(Minghui.org) Soy un padre de 45 años y tengo un hijo de 18 años. Vivimos en una gran ciudad del suroeste de China. He estado practicando Falun Dafa desde que estaba en el bachillerato. Han pasado más de 20 años y he aprendido la importancia de una cultivación sólida. Más específicamente, para cultivar la compasión sin egoísmo, es crítico para nosotros eliminar los apegos y asimilarnos a Dafa. A continuación, algunos ejemplos.

Compasión hacia mi hijo

Durante muchos años, sentí que mi hijo tenía muchos problemas y no se comportaba como hijo de un practicante de Falun Dafa.

Durante la infancia, mi hijo era amable e inteligente, aunque un poco terco. Estudiaba con frecuencia las enseñanzas de Dafa y hacía los ejercicios de Dafa conmigo. Cuando hacía algo mal, yo le señalaba sus errores con paciencia y él me escuchaba. Sin embargo, al entrar en la secundaria, los elementos negativos en su mente se hicieron más fuertes por la mala influencia de la sociedad. Por ejemplo, tenía un fuerte ego, despreciaba a los demás, pasaba demasiado tiempo jugando videojuegos, no tenía modales y tendía a imponer su opinión a los demás. Con el tiempo, también dedicó menos tiempo al estudio del Fa.

Mientras hacía mis tareas como padre, tenía con frecuencia tensas discusiones con mi hijo. A medida que mejoraba en el estudio del Fa y en recitar de las enseñanzas del Fa, pude dejar de lado las nociones humanas a través de una cultivación sólida. Aprendí a comprenderlo y a mantener la calma cuando notaba sus diversos problemas. Como pude comunicarme con él racionalmente, nuestra relación se hizo armoniosa. Pero sus hábitos no parecían cambiar.

Mi mujer, que no es practicante, estaba obsesionada con el rendimiento académico de nuestro hijo. Cuando le iba bien en los exámenes, ella se alegraba; si no, se enfadaba y se ponía nerviosa. En consecuencia, los dos tenían con frecuencia conflictos. Por ejemplo, mi mujer decía que nuestro hijo no se esforzaba lo suficiente porque difícilmente estudiaba en casa y cada fin de semana sin excepción, jugaba horas a videojuegos. Por otro lado, nuestro hijo, decía que había hecho su mejor esfuerzo.

Cuando mi mujer y mi hijo tenían conflictos entre sí, yo intentaba mediar, compartiendo con ellos lo que había aprendido de las enseñanzas de Dafa. Sin embargo, en el fondo, estaba de acuerdo con mi mujer. La hija de mi supervisor estaba en el mismo grado que mi hijo, aunque en una escuela diferente. Cada vez que había un examen estándar en la ciudad, mi supervisor le preguntaba cómo le había ido a mi hijo. Casi siempre su hija superaba a mi hijo en esas pruebas estándar. Cuando eso ocurría, yo me consolaba diciéndome que mi hijo era un niño muy inteligente, pero que no estudiaba lo suficiente.

En marzo de 2022, mi hijo obtuvo un resultado pobre en un examen de diagnóstico del último año y su puntuación total bajó docenas de puntos en comparación con una prueba similar anterior, [en China, este tipo de pruebas son indicadores de los resultados que puede obtener un estudiante de último año de bachillerato, en los exámenes de acceso a la universidad]. Mi mujer tuvo una gran pelea con nuestro hijo. Intenté intervenir, pero nadie me hizo caso. Mirando hacia atrás, sabía que yo no estaba contento con la puntuación de mi hijo; con esa mentalidad, mi comunicación con él no fluiría de buena manera. Durante la discusión, repitió una frase que nos había dicho durante años: Soy un ser humano, no un objeto de su pertenencia.

Este incidente me llevó a pensar más profundamente: si un discípulo de Dafa, con frecuencia se encuentra con algo así, es porque el problema debe de estar en su lado. A través del estudio consistente del Fa y mirando hacia adentro, me di cuenta de mi apego al rendimiento académico de mi hijo. Profundizando, encontré mi envidia, pensando que mi hijo debía hacerlo mejor que la hija de mi supervisor, en los exámenes estándar. Me di cuenta de que lo que decía mi hijo era realmente cierto: lo utilicé para satisfacer mi propio ego y vanidad en lugar de tratarlo como un ser individual, con su propio pensamiento. Sin compasión pura, indulgencia o desinterés, no fui capaz de ser realmente respetuoso con él.

De repente me di cuenta de que cada conflicto con mi hijo servía para revelar mis problemas y ayudarme a mejorar. Tenía todos los problemas de los que me quejaba de mi hijo: un gran ego, despreciar a los demás y forzar mi opinión sobre los demás.

