(Minghui.org) La rectificación del Fa está al final de su fase final. No ha sido fácil para los practicantes de Dafa seguir al Maestro Li (fundador de Dafa) para rectificar el Fa hasta el día de hoy. Especialmente porque muchos practicantes de Dafa tienen ahora setenta y ochenta años, y la vida de muchos de nosotros ha sido prolongada por el Maestro. Descubrí que muchos practicantes ancianos a mi alrededor tienen tribulaciones de yeli (karma) de enfermedad que se manifiestan. Algunos de ellos no tienen una conciencia principal clara. Algunos no han hecho los ejercicios durante un año, y otros han olvidado los movimientos de los cinco juegos de ejercicios. Algunos no pudieron dejar de lado su afecto por los niños y fallecieron. Otros no se unen a los grupos de estudio del Fa debido al miedo o al apego a la comodidad.
Una practicante de Dafa que conozco, siempre se había cultivado bastante bien, pero después de que sus hijos se casaron y tuvieron hijos, le pidieron que fuera a los suburbios para ayudarles a cuidar a sus hijos. Así que fue. No podía relacionarse con otros practicantes cuando estaba en los suburbios, y poco a poco se alejó de la cultivación. Entonces se manifestó una tribulación de yeli de enfermedad. Como no podía seguir en los suburbios, regresó a la ciudad.
Después de regresar, los compañeros practicantes fueron a su casa para estudiar el Fa e intercambiar entendimientos de cultivación con ella, y su cuerpo se recuperó.
No se dio cuenta de que era el Maestro quien la salvaba y la ayudaba a deshacerse de su yeli de enfermedad. Puesto que no apreciaba la vida que el Maestro le había extendido, quiso volver para ayudar a sus hijos a cuidar de sus niños. Cuando los practicantes trataron de persuadirla de que dejara de apegarse a la relación con sus hijos, dijo que, si no los ayudaba, no podrían salir adelante. No hizo caso de las recomendaciones de los practicantes y se fue.
Al cabo de unos días, los síntomas de su enfermedad se agravaron y se quedó delgada, como un saco de huesos. No podía mantenerse en pie de forma estable y volvió a la ciudad. A través del estudio del Fa, la práctica de los ejercicios y el intercambio de entendimiento de la cultivación con otros practicantes, se dio cuenta de su error y quiso dejar el apego a sus hijos para cultivarse correctamente. Cuando su xinxing mejoró, el Maestro le dio otra oportunidad. El Maestro limpió su cuerpo para permitirle cultivarse.
Después de la tribulación de la enfermedad, su apego a sus hijos surgió de nuevo. Todavía quería ir a ayudarles cuidando a sus nietos. Dijo que, si no iba, sería demasiado agotador para sus hijos trabajar y cuidar de ellos al mismo tiempo. Los practicantes hablaron con ella y se lo recordaron: Vas de un lado a otro una y otra vez. El Maestro te dio una oportunidad tras otra, pero sigues sin aprovechar las oportunidades: ¿no estás defraudando al Maestro y a su benévola salvación? Sin embargo, no escuchó los amables recordatorios de los practicantes y se fue de nuevo a los suburbios.
Al cabo de unos días, volvió a la ciudad. Esta vez, su enfermedad era tan grave que apenas podía caminar. Si hubiera sido capaz de tratarse a sí misma como una practicante y cultivar con diligencia, el benévolo Maestro aún le habría dado una oportunidad. Pero en cambio, se trató a sí misma como si fuera una paciente. Aunque en un principio, podía ir al baño por sí misma, luego se limitó a tumbarse en la cama y a esperar a que otros la atendieran. Al poco tiempo, falleció. Fue una lección muy dolorosa.
Cada vez que recordamos este asunto, los practicantes de nuestro pequeño grupo se sienten muy culpables. Después de ver que no despertaba de sus errores repetidamente, perdimos la confianza en ella, y al cabo de unos días dejamos de ir a su casa para estudiar el Fa con ella.
Hace poco me encontré con una practicante que dijo que durante los dos últimos años se había caído muchas veces y se torcía el tobillo de tal manera que no podía caminar durante mucho tiempo. Dijo que el Maestro la ayudaba a deshacerse de su yeli. Yo le contesté: "Deja el apego, todo lo que pasa es bueno".
Me fui a casa y me puse a pensar: esta practicante es muy diligente en su cultivación, y ha cargado con muchos proyectos que validan a Dafa. Se ha sacrificado mucho y siempre se mantiene firme cuando las cosas suceden. También tiene mucho miedo. Cuando el Maestro nos ayuda a deshacernos de nuestro yeli, esto no debe afectarnos al hacer las tres cosas. Recordé que un practicante había presentado Dafa a una persona que tenía una enfermedad. Para ayudar a este nuevo practicante que acababa de obtener el Fa, la practicante con el problema del tobillo inició un pequeño grupo de estudio del Fa en la casa de un practicante. Uno de mis parientes no tenía un grupo de estudio del Fa, así que le pedí que se uniera a su grupo. Al principio, la pariente no quería ir, porque nunca se había unido a un grupo de estudio de Fa. Le dije: "Debes ir. Después de ir, no podrás dejar de hacerlo. Cada vez que llegue el día de estudio del Fa en grupo, lo esperarás con ansias y te alegrarás como si llegara el Año Nuevo". Aunque se fue, después de aquello, me dijo: "Hermana, tienes razón. Cada semana espero con ansias este día". Sin embargo, el pequeño grupo de estudio del Fa se disolvería más tarde. Pensé que el hecho de que esta practicante se torciera repetidamente el tobillo podría tener alguna relación con este asunto. Ya que comenzó un grupo de estudio de Fa, ¿no debería continuar en vez de abandonar a mitad de camino?
