido a mi apego a la vanidad. Así que me senté a enviar pensamientos rectos para eliminar estas malas sustancias y las negué todas. Entonces recordé lo que dijo Shifu:

"¿Cómo que no debes sentirte agradecido con él? Dentro de tu corazón debes agradecerle realmente; en efecto, es así" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Empecé a sentir que debía apreciar verdaderamente a esa practicante.

A veces pensaba: La gente de mi edad se complace y disfruta de la vida. Sin embargo, yo no tenía nada de eso, sino que me limitaba a limpiar el suelo de casa. No podía compartir con la gente común el tema de la cultivación y solo conocía a muy pocos practicantes de mi edad. Surgió una sensación de soledad. Me di cuenta de que ese no era mi verdadero yo, sino mis nociones postnatales. Había perseguido los ocios y la felicidad de la vida de un humano. Soy una practicante, una discípula del Creador, ¡por qué iba a sentirme sola! Más tarde me encontré con este pasaje:

"Ya no estoy más apenado, ni me siento perdido
Porque he esperado al Rey del Fa, el Creador
Porque ya estoy en el camino divino regresando a casa"
(El verdadero significado de la vida, Hong Yin IV)

Una practicante compartió que antes no se cultivaba bien. Después de volverse más decidida en su cultivación, empezó a encontrarse con cosas que le exigían mejorar su xinxing cada día. Sentía lo mismo.

El Maestro también dijo: "Además, cuando una persona quiere practicar el xiulian, no es para nada un asunto así de fácil. He dicho que esto es un asunto muy serio… " (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Intenté no dejarme conmover por las duras palabras y acciones de mi madre. Porque lo que se manifestaba en ella podía no ser necesariamente su verdadero ser, podía ser para eliminar mis apegos y ayudarme a mejorar.

Cuando ocurría algo pequeño, encontraba un apego y lo eliminaba. Así es como fui soltando los apegos uno a uno. Hasta que sentí que algo que inicialmente parecía ser muy importante para mí se convirtió en nada. A veces, cuando no pasaba bien la prueba y me sentía un poco amargada en el fondo, las palabras del Maestro resonaban en mi oído:

"Si logras regresar, los mayores sufrimientos serán los más preciados..." (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Suspiraba y pensaba para mis adentros: "¡Cierto, estoy sufriendo de verdad!". Justo en ese momento, la siguiente frase volvía a resonar en mi oído:

"...este pensamiento emitido es lo más valioso" (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Realmente quería llorar, comprendí que era el Maestro siendo compasivo. Esto no era algo malo. Lo que nos ha dado es lo mejor. Esta fue una oportunidad que Shifu me dio para que pudiera regresar a casa. Así que decidí cultivarme bien.

Más tarde encontré un trabajo en una farmacia cercana. Cuando no estaba ocupada en el trabajo, comenzaba a recitar el Fa. Desde que me mantuve haciendo las tres cosas, mi estado de cultivación mejoró. Podía acceder al Fa desde lo profundo de mis entrañas, lo que me hacía sentirme realizada cada día. Pensaba que mi época más difícil había pasado. Así que podía seguir avanzando de esta manera.

Inesperadamente, hace unos seis meses, mi padre, que también es practicante, apareció con síntomas similares a los de mi madre. Decidimos no llevarlo al hospital. Al cabo de dos meses, podía levantarse de la cama y caminar solo. La noche en que su enfermedad apareció por primera vez, estaba confinado en la cama y todos los practicantes vinieron a mi casa a visitarlo. Al haber presenciado una escena similar anteriormente, me quedé muy tranquila en el fondo: Solo seguiría los arreglos dispuestos por el Maestro, y punto. Mi único pensamiento era que creía en Shifu.

Poco después me vi sometida a muchas presiones. Cuando todo me aplastaba, sentía más dificultades que antes. Sin embargo, ahora había construido una buena base sólida de cultivación. Mi fe hacia el Maestro y Dafa era firme. Anulé los arreglos de las viejas fuerzas, no me dejé llevar por el sentimentalismo, estudié el Fa, y envié pensamientos rectos con otros practicantes todos los días.

