​Una mujer en Gansu fallece después de dos décadas de persecución por su fe

(Minghui.org)

Nombre chino: 曹强强

Género: femenino

Edad: 66 años

Ciudad: Qingyang

Provincia: Gansu

Ocupación: agricultora

Fecha de la muerte: 1 de enero de 2022

Fecha de la última detención: febrero de 2003

Lugar de la última detención: Centro de Detención de Xifeng

Una residente de la ciudad de Qingyang, provincia de Gansu, falleció después de sufrir dos décadas de tormento mental, desde que el régimen comunista chino comenzó a perseguir su creencia espiritual de Falun Dafa en 1999.

La Sra. Cao Qiangqiang, agricultora, comenzó a practicar Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual, en 1998, cuando tenía 42 años. En los primeros años de la persecución, superó varias dificultades y fue a Beijing dos veces para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa. Su petición de justicia se saldó con la detención, el encarcelamiento y la tortura. Con el acoso continuo después de ser liberada, su salud se deterioró gradualmente y quedó postrada en cama en 2018. Después de luchar contra su estado de salud durante tres años, falleció el 1 de enero de 2022. Tenía 66 años.

La Sra. Cao Qiangqiang

Detenida tras apelar por el derecho a practicar Falun Dafa

La Sra. Cao y otros cinco practicantes planearon viajar a Beijing para reclamar su derecho a practicar Falun Dafa el 9 de abril de 2000. Su esposo, bajo la influencia de la propaganda difamatoria del régimen comunista, se apresuró a ir a la estación de tren y la amenazó con divorciarse si insistía en acudir. La llevó por la fuerza al gobierno local del pueblo y el funcionario le ordenó que la vigilara en casa.

Dos días más tarde, se escapó y fue a Beijing, solo para ser arrestda y enviada de vuelta a casa cinco días después. Se le ordenó pasar la noche sentada en una silla en la Comisaría de Xiaojin y al día siguiente fue trasladada al Centro de Detención de la ciudad de Xifeng durante 30 días, donde fue sometida a constantes palizas y abusos verbales.

Durante su detención, los funcionarios locales arrastraron a la Sra. Cao y a otros practicantes de Falun Dafa a desfilar por la calle para humillarlos, similar a una "sesión de lucha" durante la Revolución Cultural. La Sra. Cao también fue multada con 1.000 yuanes.

El día que regresó a casa, los funcionarios del gobierno local fueron y le ordenaron que escribiera una declaración renunciando a Falun Dafa. Ella se negó. Los funcionarios la esposaron a la puerta de su casa durante cinco horas y la llevaron de nuevo al Centro de Detención de Xifeng donde permaneció otros 15 días. Antes de ponerla en libertad, la policía obligó a su esposo a garantizar que no la dejaría practicar más Falun Dafa.

Los agentes saquearon su casa y confiscaron todos sus libros de Falun Dafa. La obligaron a presentarse en la Estación de Policía dos veces al día. También se le asignó un agente para que vigilara sus actividades diarias.

Fue arrestada de nuevo en junio de 2000 y llevada a una Sesión de Lavado de Cerebro en el Jardín de Infancia de la ciudad de Xiaojin durante siete días.

En noviembre de 2000, ella y algunos otros practicantes fueron de nuevo a Beijing para apelar por Falun Dafa. La policía de Beijing la retuvo en un sótano durante tres días, golpeándola e intimidándola. Le confiscaron 600 yuanes en efectivo y otras pertenencias. Tras ser enviada de vuelta, permaneció en el Centro de Detención de Xifeng durante un mes.

Dos condenas en campos de trabajo

Solo un mes después de ser liberada, fue llevada de nuevo al centro de detención. Con temperaturas muy por debajo del punto de congelación, los guardias apagaron la calefacción para congelarla. No podía conciliar el sueño por la noche y tenía fuertes dolores en los pies y las piernas. Siete días después, la policía la obligó a realizar un año de trabajo forzado.

