(Minghui.org) Siempre me sentía avergonzada cuando un practicante me preguntaba cuándo había comenzado a practicar Falun Dafa.

La segunda vez que el Maestro vino a la ciudad de Jinan, en la provincia de Shandong, para dar una conferencia en junio de 1994, tuve la suerte de escuchar la conferencia del Maestro por primera vez. Pero fui arrastrada por alguien que quería que practicara un qigong que implicaba la posesión de espíritus. Finalmente entré en la cultivación de Falun Dafa en mayo de 1999.

El Maestro restableció mi relación predestinada con Dafa

Antes de 1999, mi cuerpo era un desastre porque practicaba ese qigong que implicaba la posesión de espíritus. Por eso desarrollé varias enfermedades, incluidas cuatro úlceras en el vientre. Tuve que tomar muchas medicinas chinas. En cuanto bajaba la cabeza, escupía agua ácida. Era realmente doloroso, pero no pude encontrar una cura.

Un día de mayo, al llegar a casa, mi marido llevaba un montón de libros en las manos. Dijo: "¿Por qué no practicas Falun Dafa? Es mucho mejor que ponerse inyecciones y tomar medicamentos". Yo no estaba convencida, así que le cuestioné: "Si no funciona cuando tomo medicamentos, ¿cómo va a funcionar hacer simplemente unos ejercicios?". Mi marido dejó los libros a un lado y dijo: "Puedes leer uno de los libros y partir de ahí decides".

Por la noche, me acosté en la cama y tomé un libro de Falun Dafa llamado Zhuan Falun Volumen II . Hubo un destello de luz dorada. Me sorprendió y me conmovió. Rápidamente abrí el libro para echarle un vistazo. Como soy casi analfabeta, me quedé dormida después de hojear algunas páginas. En un sueño, vi que una compasiva y solemne Pusa (se acercaba a mí y me decía algo. Aunque no recordaba lo que decía, esa noche dormí profundamente.

Al día siguiente, en el trabajo me encontré con mi colega Xiaoe. Tanto ella como yo habíamos contraído enfermedades ginecológicas. Sin embargo, ella tenía un cutis mucho mejor que el mío, ya que sus mejillas estaban sonrosadas. Le dije: "Xiaoe, deberías seguir tomando la medicación, si no, no será bueno para ti". Ella sonrió y me dijo: "He dejado de tomar todos los medicamentos durante algún tiempo. Después de empezar a practicar Falun Dafa me recuperé de todas mis enfermedades". En cuanto escuché que Falun Dafa podía curar las enfermedades de la gente, le dije: "¡Yo también quiero probarlo!". Entonces, me dijo que fuera al lugar de práctica cercano para aprender los ejercicios.

A la mañana siguiente fui al sitio de práctica. El asistente me mostró los movimientos del ejercicio de Dafa. Él también era el director del sindicato de trabajadores de una fábrica. Organizó una clase de nueve días durante la cual reprodujo las grabaciones de las conferencias del Maestro en el auditorio de la fábrica. Más de 100 personas asistieron a la clase.

Después de haber practicado durante tres meses, mis fibromas uterinos desaparecieron, así como bastantes de mis otras enfermedades. A partir de ese momento me sentí feliz y animada.

La persecución a Dafa: Salvaguardando el Fa

Tres meses después de que iniciara la cultivación de Falun Dafa, el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó su persecución contra Falun Dafa. Me sentí muy triste.

Xiaoe me dijo que iba a ir a Beijing para salvaguardar el Fa, y me preguntó si podía cuidar de su hijo mientras estaba fuera. Ella Iba a Beijing para buscar justicia para Falun Dafa y el Maestro, así que sin decir nada, me llevé a su hijo a mi casa. Más tarde, la policía local la arrestó y detuvo. En aquella época, la oficina de seguridad de nuestra fábrica fue a las casas de los empleados que practicaban Falun Dafa y los acosó.

Aunque solo acababa de empezar a practicar Dafa, sabía que Falun Dafa era un Fa recto, y que enseñaba a la gente a ser buena. También tenía el efecto asombroso de curar enfermedades y mantener la salud. Yo me he beneficiado de ello. Mientras pensaba en razonar con el equipo de dirección de la fábrica, vinieron a mi casa algunos policías y gente de la oficina de seguridad. Un policía me preguntó si conocía a Xiaoe. Le dije: "Cómo no voy a conocerla, es mi compañera".

