(Minghui.org) "Proporcionar apoyo técnico a otros practicantes es como la agricultura. Desde la selección de las semillas hasta su siembra, pasando por la fertilización, el desmalezado y el riego, tuve que ayudar en cada paso del proceso. Al ver la cosecha de los practicantes, hermosos materiales de aclaración de la verdad, me alegro mucho por ellos. Sé que ayudarlos es mi papel". - del autor

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¡Saludos, Shifu!

¡Saludos, compañeros practicantes!

Comencé a practicar Falun Dafa en 1996, cuando mis padres iniciaron la práctica. Durante los últimos 20 años, maduré en mi cultivación después de pasar por muchas pruebas y tribulaciones. Gracias a la guía de Shifu, llegué hasta aquí y estoy profundamente agradecida a Shifu.

Durante este 19.º Fahui de China, me complace compartir mis experiencias de apoyo técnico a otros practicantes durante todos estos años, lo que fue un proceso para dejar de lado mi egoísmo y eliminar las nociones humanas.

Los comienzos

Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), ordenó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999. En los primeros años de la persecución, los practicantes que prestaban apoyo técnico en mi localidad fueron detenidos u obligados a vivir fuera de casa (algunos se trasladaron a otros países). En un momento dado, ni siquiera pudimos encontrar un practicante local que instalara sistemas operativos informáticos, y tuvimos que salir de la ciudad para buscar ayuda.

En ese momento, una practicante anciana, Yan, se acercó a mí y me sugirió que ella y yo aprendiéramos a instalar sistemas informáticos juntas [nota del traductor: las computadoras de la China continental suelen venir con todo tipo de programas espía. Los practicantes necesitan instalar versiones limpias de los sistemas y otras herramientas necesarias para diversos proyectos de aclaración de la verdad].

Siempre pensé que el soporte técnico informático era algo que debían hacer los practicantes masculinos. Como mujer, no me interesaba nada de lo técnico, ya que me parecía extraño. Solo quería acceder a Minghui y no pensaba ser una experta. A pesar de mis dudas, no rechacé la petición de Yan porque poder ayudar a otros practicantes en cuestiones técnicas sería algo positivo.

De este modo, Yan y yo empezamos a aprender informática.

Yan es una practicante que presta atención a los detalles y sigue las reglas. Observó cómo un practicante de otra ciudad instalaba sistemas y tomó algunas notas. Pero no lo entendió del todo ni tuvo la oportunidad de instalar los sistemas ella misma. Entonces, las dos tratamos de resolverlo basándonos en sus notas. Fue un proceso de mejora del xinxing. Nos encontramos con muchos problemas en el camino: fue difícil y aburrido.

Ambas éramos novatas y no podíamos entender en absoluto algunos términos técnicos. Muy a menudo, avanzábamos solo un poco antes de atascarnos de nuevo. Cuando eso ocurría, teníamos que probar todo tipo de métodos para resolver los problemas. Era normal que pasáramos mucho tiempo arreglando un problema. A pesar de estos retos, con la ayuda de Shifu, al final pudimos instalar los sistemas con éxito.

Mejorando el xinxing

Yo era impaciente desde la infancia. También tendía a evitar los problemas difíciles y siempre quería que otros se ocuparan de los problemas. Todos estos apegos salieron a la luz cuando presté apoyo técnico a otros practicantes. El Maestro me ayudó a ver que mis nociones humanas aún no habían sido eliminadas.

Una vez un practicante trajo un nuevo modelo de computadora portátil HP que solo soportaba Windows 10. Antes de eso, solo sabía instalar Windows 7 y Windows 8.1, no Windows 10. Y tampoco teníamos practicantes locales que pudieran hacer Windows 10. Entonces pensé que, ya que la computadora venía a mí, tenía que ocuparme de ella en lugar de alejarme. Así que decidí aprender a instalar Windows 10.

En un foro técnico en Internet dirigido por practicantes, encontré algunos materiales de instrucción. Al principio, mis nociones humanas eran fuertes, incluyendo la impaciencia, la frustración y el miedo a la dificultad. Mi mente no estaba tranquila, ni podía leer los materiales de instrucción. De hecho, pensé en abandonar. Entonces me dije: "el pensamiento impaciente no forma parte de mí. Debo calmarme". Sin embargo, mis nociones humanas seguían aflorando. Entonces me di cuenta de que debía trabajar para eliminar mis nociones humanas; de lo contrario, no podría aprender a instalar Windows 10.

Recordé un programa de Shen Yun sobre el Rey Mono, que tomó prestado tres veces el abanico de hojas de palma para apagar las llamas en la Montaña de Fuego. Dado que esta historia apareció en Shen Yun, supe que debía tener algún significado profundo y que estaba relacionada con nuestra cultivación. La Montaña de Fuego era el único camino hacia el oeste para la escritura. Según la teoría de los Cinco Elementos, el fuego corresponde al corazón. Llegué a comprender que mi mal genio es una montaña de fuego en mi camino de cultivación. Tenía que dejarlo ir, apagar el fuego, antes de alcanzar una mente serena. Con este pensamiento, empecé a ordenar las cosas y a oponerme a la versión falsa de mí. Al eliminar esa noción humana, pude calmarme gradualmente. Mi mente estaba más clara y pude seguir leyendo el material de instrucciones.