Entonces intenté ver las cosas desde el punto de vista de mi hijo. Desde la segunda mitad de su primer año, se esforzaba al máximo con el trabajo escolar. Además de ir a la escuela a estudiar los fines de semana, también se acercaba a sus profesores durante los descansos de las clases para hacerles preguntas: un pupitre vacío junto a un profesor casi se convirtió en su pupitre personal. Por recomendación de sus profesores, también le compramos material de estudio adicional. Con todos estos esfuerzos, mi hijo mejoró rápidamente. Sin embargo, su rendimiento no era estable y se sentía mal por su mala calificación en el mencionado examen de diagnóstico. Llegué a comprender por qué estaba tan molesto e histérico después de que mi esposa se quejara por sus malas notas.

Otro tema en el que pensé fue: las horas que juega videojuegos cada fin de semana. Al dejar de lado mis nociones humanas, comprendí que la sociedad actual ya se ha vuelto así. Casi todos sus compañeros son así y los videojuegos se han convertido en parte de sus conversaciones e interacciones sociales. Como practicante de Dafa, sé que sin Dafa, una persona no puede resistir tentaciones como ésta. Desde que mi hijo había estudiado el Fa a una edad temprana, Shifu ha cuidado de él. Creo que él volverá a la cultivación cuando sea el momento adecuado. Antes de que eso suceda, necesito comportarme bien como practicante de Dafa. Mi nivel de cultivación puro y recto también le ayudará a volver a la cultivación.

Somos individuos separados con pensamiento independiente, y un día mi hijo crecerá y tendrá su propia vida. Aunque soy su padre, no puedo cambiar su vida, la cual está basada en sus relaciones kármicas. Por lo tanto, durante el tiempo que estemos juntos, tengo que criarlo, ayudarlo a forjar su carácter y prepararlo para la cultivación genuina más adelante.

Así que decidí tener una conversación abierta y sincera con él. Una noche, después de recogerlo de la escuela, le hable de mis pensamientos. Le dije que, antes de que se independizara económicamente, le proporcionaría toda la ayuda necesaria en la escuela y en la vida. Mientras él estuviera de acuerdo, lo haría por él sin ninguna presión ni expectativa, ya que sólo le deseaba lo mejor. Mi hijo se quedó callado cuando le dije estas cosas. Cuando terminé, se quedó pensando un rato y me dijo: "He estado diciendo que no soy tu objeto personal. Creo que ahora lo entiendes y ya veremos cómo van las cosas". Sé que detrás de sus palabras estaba su expectativa sobre mí, un practicante de Dafa.

Desde entonces, siempre he tratado de entender las cosas positivamente desde el ángulo de mi hijo. Cuando hablaba con mi esposa, también compartía mis pensamientos, esperando que ella pudiera hacer lo mismo para aliviar la presión y la ansiedad de nuestro hijo. Poco a poco, nuestro ambiente familiar mejoró. Además, también cambié mi actitud hacia la hija de mi supervisor. Ya no sentía envidia cuando le iba mejor que a mi hijo. En lugar de eso, deseaba que le fuera bien en la escuela y que fuera a una buena universidad.

Un día, después del examen de acceso a la universidad, soñé que mi hijo volvía a ser un niño joven, encantador e inteligente. En el sueño, le dije a mi mujer que nuestro hijo había vuelto y que había sido un buen niño todo el tiempo. Al despertar, supe que este sueño era un estímulo de Shifu porque mejoré en este asunto y cultivé la compasión hacia mi hijo.

Compasión hacia un oficial de policía

A principios de este año, tuve un sueño en el que había dos puertas gigantescas. Aunque algunos seres bloqueaban las puertas, pude empujarlas para abrirlas. Entonces vi a muchos practicantes de Dafa de pie en una plataforma alta, observando en silencio la ciudad que teníamos delante. En el sueño, supe que era la ciudad en la que vivo. Con los cadáveres apilados a la altura de un edificio alto, la ciudad estaba quemándose y la escena era horrorosa.

Después de despertarme, seguía pensando en el aterrador sueño. Lo consideré una pista de Shifu para que salváramos a más gente antes de que fuera demasiado tarde. Compartí este sueño con otros practicantes y nos recordamos mutuamente que debíamos cumplir nuestra misión de salvar a la gente. Este es un voto prehistórico que habíamos hecho y yo también me esforcé por salvar a la gente en la vida diaria.

Un día, a finales de marzo de este año, mi familia y yo fuimos a casa de un amigo para que le diera clases particulares de química a mi hijo. Justo cuando mi mujer y yo estábamos conversando con la esposa del amigo, alguien me llamó, era el oficial Lei de la policía local.