Algunos de ellos estaban a punto de entrar en mi habitación cuando les grité e intenté detenerlos: "¿Cómo es posible que entren en la habitación de alguien sin pedir permiso?". Entonces sacó el cajón y, aunque vio mis libros de Dafa copiados a mano, los dejó sin decir nada.

En ese momento, mi marido volvió a casa. Con fuertes pensamientos rectos, les preguntó: "¿Qué están haciendo aquí? ¿Tienen una orden de registro? Muéstrenla, por favor". Al oír eso, se asustaron y se fueron. Mis libros de Falun Dafa estaban en el sofá, pero no podían verlos. Yo sabía que el Maestro estaba a mi lado. Nadie podía moverme.

Al poco rato, volvieron todos. Mi marido dijo: "¡¿Quieres llevártela?! Pueden llevarme a mí, pero no se lleven a mi mujer". Yo tampoco tuve miedo y dije: "Soy yo quien practica Falun Dafa. No tiene nada que ver con él". El responsable del departamento de seguridad dijo: "¿Quién dijo que te íbamos a llevar? Vámonos". Entonces todos se fueron.

Creyendo en el Maestro y en Dafa: La ilusión del ye (karma) de enfermedad desaparece

Cuando me disponía a utilizar el lavabo, no podía mover los pies. Pensé que esto era una ilusión: no tendría miedo. Creería en Shifu y en Dafa, tendría pensamientos rectos y me comportaría en consecuencia.

El Maestro dijo:

“En otras palabras, ustedes no son de ningún modo seres de los Tres Reinos, y ya no son personas comunes. Por eso es que cuando tus pensamientos rectos son fuertes puedes resolver cualquier problema. El ye de enfermedad que aparece en tu cuerpo se manifiesta como una prueba. Por supuesto, aparenta ser ye de enfermedad, ya que definitivamente no tendrá la apariencia de un dios enfermándose. Así que debes manejarlo con pensamientos rectos. Eres un cultivador, así que definitivamente esto no es realmente una enfermedad. Pero no aparecerá tan simple” (Exponiendo el Fa en la ciudad de los Ángeles).

Envié pensamientos rectos para negar la persecución de las viejas fuerzas y eliminar las manos negras y los demonios podridos de otras dimensiones. Luego, utilicé mis manos para mover gradualmente mis piernas. Tardé una media hora en terminar de usar el lavabo. Pude ir a la cocina y preparar el almuerzo al mediodía. Cuando mi marido llegó a casa para comer, no se dio cuenta de que tenía un problema.

Tenía que pasar a buscar un edredón que había encargado para mi hija. Pensé que, como practicante, debía cumplir mi promesa. Así que moví las piernas para subirme a la bicicleta eléctrica e ir al mercado. Cuando llegué allí, sin bajarme de la bicicleta, le pedí al dueño que me diera el edredón. Luego me dirigí a casa.

Esa noche, calmé mi mente para estudiar el Fa, hice los ejercicios, miré hacia adentro y envié pensamientos rectos intensamente. Al día siguiente estaba recuperada.

Saliendo de la comisaría de policía de forma honesta

Algunos practicantes locales y yo salimos a distribuir materiales informativos de Falun Dafa. Para ayudar a Shifu en la rectificación del Fa y salvar a más seres conscientes, llevamos grandes bolsas llenas de materiales de Dafa, y subimos montañas y colinas, sin preocuparnos por el clima. No nos importó que nos denunciaran unas cuantas veces y nos arrestara la policía. Salimos de la estación de policía mientras enviábamos pensamientos rectos, ya que estábamos protegidas por Shifu.

Unas vacaciones de verano, volví a mi ciudad natal. La coordinadora, Sra. Yuan, me invitó a aclarar los hechos en las montañas. Tomé el autobús durante un par de horas antes de llegar a su casa. La Sra. Xia, una nueva practicante, quiso acompañarme. Cuando las tres estábamos a punto de salir, de repente no pudimos abrir la puerta. En ese momento, no me di cuenta de que Shifu estaba insinuando que había peligro y que debíamos quedarnos en casa. La Sra. Yuan pidió a su vecino de abajo que nos abriera la puerta.

Hablamos sobre dónde deberíamos ir. La Sra. Xia sugirió que fuéramos a su pueblo natal en una zona rural, ya que ella conocía bien las carreteras. Pasamos a buscar a la Sra. Hu y las cuatro llegamos a la ciudad natal de la Sra. Xia en el campo. La Sra. Xia se unió a mí y fuimos de puerta en puerta para distribuir materiales de Dafa.