Siguiendo las instrucciones, descargué el software necesario. Luego leí casi todos los tutoriales sobre la instalación de Windows 10 y comencé a seguirlos paso a paso. Cuando cometía errores, tenía que volver a empezar y rehacer todo. Tardé unos dos días en instalar con éxito Windows 10 para ese equipo HP. Durante ese tiempo, descubrí que cuando dejaba las nociones humanas, Shifu me daba sabiduría y podía avanzar sin problemas. Más tarde, el foro técnico proporcionó un kit de herramientas para la instalación y se hizo aún más simple.

A lo largo de los años vi todo tipo de computadoras de los practicantes. Algunas eran muy antiguos con configuraciones bajas y otros eran ordenadores nuevos de alta gama. Los modelos eran diferentes y había todo tipo de problemas. A veces tomaba un atajo y trasladaba los problemas a otros. Cuando eso ocurría, la situación continuaba y los problemas volvían a mí.

Sabía que eran oportunidades dadas por Shifu para que me deshiciera de los apegos de depender de los demás, evitar las situaciones complicadas y temer las dificultades. Cuando los problemas volvían a surgir, no se los planteaba a los demás y trataba de resolverlos yo misma. Parecía aburrido, pero en este proceso se eliminaron muchas nociones humanas. Con el apoyo de Shifu, también acumulé mucha experiencia y adquirí nuevos conocimientos en el foro técnico. Creo que este camino es mi camino de cultivación. Tuve que cultivarme según los principios del Fa, eliminando las nociones humanas y mejorando con los pensamientos rectos.

Como se menciona en algunos artículos de intercambio de experiencias, los practicantes de soporte técnico son similares a los técnicos comerciales de servicios informáticos a domicilio. La diferencia es que nosotros proporcionamos ayuda de forma gratuita. Por lo tanto, algunos practicantes aprecian mucho a los que tenemos conocimientos técnicos, ya que podemos ayudarles a responder rápidamente a sus preguntas candentes. Como muestra de agradecimiento, a menudo nos ofrecían regalos y se mostraban descontentos cuando los rechazábamos. Como no quería quedar mal y tener apego a los intereses materiales, seguía aceptando algunos regalos baratos, sobre todo cuando me costaba mucho decir que no.

Una vez, después de instalar sistemas para una practicante, ella insistió en darme algo de comida.

"No hace falta que lo hagas. Tengo mucha en casa", le dije.

"Vamos, por favor, ayúdame", dijo ella. "Los compré hace tiempo. Si no los tomas, acabarán en la basura".

Como estaban a punto de caducar, tomé los alimentos.

De camino a casa, volví a pensar en esto y me sentí incómoda. Ayudar a Shifu con la rectificación del Fa es algo muy sagrado, y ¿cómo podría aceptar cosas de otros practicantes? Si ofreciera ayuda a cambio de regalos, ¿seguiría siendo un practicante de Dafa?

También recordé las palabras de Shifu: "Lentamente comienza a aceptar pequeños regalos de recuerdo y gradualmente, cuando le dan cosas grandes, también las quiere y al final no acepta si le dan menos. Finalmente dice: «¿Para qué me dan tantas cosas? ¡Denme dinero!»” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Pensar en las enseñanzas de Shifu me puso los pelos de punta. ¿Qué hice? ¿Cómo podía aceptar regalos después de haber prestado ayuda como practicante? Al volver a casa, comprobé los precios de los alimentos y deposité una suma igual al costo de la comida en una cuenta dedicada al proyecto de Dafa. Lo hice un par de veces y también expliqué a los practicantes por qué no podía aceptar regalos.

Shifu dijo: "Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar” (El cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance). Me di cuenta de que, cuando los practicantes seguían elogiándome después de que los ayudaba, me sentía bien conmigo misma. Cuando eso ocurría, me ponía en alerta, ya que el fanatismo no era mío. Me dije: "La mentalidad de presumir y el fanatismo provienen de la noción de validación propia. No soy yo. Debo negarla ya que podría destruirme".

En mi mente, también recité las siguientes palabras de Shifu: "La mentalidad de ostentación más el apego al fanatismo son aprovechados muy fácilmente por el corazón demoníaco”, (Conclusión definitiva, Escrituras esenciales para mayor avance). De este modo, mis pensamientos erróneos se detenían y volvía a la realidad.

