(Minghui.org) ¡Saludos Venerable Shifu!

¡Saludos compañeros practicantes!

Vivo en Buenos Aires. Soy practicante de Falun Dafa desde 2013.

No voy a compartir una experiencia grandiosa ni a hablar de grandes logros. En lugar de eso, me gustaría hablarles de una experiencia pequeña y humilde, llena de tropiezos y altibajos, cargada de apegos, nociones y una mentalidad humana. Mientras escribo esto todavía me siento lejos de ser una auténtica cultivadora.

Hace poco, alguien me leyó una frase que estaba en un cartel de un poste de luz: Elimina a la envidia definitivamente de tu vida. Y la leyó dos veces, como para que no la pasara por alto.

Escuchar esa frase me sorprendió, pero en ese momento no pensé que era algo para mí. Sabemos que no hay casualidades y Shifu dedica en Zhuan Falun toda una sección al corazón de envidia y nos dice sin dar lugar a dudas que “el corazón de envidia tiene que ser eliminado” (Zhuan Falun).

Me quedé pensando en el apego a la envidia y en esa frase que apareció en el poste de luz. Miré internamente y pensé en todos los apegos que terminan siendo parte de la envidia. Si la envidia es la fuente de todos o casi todos los apegos humanos, entonces la envidia representa nuestro lado humano, el “yo” que tenemos que soltar para poder cultivarnos.

Después de leer ese cartel, la envidia hacia mi esposo explotó en mi propia cara: todo mi resentimiento, corazones de injusticia, arrogancia, el apego a tener razón y otros, quedaron expuestos. Incluso empezaron a brotar pensamientos que no me pertenecen, pero que no podía identificar y rechazar en el instante en que aparecían: escuchaba voces que me decían que no podría alcanzar el estándar, entonces para qué seguir practicando, me convencía de que debía dejar de estudiar o hacer mi práctica como un pasatiempo y otros.

Quería renunciar a todo, incluso a venir al Fahui, pero no quería renunciar a mis apegos. El Fahui activó una cuenta regresiva, tenía dos semanas para mirar adentro y retomar mi camino.

Estoy viviendo una batalla interna entre mi lado humano y mi lado que sabe. Quizás no sea tan malo como me parece en la superficie, porque lo estoy evaluando desde mi lado humano. Creo que esta batalla interna me ha ayudado a ver algunas cosas más profundamente y espero que sirva para eliminar más apegos y puede elevar el xinxing.

La importancia de estudiar las enseñanzas

En este momento me siento en medio de una tormenta y siento gran dolor. Aunque todavía no sé cómo podré atravesarlo empecé por lo más simple e importante: el estudio del Fa.

La falta de estudio es una de las razones por la que llegué a este estado, ya que no tengo Fa para evaluarme, mirar adentro y eliminar mis apegos. Ahora retomé el estudio del Fa presencial y aunque cada día es una lucha con mis pensamientos, es por ahora el camino que creo tengo que seguir.

En estos últimos años tuve cambios importantes en mi entorno, en especial después de casarme y tener dos hijos muy pequeños que nacieron casi con un año y medio de diferencia. Esto hizo que mis prioridades, mis tiempos, cambiaran. Ya no podía disponer u organizar mi tiempo libre como quisiera, y los dos niños que están en una edad que demandan mucho.

Aunque sabía que tenía que ser firme con el estudio del Fa, no pude sostenerlo, no pude adaptarme a los cambios, y me fui deslizando. Además, fueron surgiendo situaciones de conflicto con mi esposo que dispararon mi resentimiento e injusticia. Mi estado mental se convirtió en el de una persona común.

Fallé en entender que este es ahora mi entorno de cultivación y que debo atesorar y aprovecharlo para mejorarme. Fallé en aprovechar la cultivación en medio de dificultades, y tomar los conflictos como oportunidades. En lugar de eso, rechazaba mi nueva realidad. Aunque leía el Fa, cada vez era menos o no podía concentrarme. Otras veces no me sentía capaz de estudiar debido a mi estado.

