(Minghui.org) He visto un fenómeno común entre los practicantes de Falun Dafa. Cuando un practicante tiene defectos o apegos, especialmente si son obvios, otros dudan en señalárselos directamente. Esto no es solo porque tengan miedo de ofenderlos. Es porque hay muchos factores que les impiden hablar bondadosamente con la persona, para ayudarla a que vea eso que necesita trabajar.

He hablado con compañeros practicantes sobre esto. Algunos decían: "No quiero hacer comentarios a otra persona porque sé que yo también tengo defectos". Otros decían: "No mires los defectos de la gente, mira sus puntos fuertes. ¿Hay alguien que no tenga defectos?". O, "Es mejor no hablar de ello y crear una distancia con los demás, solo hay que cultivarse a uno mismo".

Otro punto de vista es: "Frente a la enorme presión de la persecución, es bueno que un practicante pueda avanzar; debemos animar a la persona. Además, un buen cultivador no debe hablar de los defectos de los demás. El carácter de uno no puede corregirse solo escuchando algunas palabras. La persona tiene que darse cuenta de la cuestión por sí misma y posteriormente corregirse".

Con tantos pensamientos racionales, se ha vuelto algo natural el no hablar de los apegos de los demás practicantes.

Creo que si ves los apegos de un cultivador, resulta egoísta no decirle nada a esa persona. Debemos hablar abiertamente si queremos ser responsables con otros practicantes y con Dafa.

A los practicantes genuinos les gustaría que los demás les señalaran sus apegos, para poder mejorarlos rápidamente. Incluso para aquellos que no pueden aceptar lo que dices al principio, te darán las gracias después, porque tienen que acabar plantando cara a sus apegos si quieren mejorar su temperamento y cultivarse genuinamente.

Todos deberíamos aprender a señalar bondadosamente los apegos de los demás. Es algo que debemos aprender a hacer. Veo que muchos practicantes son a menudo reacios a hablar de este tema. No decir nada se ha convertido en un hábito.

Una pareja de ancianos de nuestra zona son ambos practicantes veteranos. La mujer tiene mal genio y critica duramente a su marido. Como no le pasa por alto sus apegos,  la pareja se encuentra en un conflicto constante.

Cuando los practicantes locales visitan su casa, oyen a la mujer criticar a su marido. Quiere que todo el mundo conozca sus apegos. Además, tiene un grueso cuaderno con extractos de las enseñanzas del Maestro, todos ellos dirigidos a su marido. Lo saca y se lo muestra a cualquier practicante que llegue a su casa. Señala un párrafo del Fa y dice: "Mira esto. ¿No está muy claro el Fa del Maestro? Pero, él no escucha. ¿Es un discípulo de verdad?". A veces, cuanto más habla, tanto más se enfada.

Como no sabe cómo cultivarse, su salud es mala. Ha estado hospitalizada y padece una enfermedad cutánea muy grave. Algunas practicantes ancianas dijeron: "Da miedo ver sus piernas. Estando en un estado de cultivación tan pobre, sigue señalando con el dedo a su marido todo el día".

Por otra parte, su marido tiene un fuerte ego y una mentalidad de fanfarronear. Si se cultivara bien, su mujer no actuaría como lo hace.

Lo extraño es que nadie les haya señalado sus problemas. La mayoría de la gente que va a casa de la pareja se limita a escuchar su interminable charla, y algunos dan consejos superficiales como: "No seas como él, sé tolerante". Parece como si entendieran que su marido tiene la culpa. Sin embargo, después de que los practicantes se van de la casa, a menudo hablan de su comportamiento a sus espaldas, diciendo que su estado de cultivación es pobre.

Una vez le pregunté a un practicante: "¿Por qué no se lo has señalado en persona?". El practicante me dijo: "Así es ella, ¿escucharía lo que le digo? Solo nos cultivamos a nosotros mismos".

Creo que ayudar a los demás practicantes es también un proceso de automejora. Esa practicante no sabe mirar hacia dentro. Si no le señalamos lo que vemos, sino que comentamos a sus espaldas o nos burlamos de ella, ¿es bueno para ella o le estamos haciendo daño? Si los compañeros practicantes le señalaran bondadosamente sus defectos, ella no estaría así.

La rectificación del Fa del Maestro ha comenzado su transición a la rectificación Fa del mundo humano, y el tiempo no espera a nadie.

He observado muchos otros fenómenos similares. Por ejemplo, algunos practicantes trajeron sus teléfonos inteligentes al lugar de estudio del Fa del grupo. Aunque alguien del grupo lo notó, no dijo nada. Como resultado, algo salió mal y el grupo se disolvió.

En otro caso, en vez de compartir sobre la mejora de la cultivación antes y después de leer el Fa, algunos en un grupo de estudio del Fa hablan sobre nuevos productos o ofertas en Internet y sobre cómo ayudarse mutuamente a comprar los artículos. El grupo de estudio del Fa se ha convertido casi en un sitio de compras en Internet. Sin embargo, nadie dijo nada ni corrigió tal comportamiento. Deberíamos estar atentos a estas cosas y reflexionar sobre por qué no respondemos cuando es necesario.

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