(Minghui.org) Antes de conocer Falun Dafa, siempre fui muy competitivo y nunca retrocedía ante los conflictos.

Pero después de aprender Falun Dafa, me convertí en una persona completamente diferente. Viviendo según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, fui capaz de tomar las cosas a la ligera cuando se tocaban mis intereses.

Poseía tierras de labranza y había aceptado que mi hermano mayor utilizara gratuitamente. Él prometió devolvérmela cuando yo quisiera recuperarla. Hace unos años, debido a un proyecto de construcción, el gobierno nos compraba tierras. Cuando lo pedí, mi hermano solo accedió a darme la mitad del terreno. También me retó a demandarle si no aceptaba. Abandoné la idea de luchar contra él y también le dejé la indemnización de 300.000 yuanes  (45.300 dólares) que recibió de la otra mitad del terreno que se negó a devolverme.

Tras la muerte de nuestros padres, mi hermano también tomó posesión de sus tierras y se negó a darnos a mi hermana pequeña y a mí nuestra parte. Mi hermana estaba tan enfadada que estuvo enferma durante más de un año y se negó a seguir hablando con nuestro hermano. La convencí de que se tomara las cosas con calma, ya que no le hacía ningún bien mantener el rencor durante tanto tiempo. Todos teníamos más de 60 años y no valía la pena pelear con nuestros propios hermanos por los intereses creados. Si nuestro hermano quería quedarse con todas las tierras de nuestros padres, que lo hiciera.

Dafa no solo elevó mi carácter, sino que también me protegió en situaciones de peligro.

Un día iba en un autobús cuando una camioneta se cruzó de repente delante de nosotros. Cuando el conductor del autobús pisó el freno para evitar chocar con la camioneta, me caí y me golpeé contra las escaleras.

El conductor me llevó al hospital para que me examinaran. Me encontraron con fracturas en tres costillas de la parte izquierda. La compañía de autobuses se hizo responsable y dijo que cubriría todos mis gastos médicos. Les dije que era practicante de Falun Dafa y que muchas de mis dolencias, incluida la hernia de disco lumbar, se habían curado después de que comencé con la práctica. Les aseguré que también me recuperaría haciendo los ejercicios de Dafa.

El director de la compañía de autobuses se ofreció a darme una suma fija de dinero como indemnización. También me negué amablemente, diciéndole que el Maestro de Falun Dafa siempre nos enseña a ser considerados con los demás.

Al volver a casa, hice los ejercicios de Dafa, a pesar del dolor insoportable. Veinte días después, me recuperé por completo y volví al trabajo. Llamé al conductor y se lo conté. Él y su jefe vinieron a visitarme de nuevo y todavía se ofrecieron a darme algo en forma de compensación. Les aseguré que no quería nada y que entendía que solo había sido un accidente y que el conductor no quería hacerme daño a propósito. Se sintieron muy conmovidos.