La Sra. Yuan se unió a nosotras más tarde. Ella se dio cuenta de que la Sra. Hu no estaba, así que me dio su bolsa y fue a buscar a la Sra. Hu. No sabía que había material informativo en su bolsa, así que me limité a esperar.

Fuimos denunciadas por personas que no conocían la verdad sobre Falun Dafa, y al cabo de un rato, un sedán negro se detuvo frente a nosotras. Tres policías se bajaron del coche y me preguntaron: "¿Qué haces aquí? ¿Qué llevas en la bolsa?". Respondí: "Nada". Un agente me observó y luego otros dos fueron a buscar a las otras practicantes. Los dos agentes volvieron al poco rato diciendo que no habían encontrado a nadie. Un oficial me dijo: " Las dos se han escapado, tienes que venir con nosotros". Sin decir nada, me obligaron a entrar en el vehículo policial.

Al llegar a la comisaría local me sentí muy nerviosa, mareada e incómoda. Un agente me dio un poco de agua y me preguntó: "¿Puedo llevarte al hospital?". Negué con la cabeza. Más tarde, empecé a calmarme, pensando que el Maestro estaba delante de mí. ¿De qué tenía miedo? Así que me tranquilicé y empecé a enviar pensamientos rectos.

Poco después, un oficial hizo entrar a la Sra. Hu. No nos dirigimos la palabra, sino que nos miramos y potenciamos los pensamientos rectos de cada una. Luego, el oficial llevó a la Sra. Hu a la sala de interrogatorios. Pasó mucha gente, pero nadie se ocupó de mí. Solo me senté allí para enviar pensamientos rectos. Un oficial dijo que le dolía la cabeza. Le dije: "¡Joven, recita sinceramente Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! Te pondrás bien pronto". Aquel joven oficial se limitó a sonreír y dijo: "¿Qué clase de lugar es este? ¿Cómo te atreves a decir algo así?".

Al cabo de un rato, un agente quería tomar mis huellas dactilares. Me negué, así que unos cuantos me agarraron la mano para intentar obligarme. Grité: "¡No pueden!". Efectivamente, no lo consiguieron. Un agente dijo: "Tampoco pudimos obtener la huella dactilar de la otra [la Sra. Hu]". Entonces me fui a otra habitación para sentarme en posición de loto y enviar pensamientos rectos.

Más tarde, un agente me ordenó que lo siguiera a la sala de interrogatorios. Me negué y le dije: "Si la deja ir (a la Sra. Hu), entraré con usted". Él no quiso, pero dijo: "En cuanto entres a firmar, la dejaré ir". Yo no me asusté y le dije: "Eso no servirá. Tienes que dejarla ir primero". Así que tuvieron que liberar a la Sra. Hu.

Cuando entré en la sala de interrogatorios, un agente me ordenó que me sentara frente a él. Me negué y elegí la silla de al lado. El policía siguió haciéndome preguntas, pero me negué a responderlas todas. Me preguntó: "¿Quién te dio los folletos?". Respondí: "Alguien me los pasó por el camino". Después, el agente se marchó y una joven me observó.

Más tarde, ese agente volvió con un papel en el que estaba anotada nuestra conversación, y me pidió que lo firmara. Le dije: "Por tu bien, no puedo firmar. Cómo puedo permitir que cometas un crimen contra Dafa". No comentó nada más, pero me dijo que podía irme a casa.

Cuando estaba a punto de llegar a la salida, me di la vuelta y corrí hacia atrás. Grité: "¡Por favor, recuerden que 'Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Es por el bien de tu familia". Entonces aquellos dos policías volvieron a gritar ansiosos: "Mírate, ¿cómo puedes volver? Por favor, vete rápido".

Nada más salir por la puerta vi a la Sra. Hu. En lugar de marcharse, se había quedado en la entrada enviando pensamientos rectos. Luego nos dirigimos a la estación de autobuses. Por nuestra seguridad, cambiamos a otro autobús y volvimos a casa sanas y salvas.

Cooperando: Desmontando la persecución de la maldad

Durante más de una década, algunos de nosotros hemos aclarado los hechos sobre Dafa. No importaba el peligro ni las tribulaciones que encontrábamos, teníamos fe en Shifu y en Dafa y nunca hemos dudado. Nos apoyamos mutuamente, trabajamos bien unos con otros para desmantelar la maldad, y transitamos firmemente el camino para asistir a Shifu en la rectificación del Fa y la salvación de los seres conscientes.