Más tarde ayudé a una practicante anciana llamada Jing, de otra región. Ella trajo su computadora a mi casa. Después de instalar sistemas en su computadora, tuve que enseñarle todo, incluso cómo encender y apagar su computadora. Me impacienté con ella, aunque logré contener mi frustración porque sabía que no era fácil para ella aprender cosas técnicas a una edad avanzada. Aun así, mis nociones humanas seguían surgiendo, me quejaba en mi corazón de que era demasiado tiempo para enseñarle. Durante este proceso, Jing prestaba atención a los detalles y no quería perderse nada. Después de tomar notas paso a paso, finalmente lo aprendió todo.

Al levantar la vista de sus apuntes, Jing me preguntó si podía volver a su casa con ella porque le preocupaba no saber cómo conectar el ordenador a su impresora.

No pude contener mi impaciencia y le dije algo poco agradable. En cuanto esas palabras salieron de mi boca, supe que me había equivocado y me disculpé con ella inmediatamente. Le expliqué que la unidad para la impresora ya estaba instalada en el ordenador y que todo debería funcionar bien. También le hice una copia del disco de la impresora y le dije lo que tenía que hacer si surgía algún problema. Ella anotó los pasos. Le dije que iría a su casa si seguía habiendo problemas.

Mirando hacia atrás, me di cuenta de que todavía me faltaba compasión y tolerancia. Era egoísta y no quería que los demás me quitaran demasiado tiempo. Fue a través de ese incidente que Shifu me ayudó a dejar de lado esta noción humana y a mejorar.

La mayoría de los practicantes a los que ayudé estos años eran practicantes de edad avanzada que normalmente necesitaban más paciencia y tiempo de mi parte. Mientras sea necesario para salvar a la gente, colaboraré incondicionalmente.

Buena colaboración

Los códigos QR de los sitios web de aclaración de la verdad son muy eficaces y fáciles de distribuir. A muchos practicantes les gusta repartirlos. Algunos practicantes dijeron que ciertos códigos QR no funcionaban bien y que el enlace no se abría. Como los practicantes me preguntaban de vez en cuando sobre los códigos QR, supe que tenía que trabajar en el proyecto para salvar mejor a la gente. Así que me descargué programas y tutoriales del foro técnico y me tranquilicé para aprender paso a paso. Después de generar los códigos QR, los probaba y los pasaba a otros practicantes para que los distribuyeran.

Los amuletos en los que se lee "Falun Dafa es bueno" y " Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" también son muy poderosos. Algunos practicantes preferían repartir estos amuletos antes de hablar con la gente sobre Falun Dafa y aclarar la propaganda difamatoria del PCC. Cuando no había muchos amuletos disponibles, los practicantes locales me preguntaron si podía hacer algunos. Al principio, me dio pereza y pensé que no era mi especialidad. Más tarde, más practicantes vinieron a pedirme que hiciera amuletos.

Desde que oí hablar de ello, debía ser algo que debía hacer. Una vez más, descargué tutoriales del foro técnico y aprendí paso a paso. Compré equipos y suministros y produje amuletos muy bonitos. Luego los proporcioné a los practicantes aclarando la verdad cara a cara a la gente. Aunque la fabricación de amuletos supuso un trabajo duro, me alegró ver a los practicantes salir con los amuletos para salvar a la gente.

Algunos practicantes también estaban interesados en crear lugares de producción de material en casa, y vinieron a pedirme ayuda. Como Shifu quería que los practicantes hicieran sitios de producción de material en casa, me di cuenta de que debía ofrecer toda la ayuda que pudiera proporcionar incondicionalmente. En esta región hay muchos practicantes de edad avanzada y algunos no utilizaron nunca las computadoras. Así que tienen que aprenderlo todo, desde la instalación de sistemas hasta la selección de impresoras, pasando por el mantenimiento y la reparación.

Dar apoyo técnico a otros practicantes es como cultivar. Desde la selección de las semillas hasta su siembra, pasando por la fertilización, el desmalezado y el riego, tuve que ayudar en cada paso del proceso. Al ver la cosecha de los practicantes -los hermosos materiales de aclaración de la verdad producidos- me alegro mucho por ellos. Sé que ayudarlos es mi papel.

Creo que este es mi camino de cultivación arreglado por Shifu y decidí hacerlo bien y recorrer el camino bien. Ser una joven practicante es una ventaja y tengo que aprovecharla al máximo.

Ya pasaron más de 20 años y llegué hasta aquí gracias a los cuidados y el apoyo de Shifu. Todavía hay aspectos que debo mejorar. Por ejemplo, tengo pereza y apego a la comodidad, lo que me impide hacer los ejercicios todos los días por la mañana. También tengo ego y no quiero quedar mal. También sigo albergando miedo, por lo que no soy muy buena aclarando la verdad cara a cara. En consecuencia, la mayoría de las veces solo me atrevo a aclarar la verdad a personas mayores con las que me siento más cómoda. Lo haré mejor en el futuro.

Estoy decidida a hacer bien el camino de cultivación restante. Al asimilarme a los principios del Fa, confío en que podré dejar de lado las nociones humanas, mejorarme y estar a la altura de las expectativas de Shifu.

¡Gracias, Shifu, por tu compasiva protección y guía!

¡Gracias, compañeros practicantes!