Fui a otra habitación y respondí a la llamada. Como hacía tiempo que no nos veíamos, Lei esperaba que tuviéramos un encuentro. Esto me disgustó: había hablado con él sobre Dafa tantas veces a lo largo de estos años, pero seguía acosándome. Le dije que no podíamos reunirnos porque no estaba en casa. Cuando me preguntó a qué hora estaría disponible, le dije que en el trabajo había mucho que hacer y que le avisaría más tarde. Después de terminar la llamada, me sorprendí lleno de pensamientos negativos hacia Lei. Le miraba con desprecio, y también tenía reclamos y miedo en mi corazón. Intenté enviar pensamientos rectos y estudiar el Fa, pero no funcionó, ya que estaba en casa de mi amigo para las clases de química de mi hijo.

Después de regresar a casa, mi hijo necesitaba que le ayudara con algo. Al ver toda esta interferencia, me calmé para mirar hacia adentro. Entonces me di cuenta de algo importante.

Desde que estalló la pandemia, hace casi tres años, no me había reunido con Lei. Como practicantes, sabemos que la epidemia no fue accidental y que los que siguen al Partido Comunista Chino (PCCh) para perseguir a los practicantes inocentes de Falun Dafa, están en peligro. Aunque en este año pensé de vez en cuando en Lei, no le había dicho que las frases "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" podían traer bendiciones. La razón por la que Lei se acercó a mí esta vez, no fue una interferencia para mí. Más bien, fue una oportunidad dispuesta por Shifu para que le diera este importante mensaje.

Con ese pensamiento, todos los sentimientos negativos en mí desaparecieron y mi corazón se llenó de compasión. Llamé a Lei y le dije que podíamos reunirnos al día siguiente a la hora del almuerzo en un cruce de calles cercano. Esto tendría un impacto mínimo en mi trabajo. Lei dijo que no había problema.

Al día siguiente, llegué un poco antes y Lei llegó con un policía joven. Nos saludamos y le pedí disculpas por no haber podido reunirme sino hasta después del mediodía por a mi intenso trabajo. Fue muy comprensivo. Durante nuestra conversación, les conté cómo la sociedad había cambiado drásticamente en las últimas décadas. Aun comparado con los años 80, los valores morales han descendido rápidamente y mucha gente sólo quiere ganar más dinero, incluso a costa de los demás. Les recordé que seguir la propia conciencia y ayudar a los inocentes hará la diferencia, sobre todo teniendo en cuenta la pandemia actual y los innumerables problemas sociales. De hecho, muchas personas han recibido bendiciones por mantener en la mente las frases, "Falun Dafa es bueno" y "Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno".

La conversación fluyó bien y Lei también fue sincero. Le dije que los veía como mis amigos e incluso hermanos. Lei me miró y me dijo seriamente: "Yo también te trato como un amigo". Después de hablar durante unos 20 minutos, nos separamos y volví al trabajo. En mi corazón me sentí aliviado: por fin les había dicho el mensaje importante que ellos necesitaban saber

Compasión por la gente con la que me encuentro

Vivo en un edificio de departamentos. La familia que vive un piso arriba de nuestro departamento, estuvo haciendo renovaciones hace unos dos meses. Cuando retiraron los materiales de demolición, a veces se oían ruidos fuertes. Un día estaba estudiando las enseñanzas de Falun Dafa en casa, cuando oí ruidos de golpes en el toldo metálico fuera del dormitorio principal. Mi mujer fue a revisar y vio cómo caían cosas desde el piso superior. Golpeaban nuestro toldo metálico antes de caer al patio de otra familia en el primer piso.

Mi mujer subió a preguntar qué estaba pasando. Volvió para decirme que la empresa de remodelaciones que trabajaba en el piso de arriba era muy descuidada. No tenían ninguna medida de protección al quitar las ventanas del dormitorio. Como resultado, los trozos de cemento y metal no paraban de caer. "¿Y si la familia en el primer piso resulta golpeada?", preguntó mi mujer. De todos modos, mi mujer dijo a la empresa que pusiera medidas de protección; de lo contrario, se quejaría a la administración de la propiedad y pediría que detenga la remodelación. Después de oír todo esto, también me pareció que la empresa de remodelaciones era demasiado descuidada. ¡Qué sociedad! pensé.