Se formó un círculo vicioso. Por más que quería mantenerme a flote, todo esto me iba “ahogando''. Además, también empezó a separarme y jalarme de las 3 cosas que los Dafa dizi tenemos que hacer, porque no me sentía digna de leer el Fa al tener todos esos pensamientos negativos y cargas en mi mente.

Hasta ahora, al menos en este aspecto, lo tomé como persona común. No quería conflictos ni dificultades. No quería dejar mi yo. Seguía apegada a mis pensamientos, sensaciones, sentimientos, en lugar de pensar en los seres conscientes. Mi egoísmo tapaba mi fe.

Entiendo que hay dos apegos que me interfirieron: el qing y la falta de Ren.

Sobre el sentimentalismo, qing

Siempre fui una persona muy emocional, no solo me he dejado llevar por mis sensaciones y sentimientos, sino que también he evaluado muchas situaciones erróneamente en base a ello. Al escribir esta experiencia me di cuenta que el qing surge cuando me falta rectitud. Cuando mis palabras, mis acciones y mis pensamientos son débiles, no son rectos, lógicos y racionales… hay qing. Y cuando uno no es recto, las viejas fuerzas pueden usar ese qing para interferirnos.

Aunque fui eliminando varias capas, aún tengo manifestaciones, pero el Fa de Shifu es muy claro: “Si este qing no se corta, no puedes realizar el xiulian” (Zhuan Falun).

Por estar aferrada al qing tuve malos entendimientos sobre ciertas situaciones, y olvidé que cada ser tiene su camino y toma sus elecciones. Por ejemplo, me ocupé de cuidar parientes cuando había otros con mejores condiciones para hacerlo, pensando que era mi relación predestinada o alguna deuda de otra vida. Opiné sobre la vida de mis hermanos, y las decisiones que debían tomar, o me comprometía a realizar ciertas tareas por complacencia con otros.

Quiero aclarar que uno tiene sus obligaciones y responsabilidades ante la familia, pero aquí estoy hablando de situaciones en las que no vemos las cosas desde el Fa.

Mi esposo también practica Falun Dafa. Uno piensa que eso facilitaría las cosas, pero también, en los conflictos y situaciones cotidianas, no siempre recuerdo que es un compañero practicante. Cuando más armonía quería en el matrimonio y en la vida diaria, y menos conflictos, más dificultades o situaciones aparecían, e incluso las viejas fuerzas agrandaban las cosas para hacerlas parecer peores o extremas.

El qing fue otro factor que debilitó mi conciencia principal. Me impidió diferenciar y reconocer mis pensamientos propios. Esperaba que mi esposo me ayudara o, aunque en la superficie lo negaba, lo culpaba por mis fallas y deficiencias. Esperaba que él pudiera ayudarme a salir adelante y resolver mis asuntos.

También pensaba que no tenía mucho qing con mis hijos, pero eso era mentirme a mí misma. Todo lo que tiene que ver con educarlos, disciplinarlos, ponerle límites movía mi corazón. Hasta llegué a llorar cuando mi esposo les ponía límites. Mientras más trataba de satisfacerlos, peor resultaban las cosas, ellos estaban más apegados a mí, pero tampoco se veían felices, se manifestaban con llantos y gritos, sin poder dormir, sin tener la independencia que les corresponde a su edad.

Sobre Ren

Lo segundo que siento que me interfiere en este momento, es mi falta de Ren. En mi cultivación no cultivé realmente la tolerancia, el aguantar, por lo cual ahora se ha formado una montaña.

Shifu dijo: 

“El Ren incluye el sacrificio” (Desapego total, Escrituras esenciales para mayor avance).

Por muchos años pasé por alto el hacer sacrificios, elegí aquellos que podía hacer, o los que me resultaron convenientes, como haber hecho doble loto una vez, y luego nunca más hacerlo por comodidad.

