(Minghui.org) Después de que el Partido Comunista Chino anunciara la muerte del exdictador Jiang Zemin el 30 de noviembre de 2022, según Wang Ming, un lector de Minghui en el noreste de China, casi todas las personas con las que se encontró expresaron su entusiasmo por la noticia. A continuación, se muestra un extracto de su carta:

Algunos dijeron: “Jiang trajo tantos desastres al país. No hizo nada bueno”.

Otro comentó: “Debería haber muerto hace mucho tiempo”.

Una tercera persona, también apuntó: “Jiang abusó de su poder al perseguir a Falun Gong y es un gran error. Hoy en día hay muchos problemas sociales y abundan las estafas. Lo que más necesitamos es Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Jiang destruyó la moralidad del pueblo chino y todos se han convertido en víctimas”.

Un funcionario del gobierno me dijo: “Antes de que muriera, Jiang trató de negociar con la actual administración sobre la escala de su funeral e incluso exigió un ataúd de cristal. Hay cuatro dictadores que utilizaron ataúdes de cristal tras su muerte, entre ellos Stalin, Lenin, Ho Chi Minh y Mao Zedong. ¿Cómo podemos añadir otro para Jiang? La administración actual lo rechazó, pero aceptó darle un funeral de alto nivel con la condición de que su cuerpo fuera incinerado. No hizo nada bueno en vida y ahora el gobierno tuvo que despedirlo con un funeral de alto nivel”.

El director de la sucursal local de la Agencia de Noticias Xinhua en mi ciudad dijo: “Jiang sabía que tenía mala reputación en la comunidad internacional y muchos han presentado denuncias contra él en todo el mundo. Lo que más temía era que Falun Gong fuera reivindicado algún día. También temía que los tribunales internacionales o los tribunales chinos lo condenaran incluso después de su muerte, y exigió que la administración actual lo exonerara si eso sucediera. He oído que también planteó muchas otras solicitudes. Cuando dio la orden de perseguir a Falun Gong, parecía ser muy poderoso. Pero ahora, después de haber hecho todas las cosas malas, tenía miedo de que le pidieran cuentas por ello”.

Un empleado jubilado de Shenyang Aircraft Industry Group dijo: “Jiang era una persona despreciable. Cuando estaba en el poder, visitó nuestra empresa tres veces, en 1990, 1995 y 1999. Durante una de las visitas, trajo consigo a su nieto. Mi supervisor le dio a Jiang unos prismáticos por valor de 30.000 yuanes (unos 4.530 dólares) para que viera algo. Echó un vistazo y se los dio a su nieto. Y nunca se lo devolvieron. Nadie en la empresa se atrevió a pedir que se lo devolvieran. No esperábamos que el líder de un país hiciera algo así. Hubo otras cosas vergonzosas que hizo. Una vez que se menciona su nombre, casi todos se burlan”.

Un trabajador del casino añadió: “Durante el gobierno de Jiang, la industria del juego se disparó en todo el país. Cualquiera que sobornara a los funcionarios del gobierno local podía obtener permiso para abrir un casino. Las máquinas de juego estaban manipuladas. Bastaba con dos o tres horas para que una persona perdiera 100.000 yuanes (unos 15.100 dólares). Los 16 grandes casinos de nuestra ciudad ganaron 154.000 millones de yuanes (unos 23.254 millones de dólares) durante ese tiempo, una media de 10.000 millones por cada uno”.

“Cuando la gente se declaraba en bancarrota por el juego, saltaba del edificio, mataba gente o detonaba bombas. Pero ninguno de los casos fue reportado por los medios locales. Después de que Jiang renunció, la administración actual comenzó a investigar la industria del juego del 2013 al 2019, y resultó que todos los casinos estaban cerrados. El dueño de una gran cadena de casinos con vínculos con Jiang escapó a los EE. UU. Es cierto que la promiscuidad, el juego y las drogas florecieron desde la era de Jiang”.