Un día, al subir la escalera a mi apartamento, me di cuenta de que una pieza de la superficie de piedra recién había sido dañada. Debe ser la empresa de remodelaciones, pensé. Poco después de volver a mi apartamento, oí fuertes pasos en la escalera con ruido de golpes: los obreros debían estar bajando las viejas ventanas. ¿Romperían algo más esta vez? Me preocupé. Entonces me di cuenta de repente de mis muchos reclamos y resentimientos. ¿Dónde estaba mi compasión como practicante de Dafa?

Me calmé e imaginé lo que yo haría como trabajador de la renovación. Hacía calor y bajar las voluminosas ventanas del quinto piso no era fácil. Como no había ascensor, sería comprensible dar golpes aquí y allá. Además, desde el Fa, sabemos que todos en esta sociedad podrían venir de un alto nivel para este Fa y han sufrido mucho. Me sentí realmente mal por los trabajadores.

Entonces envié pensamientos rectos para ayudarles a mover los materiales y reducir su carga. Después de eso, escuché que sus pasos ya no eran tan pesados y el sonido de los golpes también había desaparecido. De esta manera, aprendí lo maravilloso que era ser un practicante de Dafa.

Varios días más tarde, cuando salí de casa para ir a trabajar, me encontré con dos trabajadores que trasladaban materiales al piso de arriba. Les conté los hechos de Falun Dafa y uno de ellos accedió a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh). Espero que el otro trabajador también renuncie al Partido algún día.

Otro día, salí durante el tiempo del almuerzo y vi a una mujer que vendía algo en la carretera. Era del campo y no vestía bien. Con un fuerte acento, dijo que había viajado más de 50 kilómetros hasta aquí para vender el hongo reishi. Pero nadie lo compraba y ella no había ganado ni un céntimo en estos días.

Al ver que me miraba con entusiasmo, le pregunté cuánto costaba.

"Está en oferta. Todo esto costaría 200 yuanes", respondió.

No era barato y un practicante no necesitaría comer setas reishi. Pero como habíamos empezado a hablar, decidí comprar la mitad. Ella estaba muy contenta. Mientras embolsaba las setas, le hablé de cómo había cambiado la sociedad con el tiempo.

"Sí, lo sé. ¿Qué podemos hacer?", respondió ansiosa.

Le dije que ser buenas personas nos llevaría a un futuro mejor. También la insté a que renunciara al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Me dijo que quería renunciar a su afiliación a los Jóvenes Pioneros a la que se había unido antes. Antes de marcharme, también le dije que recordara que "Falun Dafa es bueno" y que “Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno".

Después seguí caminando, con la esperanza de encontrar a alguien más a quien aclarar la verdad. Pero la gente se negaba a escuchar o simplemente se alejaba. Entonces pensé en volver a ver a la vendedora de setas y hablarle más sobre Falun Dafa. Pero ¿tenía que comprar más setas? Sí, podía darle algunas a mi madre, ya que hacía mucho tiempo que no la visitaba.

Volví y le dije a la mujer que me gustaría comprar también las setas reishi restantes. Ella estaba encantada y seguía diciendo que yo era una buena persona. Continué compartiendo mi historia personal de la práctica de Falun Dafa, de cómo el PCCh inventó mentiras y escenificó el incidente de la autoinmolación para difamar la práctica. Ella fue receptiva a lo que dije y estuvo de acuerdo en que los practicantes de Falun Dafa son buenas personas.

A medida que me volví más considerado con los demás, mis resultados de aclaración de la verdad también mejoraron. Gané sabiduría para romper las barreras y más gente accedió a dejar las organizaciones del PCCh.

Un día hablé con un taxista sobre la persecución y aceptó renunciar a las organizaciones del PCCh. Cuando llegamos a mi destino, se puso muy contento. "Este es el día más feliz para mí en estos últimos meses", dijo. "Lo que has dicho me ha hecho sentirme muy tranquilo. Si la próxima vez tomas mi taxi, el viaje será gratis".

Al mirar hacia atrás en mi viaje de cultivación, me siento muy afortunado de ser un practicante de Falun Dafa. Poder asimilarnos a los principios de Verdad, Benevolencia, Tolerancia, implica que tenemos que cambiar nuestra mentalidad egoísta y ser considerados con los demás. Sólo entonces podremos alcanzar el estado de desinterés y sabiduría que pertenecen al nuevo cosmos. Durante este proceso, Shifu también ayudará a rectificar nuestro ambiente. Es como lo que escribió Shifu: "La luz de fo ilumina todo, volviendo todo recto, perfecto y brillante”. (Tercera Lección, Zhuan Falun)

Aquí deseo que todos los discípulos de Dafa aprovechemos al máximo el tiempo que nos queda para asimilarnos a Dafa. Volviéndonos más puros y desinteresados, podríamos salvar a más personas y estar a la altura de la compasión de Shifu.