La Sra. Cao junto con otra practicante, la Sra. Li Yu, fueron llevadas al Campo de Trabajos Forzados de Ping'antai el 18 de enero de 2001. Aunque la Sra. Cao no superó los requisitos físicos y se rechazó su admisión en el campo de trabajo, la policía la llevó de nuevo al centro de detención. Después de siete meses de privación de libertad, inició una huelga de hambre y fue liberada cuatro días después. Los guardias extorsionaron 1.000 yuanes a su familia en el proceso.

La policía la detuvo una vez más en junio de 2002 y la recluyó en el centro de detención durante 16 días. Su familia se vio obligada a pagar 3.160 yuanes por su comida, que era de muy mala calidad y costaba casi 200 yuanes diarios.

En febrero de 2003, fue denunciada por distribuir material informativo sobre Falun Dafa y detenida en la Comisaría del Condado de Zhenyuan durante toda la noche. Al día siguiente fue trasladada al Centro de Detención del Condado de Zhenyuan, donde permaneció 15 días.

Solo 12 días después de ser liberada, la policía la engañó para que se presentara en la Comisaría de la ciudad de Xiaojin, la arrestaron y la llevaron al Centro de Detención de Xifeng. Cuarenta días después, la policía le impuso otra condena de dos años y tres meses en el campo de trabajo.

Una vez más, fue rechazada su admisión en el campo de trabajo y llevada de nuevo al centro de detención. Inició otra huelga de hambre para protestar por la persecución y fue liberada 16 días después al borde de la muerte.

Acoso incesante

La Sra. Cao estaba leyendo libros de Falun Gong en su casa cuando la policía irrumpió repentinamente en abril de 2004. Le confiscaron los libros y preguntaron a sus vecinos si había salido a distribuir materiales de Falun Dafa. Desde entonces, la policía ha vuelto a acosarla constantemente, lo que ha provocado que ella y su familia vivan en una tremenda angustia.

La policía volvió a registrar su domicilio el 26 de junio de 2011 sin ninguna orden judicial. Como la Sra. Cao alquilaba una habitación a una persona que trabajaba en un restaurante y la habitación quedaba cerrada con llave cuando esta persona se iba a trabajar, la policía intentó entrar por la fuerza. Después de que su familia los detuviera, los agentes se subieron a una silla y miraron en la habitación a través de la ventana situada sobre la puerta. Antes de marcharse, se llevaron los dos calendarios de pared con información sobre Falun Dafa y la amenazaron con detenerla si la encontraban contactando con otros practicantes.

Otro grupo de agentes irrumpió en su domicilio el 15 de julio de 2013 y registró el lugar.

Después de que presentara una denuncia penal contra Jiang Zemin, el exlíder del régimen comunista que ordenó la persecución, la policía saqueó su casa el 7 de julio de 2015 y confiscó sus libros de Falun Dafa y materiales informativos. Las autoridades volvieron a acosarla en octubre de 2015 e intentaron engañarla para que asistiera a una sesión de lavado de cerebro. Pero ella se negó a hacerlo.

Además del acoso, su esposo también se oponía firmemente a que practicara Falun Dafa y la amenazaba con divorciarse si persistía. A menudo la maltrataba verbalmente, lo que también le causaba una enorme angustia mental.

Quedó incapacitada

Debido al incesante acoso y a la angustia mental provocada por la persecución, sufría a menudo dolores de cabeza y estaba aquejada de una fatiga excesiva. A menudo se sentía tan cansada que tenía dificultades para caminar. A medida que su deterioro avanzaba, también perdió la visión.

El 2 de mayo de 2018 se desmayó y permaneció inconsciente durante casi un mes. Aunque más tarde se despertó, siguió postrada en la cama desde entonces.

En diciembre de 2020, no pudo comer y fue reanimada en el hospital. Al volver a casa, su familia contrató a una persona para que la cuidara.

Su esposo y su hija no permitían que los practicantes locales de Falun Dafa la visitaran ni que ella lo practicara. Después de luchar contra su mala salud durante otro año, falleció el primer día de 2022, a la edad de 66 años.

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