Después de que mi padre recuperó la conciencia, no reconoció ninguna palabra. Así que estudié el Fa con él y leí palabra por palabra. A veces parecía experimentar interferencias y no podía pronunciar correctamente, así que teníamos que leer más despacio. Seguí enviando pensamientos rectos y estudiando el Fa. Mientras ayudaba a mi padre, no dejaba de templarme y expandir mi corazón.

"...el trabajo duro da sus frutos
Practicando con diligencia, estudiando con sinceridad, sin contar los días..."
(Oda a los artistas de Shen Yun, Hong Yin V)

Fortalecido por el Maestro, al final casi pudo estudiar el Fa sin ayuda.

Mientras cuidaba a mi padre, algunos apegos, que consideraba eliminados, volvieron a surgir. Así que tuve que eliminarlos de nuevo. Además, aparecieron algunos apegos nuevos. Tuve que tomarlos uno a uno y ver a través de estos apegos y eliminarlos. A veces no podía aguantar más y acababa llorando a gritos. Sabía que tenía que ampliar mi corazón, así que me fui a casa de una practicante para estudiar más el Fa. Cuando volví, pude afrontar todo con una sonrisa.

Una vez, no pude mantener mi xinxing y soltar mi temperamento. Me quejé de por qué mi vida se había vuelto así, porque tenía que ocuparme de todo por mi cuenta. Solo tenía 20 años, ¿quién iba a cuidar de mí? Me sentí terriblemente perjudicada. Sin embargo, mi hermana, de la que hacía tiempo que no sabía nada, me llamó de repente para contarme lo bien que le iba, lo bien que la trataba su novio y lo contenta que estaba con su trabajo. Después de colgar con ella, sentí mucha envidia, también un poco de tristeza. Sabía que mi mentalidad no era la adecuada, así que seguí despejando mi mente en el fondo antes de ir a hacer los ejercicios.

La melodiosa música de los ejercicios, y sobre todo las palabras del Maestro, hicieron que me calmara poco a poco. Entonces el Fa de Shifu apareció delante de mí palabra por palabra:

"La gente común posee lo que persigue la gente común, nosotros no lo perseguimos; aquello que posee la gente común, a nosotros tampoco nos interesa; pero lo que tenemos nosotros no puede ser obtenido por la gente común, por más que quieran" (Novena Lección, Zhuan Falun).

¿Qué es lo que anhelaba? ¿Cuál es el propósito de mi descenso al mundo humano? Justo entonces, encontré la respuesta en las palabras del Maestro:

"... El Dafa que libera ya se está transmitiendo
Comprende la verdad y rompe la ilusión con claridad"
(Hay esperanza, Hong Yin III)

Pensé en el Maestro. Entonces, como si viera el universo, mi corazón se volvió de repente muy grande y confortable, lo que estaba lejos de cualquier sentimiento que hubiera experimentado. En ese momento, supe que los seres que obtienen el Fa son verdaderamente afortunados.

El tiempo y las tribulaciones pueden poner a prueba la fe de un practicante, también templar su voluntad. El Maestro ayudó a salvar la vida de mis padres. Lo que Él tuvo que soportar está más allá de nuestra imaginación. Lo que nos queda por hacer, solo puede ser hecho haciendo avances mientras nos cultivamos verdaderamente. Durante el proceso, habrá pruebas continuas. Cuando las conciencias principales de mis padres no eran fuertes, había todo tipo de manifestaciones. Pero yo sabía que ese no era su verdadero ser. Cuando mi madre quería acabar con su vida e intentaba hacer todo tipo de movimientos peligrosos, ¿qué debía hacer yo? Tener fe en el Maestro y mantener mi corazón impasible. Muy pronto, la ilusión desapareció.

Cuando mi padre suspiraba y se sentía impotente y no estudiaba el Fa ni hacía los ejercicios, ¿qué debía hacer? Tener fe en el Maestro y no tener mi corazón conmovido. Muy pronto, recuperó la conciencia y tomó la iniciativa para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Cuando ambos se entristecieron repentinamente, cuando sus condiciones físicas tuvieron altibajos, cuando se conmovieron, ¿qué debía hacer? Tener fe en el Maestro y en el Fa y no tambalearme.

