(Minghui.org) ¡Saludos, Apreciado Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Durante el último año, más o menos, he pasado por un proceso de cultivación para abandonar mi apego al yo una y otra vez. Ahora le presento mi experiencia al Maestro Li (fundador de Dafa) y la comparto con los demás practicantes.
Una conciencia principal débil
En 2021, debido a que tenía muchas cosas que atender en casa, mi estado de cultivación era un poco flojo. Aunque no tenía sueño mientras estudiaba el Fa, no podía interiorizar el significado más profundo del Fa, y ya no tenía ese sentimiento sagrado y maravilloso como antes.
Los casos de Covid volvieron a aumentar en nuestra región, así que mi hija y yo estábamos trabajando y estudiando desde casa. Un día, mientras enviaba pensamientos rectos, mi hija me dijo: "¡Mamá, tienes la palma de la mano caída!". Me miré la mano y no estaba caída. Mi hija se burló de mí: "¡Seguro que has corregido tu postura rápidamente!".
Empecé a pedirle a mi hija que me recordara si la palma de mi mano estaba abajo de nuevo mientras enviaba pensamientos rectos. Resultó que ella casi tenía que recordármelo cada vez. Al ver que siempre estaba así, dejó de intentarlo y me dejó en paz.
Utilicé mi teléfono móvil para grabarme mientras enviaba pensamientos rectos. Me quedé tan sorprendida que me entró un sudor frío al verme. ¿Cómo podía estar así? ¿Acaso no estaba dormida? También me grabé haciendo la meditación y vi que ¡me adormecía constantemente durante la meditación!
No era fácil mantener la lucidez durante el envío de pensamientos rectos o los ejercicios. No podía permanecer despierta ni unos minutos. Aumenté la frecuencia del envío de pensamientos rectos hasta que pude mantener la palma de la mano en posición vertical durante los 15 minutos. También hice el segundo ejercicio todo el tiempo que pude, y mi estado de cultivación mejoró.
El Maestro dijo:
“Él no quiere hacerse cargo de este cuerpo, él mismo está siempre en un estado de ofuscamiento y no puede reanimarse. En ese momento, la conciencia asistente y los mensajes externos quieren interferirlo” (Sexta Lección, Zhuan Falun).
Me encontré con que me dormía fácilmente cada vez que cerraba los ojos. Sabía que tenía que fortalecer mi conciencia principal. Empecé a recitar Lunyu y a escribirlo una vez al día. Mi mente divagaba a menudo, pero seguía escribiendo. Me impuse una regla: si escribía un carácter erróneo, empezaba todo de nuevo. Un día, tardé siete intentos en terminar de transcribir Lunyu sin ningún error. También comencé a memorizar el Fa. Después de varios meses, mi conciencia principal se hizo más fuerte.
La manifestación de mi apego al yo
Pero, ¿dónde me equivoqué con respecto al xinxing? Busqué, pero no encontré ningún problema. El Maestro utilizó varias formas para iluminarme. Más tarde me di cuenta de que estaba demasiado apegada al "yo".
Pensaba que me había cultivado bien porque me importaba poco la fama, la ganancia o el sentimentalismo; no había casi ningún conflicto que pudiera molestarme. Dormitaba en este hervidero de autoestima como si me hubieran hechizado, alimentando mi "yo" en gran medida.
Cuando estaba memorizando el reciente artículo del Maestro Despierten: “Esta persona se manifiesta como si fuera muy diligente, pretende ser muy tierna y frágil, que puede cautivar muy bien a la gente”. Sentí que esa era yo. Estaba cultivándome en la superficie, pero no cambiaba mi interior. No solo engañaba a los demás, ¡también me engañaba a mí misma!
Cuando tomé conciencia del "yo", el Maestro utilizó un incidente para hacerme ver claramente su manifestación.
Dos hermanas de nuestro grupo de estudio del Fa se vieron envueltas en un conflicto familiar muy tenso. La hermana menor no quería seguir asistiendo al estudio del Fa y quería evitar los problemas. La hermana mayor tampoco podía dejarlo pasar. Miraba con desprecio a la más joven y empezó a experimentar yeli (karma) de enfermedad.
Cuando vi esto, recordé la enseñanza del Fa del Maestro:
“Cuando dos personas tienen conflictos y una tercera persona los ve, incluso esta tercera persona debe pensar sobre qué es lo que ha hecho mal y por qué se le da la oportunidad de ver esa escena” (Exponiendo el Fa en el Fahui del Este de los Estados Unidos).
¿Tenía los problemas reflejados en ellas? Lo pensé detenidamente. ¿No fue la pelea entre las hermanas una manifestación de estar apegada al "yo"? ¿No me obsesionaba también con lo bueno y lo malo de las cosas de forma superficial, y me defendía ferozmente? ¿No utilicé también mi propio estándar para medir a los demás? ¿No me costó también dejar de lado mis propias percepciones? Ya sea que se manifieste como resentimiento o envidia, todo se origina en el egoísmo.
Compartí mi entendimiento con las dos hermanas. Pero ellas estaban consumidas por los sentimientos y les costaba calmarse. Esa noche, envié pensamientos rectos para ellas, con la esperanza de que su verdadero yo pudiera hacerse cargo y manejar el conflicto con pensamientos rectos.
Más tarde, las dos hermanas compartieron conmigo por separado, y ambas se mostraron muy tranquilas y racionales. Les dije que, independientemente del conflicto, no debíamos estancarnos en él. Lo importante es elevar nuestro xinxing.