Quizás porque tengo un carácter que parece dócil o bueno en la superficie, no parece que tenga grandes tribulaciones que me hagan querer correr para no quedarme atrás. Anteriormente, disponía de todo mi tiempo para Dafa, hacer algo dependía de mí. Podía en parte manejar mi horario de trabajo, vivía con mi hermana, tenía ciertas comodidades, parecía que me esforzaba mucho, pero eso era en un nivel muy bajo y lleno de egoísmo.

Pero cuando las cosas cambiaron, se manifestó mi pobre capacidad de hacer sacrificios verdaderamente para avanzar. Tampoco aguantar presiones, querer escaparme y evitarlas muestra mi falta de Ren.

En este proceso de mejoramiento, se me presentaban pruebas y fallaba en pasarlas dignamente. Un día tuve un conflicto con mi esposo. Aunque toda clase de excusas, razones y corazones surgieron, tenía que ser incondicional con el Fa.

Lloré porque sentí que se me estaba pidiendo que sea como Han Xin, y que eleve mi Ren. Quise pasar la prueba, aunque eso significara “arrastrarse”. Sentí el dolor más profundo en mi corazón: sentí que estaba moliendo y rompiendo con mi ego y siendo humilde.

También entendí en mi nivel que la capacidad de digerir amarguras requiere eliminar los apegos de orgullo, soberbia, superioridad, hablar como si tuviera la razón, y cultivar la humildad.

En este aspecto de cultivar Ren aún me quedo muy corta y me queda mucho por avanzar.

Recuperando las riendas de mi conciencia principal

El estado de depresión y negatividad, pensar en “no puedo”, debilitó mi conciencia principal. En ese estado me sentía envuelta por una materia negra que me controlaba.

Aunque no había una “enfermedad,” se sentía como explica Shifu en la Sexta Lección:

“...el 70 por ciento es psicológico y el 30 por ciento es la enfermedad. Por lo general, primero la mente del hombre se desploma, no va más y tiene una carga muy pesada...” (Zhuan Falun).

Ese estado aparecía y se iba profundizando ante una situación o conflicto. Me encontré en un momento de total desesperación, en el cual supe que tenía dos opciones: tomar un camino común o seguir al Fa.

Decidí que solo iba a poder fortalecer mi conciencia principal mediante el estudio del Fa. El estudio del Fa, aunque no era óptimo, me ayudó a mirarme adentro y volver a tratarme como practicante. Aunque mirar en el interior genuinamente no es tan fácil como decirlo, estar alerta fue fortaleciendo mi conciencia principal.

Mientras estudiaba, venían a mi mente todo tipo de pensamientos y emociones. También rechazo, odio, cambios de ánimo de un momento a otro; pero seguir estudiando hace que esas vidas negativas o materias se vayan limpiando y debilitando.

Otra cuestión clave fue que nunca dejé de estar conectada con el grupo grande local, lo que me permitió aprovechar cada situación o intercambio que surgía para mejorarme.

Pude entender en un nivel más profundo lo que significa cultivarse a través de los conflictos y por qué el Fa dice que obtenemos el gong en medio de los conflictos, al transitar las situaciones que parecen difíciles y complicadas.

Sabemos que Falun Dafa nos pide que nos cultivemos en la sociedad, no que escapemos de los conflictos. También parece muy bueno leer en Zhuan Falun que en medio de las dificultades o que cuando soportamos sufrimiento y transformamos el ye ganamos por cuatro, pero cuando me tocó pasarlo no pude medirme con el estándar del Fa.

Por eso en esta etapa tuve que empezar por aceptar que las pruebas, conflictos y dificultades son parte de nuestro camino de cultivación. Y aprender a aceptarlas y aprovecharlas porque vienen para que podamos mejorarnos en base al Fa.

También estar alerta, porque las viejas fuerzas conocen nuestras debilidades, y están ahí agazapadas esperando la oportunidad para aprovecharse de ellas y sacarnos de las filas. Es muy desgarrador porque podía sentir cómo esas vidas nos van destruyendo por dentro, pero al mismo tiempo las aceptaba y no me ponía firme para expulsarlas.