El Maestro dijo:

"Cuando tomen cada prueba o tribulación como una buena oportunidad para mejorar y liberarse de ellas, podrán pasar la prueba" (Exponiendo el Fa en Sidney).

Después de afianzar mis pensamientos rectos, poco a poco fui capaz de superar mis tribulaciones.

Con el paso del tiempo, también escuché a algunos practicantes decir: "Tus padres han practicado durante tantos años, ¿cómo es que son así?". Por supuesto, hubo momentos en los que mis padres no lo hicieron bien y tuvieron dificultades para eliminar sus apegos, pero también fueron factores para que yo me cultivara. Sabía que todo lo que ocurría tenía una razón kármica detrás y que los factores subyacentes eran bastante complicados. Pero como ya había sucedido, el Maestro lo habría convertido en algo bueno.

"...porque no puedes ver la relación causal y predestinada, no puedes ver la esencia verdadera de las cosas...". (Primera Lección, Zhuan Falun)

Un dios mira las cosas desde todas las direcciones. ¡Qué podemos entender los humanos desde nuestra perspectiva! Cuando un día finalmente llegamos a comprender todo, podemos pensar: "¡Así que eso fue todo!". ¿Cómo es que la cultivación se ha vuelto tan sencilla?

Durante ese período de tiempo, pude sentir realmente que estaba elevada, continuamente elevada. Era como si me empujaran a subir cada vez más alto. El Maestro ya sabía cuándo iba a ocurrir algo. Era el Maestro el que me empujaba y potenciaba, por el bien de mi cultivación, además de tener pensamientos rectos para afrontar las tribulaciones. Gracias, Maestro.

En poco tiempo, un practicante me enseñó a conducir y, además, su hija me ayudó a encontrar un trabajo. Gracias a la cultivación, mis habilidades mejoraron rápidamente. Como resultado, mi rendimiento laboral fue reconocido por mi jefe y mis colegas. Sabía que el Maestro me estaba ayudando. Al principio, sentí que lo que antes no podía lograr en la sociedad, ahora lo compensaba. De hecho, el Maestro nos dice que no perdemos nada en sentido material. Lo que acabamos perdiendo son todas las cosas malas.

Mi mentalidad ha cambiado al ser templada, me convertí en una verdadera practicante. Logré mantener mi xinxing entre la gente común, resistir las tentaciones y seguir purificándome con el Fa en mi corazón. Cambié por completo y caminé por el camino para regresar a mi verdadero ser original. Ahora la gente incluso comenta que parezco tan joven y vibrante como una adolescente.

Un día, cuando estudié el Fa, me encontré con lo que dijo el Maestro:

"China es como ese horno para refinar el dan del viejo sabio, está refinando a los Dafa dizi, y cuando ese fuego quema más vigorosamente, es como esas pruebas tan severas, que eliminan corazones humanos, eliminan apegos. Por supuesto este tipo de tormento es muy sufrido, pero lo que se refina es oro verdadero” (Fahui de Nueva York 2019).

El Maestro utiliza este camino para ayudarnos a alcanzar la consumación después de todo. Sentí que los seres establecidos por Dafa brillaban en el universo.

Soy afortunada. Pensando en el pasado, realmente sentí este período de tiempo muy precioso. Con nosotros reencarnando vida tras vida, ¿dónde está nuestro hogar? Solo cultivándonos diligentemente en esta vida y esforzándonos por salvar a la gente, podríamos cumplir nuestros votos. Esto no era solo para nosotros, sino también para todos los seres conscientes. Esta preciosa oportunidad no volverá a presentarse. Volveré a casa con el Maestro después de haber realizado mi anhelo.

¡Gracias, Maestro! ¡Heshi!

¡Gracias, compañeros practicantes, por sus contribuciones desinteresadas!

Debido a mi limitada comprensión, les ruego que señalen cualquier cosa inapropiada.

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