Hubo un asunto más. Aunque sucedió hace 10 años, todavía puedo recordar este asunto claramente en mi mente.
Un practicante fue secuestrado y enviado ilegalmente a un centro de reeducación por medio de trabajo, así que nuestro grupo de estudio del Fa se disolvió. Después de que el practicante fue liberado, encontré a otro practicante y le dije: "El estudio del Fa en grupo es el camino de cultivación que el Maestro ha dejado para nosotros, así que ¿no deberíamos revivir nuestro pequeño grupo de estudio del Fa? Nuestro ambiente de cultivación actual no servirá". El practicante estuvo de acuerdo así que nos dividimos en dos pequeños grupos, uno para el norte del camino y otro para el sur del camino. Por razones de seguridad, decidimos que cada familia se turnaría para estudiar el Fa. De este modo, revivimos nuestro ambiente de cultivación.
Una practicante del grupo del sur de la carretera estaba asustada y nos pidió que no fuéramos a su casa. Tampoco quería ir a las casas de otras personas. Una noche, tuve un sueño muy vívido, en el sueño, muchas personas estaban en una gran casa. De este a oeste, hacíamos largas y ordenadas colas. De toda esa gente, sólo conocía a dos practicantes de nuestro pequeño grupo de estudio, y estaban de pie al frente de las dos filas del medio (resulta que vivimos en el centro de la ciudad). En ese momento, la practicante que no quería unirse al grupo de estudio del Fa se acercó y quiso unirse a nuestra cola, pero no pudo entrar. Cuando quiso unirse a otro grupo, tampoco pudo entrar en esa cola. Al final, tuvo que marcharse, contrariada.
Me desperté y sentí que este sueño era tan vívido que debía estar tratando de iluminarme en algo. Comprendí que insinuaba que la practicante quería unirse a un grupo de estudio del Fa, pero ninguno de nuestros grupos la quería. Debo buscar a esa practicante y hablar con ella sobre el tema.
Cuando el cielo se despejo, tomé mi desayuno y me fui a la casa de esa practicante. Le conté el sueño que había tenido la noche anterior. La practicante se quedó muy sorprendida. "¿Es verdad?", me preguntó. Le dije: "Hermana, verás, los practicantes de Dafa estaban todos en una cola formando una entidad, cada uno estaba en su posición y tú eras la única que estaba sola. En tu casa sólo estáis tú y mi hermano. Los dos sois practicantes, así que: ¿Cómo es que tenéis miedo de hacer turnos para estudiar el Fa? Déjame hablar con los practicantes y entonces, puedes venir y unirte a nosotros". La practicante aceptó y se unió a nuestro grupo de estudio del Fa. Más tarde, esa practicante no pudo dejar de lado su miedo y no se quedaba en un grupo fijo. A veces, se unía a este grupo y luego se unía a otro grupo unos días después. Ahora, tiene una tribulación que se manifiesta en yeli (karma) de enfermedad y está contratando a un cuidador para que la atienda.
El estudio de Fa en grupo es el camino de cultivación que el Maestro ha dispuesto para nosotros. Es para permitirnos intercambiar nuestros entendimientos de la cultivación y volvernos diligentes en la cultivación juntos. Algunos lugares todavía no han comenzado los grupos de estudio del Fa. Los practicantes en estos lugares todavía se están cultivando solos en casa, así que no pueden leer los materiales de aclaración de la verdad o las publicaciones semanales. ¿Cómo pueden ser diligentes en su cultivación? También hay algunos grupos de estudio del Fa que eran muy buenos en el pasado, pero después de demandar a Jiang Zemin (el antiguo líder del partido comunista) se asustaron y los practicantes ya no se atrevieron a unirse a los grupos de estudio del Fa. Algunos se fueron a casa de sus hijos para esconderse. Hubo todo tipo de situaciones.
No nos queda mucho tiempo para la cultivación. No debemos olvidar nuestros votos prehistóricos ni defraudar a los seres de nuestro mundo. Tampoco debemos defraudar la compasiva salvación del Maestro. El Maestro está preocupado por nosotros.
¡Revivamos nuestros grupos de estudio del Fa a su estado inicial! ¡Volvamos todos a nuestros grupos de estudio del Fa! Recordemos bien las enseñanzas del Maestro:
“Si te cultivas como al principio, de seguro tendrás éxito” (“Enseñando el Fa en el Dia Mundial de Falun Dafa”).
Estoy muy preocupada cuando veo los problemas que han aparecido entre los compañeros practicantes, así que escribí este artículo. Tengan la amabilidad de corregirme si hay algo que mejorar.
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Categoría: Mejorándose uno mismo