Quiero compartir, en este nivel, el entendimiento más importante que tuve sobre cómo romper con ese estado y todas esas materias que me controlaban y que ya se habían convertido en una interferencia y me jalaban hacia afuera. La respuesta también la encontré en el Fa.

Para cambiar mi estado tuve que hacer más que mirar adentro y encontrar apegos y nociones. Tenía que hacer más que pensar que el Fa me iba a ayudar a elevarme en algún momento, tenía romper con ese estado de pasividad.

Necesité volverme activa y alerta, tomar las riendas y de usar mis propios pensamientos para rechazar con fuerza lo que venía a interferirme.

Me cuesta mucho, no es algo que pueda eliminar de una sola vez, no siempre logro hacerlo bien, pero esas cosas que vienen a molestarme se van debilitando de a poco, tengo que mantener firmeza y perseverar hasta lograr que el Fa me permita crear un escudo indestructible para que esas vidas o materias negativas no entren en mi campo.

Espero que mi experiencia pueda ayudar a quienes han estado en un estado negativo o de depresión por algún tiempo y aún no logran romper con eso.

Estar en el cuerpo y ser una partícula

En todos estos años desde que empecé a practicar Falun Dafa tuve la dicha y la bendición de formar parte de un cuerpo de practicantes y cultivarnos como Shifu nos pide.

Shifu dice:

“Las elevadas conductas que los discípulos de Dafa han formado en este ambiente –incluyendo cada palabra y cada acción– pueden hacer que la gente reconozca sus propios defectos y encuentre en dónde se quedan cortos; puede conmover el corazón de otros, refinar los comportamientos de la gente y puede hacer que la gente se mejore más rápidamente” (Ambiente, Escrituras esenciales para mayor avance).

La posibilidad de cultivarnos en un ambiente que es una tierra pura va más allá de las palabras. Este ambiente nos motiva a avanzar y mejorarnos según el Fa, nos empuja a ser más diligentes. Cada vez que escucho las experiencias que comparten mis compañeros practicantes desde el corazón me beneficio enormemente, me llega al corazón y me conmueve.

Se siente como cada partícula cumple con su función, apoya y señala a otros con el deseo de ayudar. No es fácil aceptar la crítica, pero tampoco es fácil señalar a otros. Para poder señalar a otros tenemos que dejar de lado el egoísmo y el apego a perder la cara. Para el que escucha un entendimiento o una crítica es una grandiosa oportunidad de mirarse adentro y tomar lo que ven los demás para poder avanzar.

En estos años he visto a practicantes atravesar pruebas duras y esforzarse incansablemente por moler apegos. En los momentos más críticos, se podía ver la fuerza del cuerpo y el poder de Dafa manifestándose. Siento a menudo la compasión de nuestro Venerable Shifu presente en las reuniones de intercambio, que no nos abandona y nos da oportunidades una y otra vez para que veamos nuestros apegos y elevemos el xinxing.

También pude ver cómo en los intercambios se pueden rectificar situaciones por malos entendimientos o extremas, por eso es importante estudiar e intercambiar con el cuerpo grande de practicantes.

Los roces de xinxing, las críticas y los conflictos son inevitables e incluso son arreglados para que nos elevemos. Cuando tenemos un corazón amplio y empapado en el Fa podemos entender esto como parte del camino de Zhen-Shan-Ren.

Shifu habló sobre este asunto en una conferencia de 2006, en el Fa que fue publicado en 2009, titulado Enseñando el Fa en Manhattan, dijo:

“...porque en tu camino de xiulian no hay nada accidental, tal vez en una conversación algo te toca, tal vez este factor que tiene el propósito de causar conflictos fue hecho por Shifu”.