Una vez, tres de nosotras fuimos a una pequeña aldea llevando bolsas de viaje muy pesadas llenas de material informativo, calendarios de escritorio y amuletos. En aquella ocasión, las Sras. Yuan y Hu formaron un equipo, mientras que yo iba sola. Fuimos por separado a la aldea para entregar los materiales. Iba de puerta en puerta. Cuando no había nadie en casa, dejaba los materiales en los pomos de las puertas. La mayoría de la gente aceptó amablemente los calendarios y los folletos. Antes de irme, les dije que recitar "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!" les traería buena suerte.

Fui a una casa y una señora me abrió la puerta. Le di el calendario de año nuevo con las dos manos. Le dije con una sonrisa: "He venido a entregarle buena suerte". Se sorprendió y me pidió que bajara la voz. Me dijo: "Anoche tuvimos una reunión. Nos pidieron que te denunciáramos cuando te viéramos. Por favor, vete de aquí rápidamente". Le di las gracias y me fui. Después de irme, quise decirles rápidamente a las compañeras que prestaran atención a su seguridad. al poco rato, vi a las Sras. Yuan y Hu. Así que corrí apresuradamente hacia ellas para contarles lo que me acababan de decir.

Todavía me quedaban algunos folletos por distribuir. Un autobús de larga distancia se detuvo cerca, estaba lista para subir a él, pero mis compañeras no querían irse hasta que todo el material estuviera distribuido. Después de tomar unos bocadillos, distribuimos más volantes. Cuando levanté la vista, vi a un grupo de agricultores trabajando. Así que me dirigí hacia la colina de enfrente. En mi camino, de repente una voz resonó en mi cabeza: "Si vas allí, tendrás problemas". Inmediatamente envié pensamientos rectos para eliminar la interferencia del espectro del mal, y me dirigí a un lugar de obras.

En ese momento, un joven alto salió de la habitación y me preguntó de forma grosera: "¿Qué hace usted aquí?". Antes de que le contestara, una señora que salió tras él me dijo: "Ha venido a divertirse". Entonces la seguí. La alcancé y le dije: "Gracias por ayudarme". Luego le di un calendario. Ella me advirtió: "Debes irte lo más rápido posible, no dejes que te vea. Es el jefe de este equipo de construcción".

Le di las gracias y me dirigí hacia otro camino. Poco después, me senté en las escaleras para descansar. La Sra. Hu vino corriendo. Me dijo: "La Sra. Yuan te está buscando. Acaba de sorprendernos un hombre grande en la colina. Me ha pedido que venga a buscarte".

Las dos fueron a la obra. Le dije a la Sra. Hu: "No podemos volver. Escondamos nuestros materiales y enviemos rápidamente pensamientos rectos, para impedir que los aldeanos locales cometan crímenes contra Dafa. Tenemos que ayudar a la Sra. Yuan a escapar tan rápido como podamos". Escondimos los materiales bajo los tallos de maíz y luego nos sentamos en el suelo, pidiendo al Maestro que nos fortaleciera y enviamos fuertes pensamientos rectos.

Una media hora después, vi a la Sra. Yuan caminando hacia nosotros. Nos acercamos rápidamente a ella. Nos dijo con una sonrisa: "El grandullón llamó tres veces a la comisaría, pero no consiguió nada. Cuando le aclaré los hechos, no quiso escuchar. Al final, vio que no volvías y me dejó ir".

Para entonces, ya había oscurecido. Bajo la luz de la luna, subimos montañas y colinas, y caminamos por carreteras de montaña llenas de baches durante mucho tiempo. En nuestro camino, al principio, tenía el apego de resentimiento hacia otros practicantes. Más tarde, la Sra. Yuan miró hacia dentro. Dijo que era demasiado terca y que no quería escuchar las opiniones de los demás. También decía que tenía mal carácter y que no pensaba primero en las necesidades de los demás. La Sra. Hu dijo que no hacía las cosas siguiendo el estándar del Fa. Cuando las tres miramos hacia adentro y nos rectificamos en base al Fa, nuestras brechas desaparecieron. En ese momento, también llegamos a la estación de autobuses. Volvimos a casa sin problemas. Yo sabía que el Maestro estaba a mi lado, protegiéndome en todo momento.

En mi futura cultivación, seguiré de cerca al Maestro y dejaré de lado mi ego, trabajaré estrechamente con los practicantes, fortaleceré mis pensamientos rectos y haré bien las tres cosas.