(Minghui.org) Comencé a cultivar Falun Dafa a principios de 1996. Reflexionando sobre mi camino de cultivación durante dos décadas, tengo mucho que decir. Siento desde el fondo de mi corazón que es realmente una bendición poder cultivarme en Dafa y seguir a Shifu (fundador de Dafa). Solo estudiando bien el Fa, y creyendo firmemente en Shifu y Dafa, puedo hacer bien mi cultivación.

Presenté una denuncia penal contra Jiang Zemin

Los practicantes de Dafa necesitan materiales de aclaración de la verdad para salvar a la gente, así que decidí aprender a hacerlos. Superé varias dificultades, y con la ayuda de otros practicantes, pude hacer los materiales y suministrarlos a otros practicantes. También coordiné un grupo de estudio del Fa, para que pudiéramos estudiar el Fa y compartir experiencias juntos; grupo que aún continúa.

En 2015, los practicantes escribieron denuncias penales contra Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino, por iniciar la persecución a Falun Dafa, y las presentaron ante el Tribunal Supremo del Pueblo y la Procuraduría. Cuando pensé en cómo él perseguía a los practicantes de Dafa y calumniaba a Shifu, sabía que yo también debía escribir una. Presenté mi carta en junio de 2015. Después de que el Segundo Tribunal Supremo enviara un acuse de recibo de mi carta, cuatro personas del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos llamaron a mi puerta.

En ese momento estaba haciendo materiales para aclarar la verdad y cerré rápidamente la puerta de la habitación. Les invité a entrar y les serví agua, pero no la quisieron y me preguntaron agresivamente qué había hecho. Les respondí: "Acabo de demandar a Jiang Zemin. Él es un ciudadano de este país, yo también lo soy. Él está jubilado, y yo también lo estoy. Él me persiguió. ¿Por qué no debería demandarlo? Lo hice legalmente, ¿acaso no tengo derecho a hacerlo?".

Uno de ellos, que parecía el líder, dijo a los otros tres: "¡Vámonos!".

Me pareció extraño y les pedí una explicación. Más tarde me di cuenta de que el mal que los controlaba se había disuelto con mis pensamientos rectos, por lo que ya no podían ser feroces. Sin embargo, mirando hacia atrás, mi actitud no era amistosa, y tenía apego a competir.

Cuando me llegó el recibo de la denuncia penal, hablé de la situación con otros practicantes y les conté por qué había demandado a Jiang. Más tarde, otros practicantes presentaron sus cartas de denuncia y también obtuvieron recibos del Segundo Tribunal Supremo.

Cultivando en la vida cotidiana

Compraba alimentos y artículos de primera necesidad para mis ancianos padres. Cuando estaban enfermos, en cuanto recibía su llamada telefónica, tomaba un taxi e iba a su casa para cuidarlos. Cuando estaban hospitalizados, me quedaba con ellos. Una vez, estaba tan cansada y hambrienta que me desmayé en el hospital. No me quejé de que mis dos hermanos no me ayudaran.

Cuando mis padres fallecieron, mis hermanos se pelearon por la propiedad, el dinero y otras cosas que mis padres dejaron. Me mantuve tranquila frente a estas cuestiones. Llevaron el asunto a los tribunales y estos decidieron que todo debía repartirse a partes iguales entre los tres hermanos. Le di lo que recibí a mi sobrino porque eso era lo que querían mis padres. Hice lo que debe hacer un practicante.

Fui a casa de mi hija, pues necesitaban de mi ayuda para cuidar a mis nietos. Mi yerno no podía entender por qué practicaba Falun Dafa y tenía miedo de que mi cultivación le afectara. A veces me pegaba, y su madre no me permitía comer con ellos. Nací en el seno de una familia de altos funcionarios y teníamos una buena posición económica. Nunca había sufrido penurias, y mucho menos que las generaciones más jóvenes me privaran de comer y me golpearan.

Normalmente me levantaba a las 5 de la mañana y preparaba el desayuno para toda la familia, mientras la madre de mi yerno aún dormía. Después de levantarse, salía a hacer algunos ejercicios. Después del desayuno, limpiaba la mesa del comedor, lavaba los platos y la ropa, y su madre se quedaba sentada. Por la tarde, su madre iba al hospital para recibir fisioterapia, y salía a pasear después de cenar. Después de terminar todas las tareas de la casa, cuidaba a mi nieto de ocho meses. Estaba muy ocupada todos los días.

Cuando veía a la madre de mi yerno vestirse y salir, me enojaba muchísimo. Pensaba: ¿Quién te crees que eres? Una mujer de pueblo, 10 años más joven que yo, que fuma y es floja. De verdad sentía que era realmente injusto.

Entonces me vino a la mente un pensamiento: Tú eres una cultivadora, que cultiva Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿Acaso no es esto envidia? La envidia no es para mí, no es algo de Dafa, no la quiero. Siendo cultivadora, Shifu ha dicho que nada ocurre por casualidad. Probablemente le debía algo de antes y tenía que pagarlo durante esta vida.

Me calmé y no volví a pelear con ella. Tenía presente que, por muy mal que me trataran, no podía hacerles lo mismo.

Ella tenía conflictos con su hijo y lloraba con frecuencia. Yo la consolaba y le decía que prestara atención a su salud. Fui a visitarla al hospital y le di dinero cuando tuvo un accidente de coche. Mantenía la casa ordenada y limpia, cuidaba de mi hija y mi yerno, y cuidaba bien de mis dos nietos. Eran dos niños que se portaban bien y se destacaban en sus estudios. La suegra y mi hija se conmovieron con mis buenas acciones.

Yo recibía buenos comentarios de la gente donde trabajaba mi yerno. El personal y sus familias le acusaron a él y a su madre de tratarme mal. Más tarde, mi yerno tuvo una aventura y dijo que mi práctica de Falun Dafa afectaba sus posibilidades de ascenso, por lo que quería divorciarse de mi hija. Ante tal situación, mantuve la calma y me dije que debía manejar el asunto con las normas de una cultivadora. Le dije a mi hija que manejara bien su temperamento y que cuidara del hogar y de los niños, lo que conmovió a mi yerno.

Mi yerno no fue ascendido y me golpeó. Le dije con calma: "Me tratas mal, y te atreves a hacerlo, pero me da vergüenza exponerte. Mi nieto mayor está creciendo. ¿Qué crees que pensará de ti? Dios mira lo que hace cada uno. Hay una ley en el mundo humano, y hay una en el Cielo, que es Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Falun Dafa es Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¿Qué tiene de malo cultivarse según estos principios?".

Envié pensamientos rectos para él y le dije que renunciara al Partido Comunista Chino y sus organizaciones juveniles. Cuando los malos pensamientos venían a mi mente, como el resentimiento, era capaz de distinguirlo de mi verdadero ser, sabiendo que no era algo de Dafa ni lo que Shifu quería. Lo eliminaba de inmediato con pensamientos rectos.

Mi comportamiento demostró que Falun Dafa es grande y que los practicantes de Dafa son buenas personas. Mi yerno finalmente entendió la verdad sobre Dafa, cambió su actitud y finalmente consiguió su ascenso.

Mi hija también fue bendecida por apoyar mi cultivación. Durante la pandemia, era difícil mantener el empleo, pero mi hija no solo tuvo un trabajo estable, sino que le aumentaron el sueldo. Toda su familia vive feliz.

Gracias a Dafa y a Shifu!