Al escuchar los intercambios de mis compañeros gané nuevos entendimientos. En muchas oportunidades pude sentirme identificada por el proceso que atravesaba ese compañero practicante y hasta me beneficié al poder ver apegos o recordar algún principio del Fa. Por ejemplo, en esta oportunidad en que me sentía bloqueada por tantos pensamientos, una compañera compartió cómo ella intenta medir sus palabras y sus acciones con el Fa, y rechazar los pensamientos que no son propios. También todos nos sentimos animados y nos alentamos cuando escuchamos experiencias de aclaración de la verdad o sobre cómo somos más diligentes.

Recuerdo que en una oportunidad, una compañera practicante comenzó a señalarme mis apegos, yo sé que ella tenía un buen corazón, pero en ese momento, pensaba que lo que decía no era verdad, se movió mucho mi corazón, me puse colorada e incluso tenía pensamientos negativos sobre esa practicante, pensando que no es muy diligente y me está señalando mis apegos.

Pero al mismo tiempo, supe que tenía que escucharla, porque incluso si no era “verdad” para mí lo que ella decía, algo había que tenía que mirar y seguramente no era solo algo sino mucho.

Mirar adentro ayudó a eliminar el apego a perder la cara, valorar y saber escuchar lo que cualquier persona o practicante me diga, más allá de mis nociones. Además, pude mirar que aunque lo que ella me decía parecía no ser verdad para con ella, sí era verdad en otros momentos o con otras personas. Poder escuchar de otros aunque no es un placer me ayuda a ser más fuerte en confrontar las adversidades y dificultades sin pensar en mi reputación, en perder la cara o sentirme enojada; también resulta en un estado menos egoísta al no pensar inmediatamente desde mi perspectiva y solo en cómo me siento. 

Otro aspecto de suma importancia que nos brinda la posibilidad de estar en un cuerpo es la participación en proyectos. Desde las actividades cara a cara, sitios de práctica o proyectos de medios y otros, además de ser un ambiente puro, son de suma importancia para la cultivación.

Shifu nos da la oportunidad de participar en proyectos para que podamos forjarnos y fundirnos en el Fa. Al estar con otros aprendemos a coordinar, quedan expuestos nuestros apegos y las cosas que necesitamos mejorar. Para poder coordinar y participar en un proyecto necesitamos dejar el ego, desarrollar la humildad y en ese proceso vamos eliminando la envidia, la arrogancia, la soberbia. Podemos aprender a ver el todo y no centrarnos en un punto de vista personal. Nos fortalece, nos empuja y hace que estemos diligentes.

Curiosamente, he notado que en ciertos proyectos o actividades no me toca hacer lo que creo que sé hacer. También he visto a algunos compañeros practicantes lograr hacer algo bien y de repente les asignan una tarea totalmente nueva. Creo que esto es para que sigamos avanzando en el xiulian.

Por ejemplo, en un proyecto de medios en el que trabajo, pensé que me tocaría traducir, ya que es en lo que tengo más experiencia y quizás podría hacer con más facilidad. Pero por sorpresa me terminaron asignando un trabajo de editora en un idioma que no es mi lengua materna.

Al final los arreglos de Shifu siempre son los mejores, cuando queremos hacer las cosas con la mente humana, nada fluye cuando seguimos los arreglos de Shifu todo sale bien.

Shifu dijo:

“Si dejas todos estos corazones de apego y te cultivas con un corazón puro y tranquilo, recién entonces puedes completar la cultivación” (Sin cultivar el Dao, pero estando ya dentro del Dao, Zhuan Falun (II))

Este momento final que transitamos, Shifu nos está ayudando enormemente para que eliminemos los apegos que hemos arrastrado por mucho tiempo y elevemos el xinxing y siento esa Gran Compasión de Shifu. Quiero atesorar esta oportunidad.

Escribir esta experiencia fue toda una batalla. Quise abandonar varias veces, por lo que quiero agradecer a los compañeros que me animaron a seguir adelante. No creí que pudiera terminarla.

Espero atravesar esta tormenta y seguir avanzando en el camino que Shifu dispuso para mí. Este es mi entendimiento en este nivel, pueden señalar lo que crean necesario.

¡Gracias Shifu!

¡Gracias compañeros practicantes!