Nosotros, los discípulos de Dafa, todavía nos estamos cultivando en un laberinto, por lo que no debemos quedar atrapados en lo aparentemente correcto o incorrecto de las cosas y olvidar nuestra intención original. No importa lo que suceda, es algo bueno, porque es una oportunidad para descubrir nuestro apego y eliminarlo.
Cuando las dos hermanas fueron capaces de evaluar las cosas en base al Fa, encontraron sus apegos, y el mejoramiento de su xinxing fue obvio para todos. La hermana menor dejó de lado su sentimiento de autoestima y se volvió muy diligente. También logró avances en la aclaración de la verdad. La hermana mayor, por su parte, superó la importante tribulación de enfermedad. Están trabajando juntas haciendo bien las tres cosas.
Dejar de lado el yo y ser humilde
Inmediatamente después, ocurrió otro incidente que me hizo comprender que el "yo" es un gran obstáculo que me impedía mejorar.
Un día, una practicante me dijo que la carta que le escribí a su hija Mei había provocado que esta (también practicante) perdiera la fe en la cultivación y no quisiera seguir practicando. Como Mei había estado con tribulaciones durante mucho tiempo, me preocupé por ella, así que escribí unas palabras para animarla. Cuando escuché las palabras de su madre, me di cuenta inmediatamente de que algo había estado mal por mi parte: ¿cómo pude causar una influencia tan negativa en Mei? Me culpé por ello.
Después de volver a casa, fui al retrato del Maestro y le dije con lágrimas en los ojos: "He cometido un error. Aunque no sé qué provocó los pensamientos negativos en Mei, mi apego de ayudarla a superar su tribulación en sí mismo es incorrecto. Maestro, por favor, ayúdame a resolver esto y ayuda a Mei a superar esta prueba". Ese día envié pensamientos rectos durante mucho tiempo, eliminando todos los elementos malvados que interferían con Mei. Eran los pensamientos rectos más concentrados y enfocados que había enviado en mucho tiempo, y eran muy poderosos.
Gradualmente, descubrí mi problema: durante mucho tiempo, había compartido mi entendimiento del Fa con todos los practicantes en el grupo, y todos pensaban que era algo muy bueno. Poco a poco, me fui apegando a mi propio entendimiento.
Cuando los compañeros practicantes se encontraban en tribulaciones, tendía a utilizar mi propio entendimiento para "concienciarlos". Puede que estuvieran de acuerdo conmigo en ese momento, pero realmente no les aportaba cambios verdaderos. A partir de este incidente con Mei, me di cuenta de que era mi apego a mi propio entendimiento. Me sobrestimé. Este apego era como un muro que impedía a los demás practicantes mejorar por sí mismos.
Fui a ver a Mei al día siguiente y le pedí disculpas. Tuvimos una charla sincera. Después, me dijo: "Me siento mejor después de hablar contigo, veo esperanza".
Le dije: "Cuando dejé de lado mi apego al yo y nos comunicamos verdaderamente en base al Fa, el Fa te cambió. Todo lo que tenemos que hacer es soltarnos a nosotros mismos y unir humildemente nuestras manos para avanzar juntos".
Ya no me afecta el comportamiento superficial de los compañeros, ya que no es su verdadero yo. En el pasado, a menudo me preocupaba por las tribulaciones de los compañeros, y todo era sentimentalismo humano. Cuando no pude dejar de lado mi propia percepción, puede que haya provocado involuntariamente que su tribulación sea aún más difícil de pasar.
La compasión surge después de abandonar el yo
En este proceso de dejar de lado mi apego al "yo", otra cosa que aprendí es que hay diferentes capas que dejar ir en diferentes niveles. Algunos "yo" son visibles y otros invisibles y difíciles de identificar. Si me aferro a mi entendimiento, será difícil abrirme paso y mejorar.
La manifestación más típica es mirar a los demás por encima del hombro, pensando que soy mejor que los demás. De hecho, esto ya es muy peligroso. Durante nuestra cultivación, tenemos que buscar constantemente en nuestro interior y soltar nuestros apegos al yo.
Cuando soy capaz de soltar mi apego al yo, me vuelvo humilde, capaz de adaptarme, y soy agradecida y comprensiva con los demás. También soy capaz de apreciar a todas las vidas. Siento que los compañeros practicantes son preciosos y extraordinarios, quienes han perseverado durante más de veinte años de persecución.
Cuando me enfrenté a la policía, aprecié la oportunidad de reunirme con ellos, aclararles la verdad como amigos y ayudarles a identificarse con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Creo que solo así podremos estar a la altura de las expectativas de todos los seres conscientes. Esta es mi forma de entender la compasión.
Hace poco, empecé a trabajar con una practicante en un proyecto. Al final del proyecto, tuve que ocuparme de otro asunto urgente, así que se lo pasé a ella. Anoté el proceso detallado de cómo terminar el proyecto.
Como no era experta en tecnología, tardó mucho tiempo, y aun así no pudo terminar. Estaba enfadada. Pensaba que le había causado problemas y quería quejarse conmigo por ello. Cuando volvió a verme, mi cara sonriente le hizo olvidar su queja, como si no hubiera pasado nada. Cuando finalmente me contó la historia, me conmovió.
Después de pasar por este período de cultivación, cuando estudiaba el Fa, desarrollé la humildad y la devoción al Maestro que provenía de mi verdadero ser. Me he iluminado continuamente a los principios del Fa. Estudiar el Fa cada día es la cosa que más feliz me hace. La magnificencia y la belleza de Dafa están más allá de las palabras.
Esta es mi experiencia en mi nivel, por favor, pueden señalar cualquier cosa inapropiada.
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