(Minghui.org) (Continuación de la Parte 1)
Estudiando en el extranjero
Cuando me fui de China para estudiar el posgrado, perdí mi familiar entorno de cultivación. Los practicantes estaban repartidos por toda la zona a la que me trasladé y se tardaba mucho tiempo en ir de la casa de una persona a la de otra. La mayor parte del tiempo estudiábamos el Fa y hacíamos los ejercicios por nuestra cuenta. Cuando encontraba problemas, ya no podía esconderme detrás de otra persona: tenía que resolverlos yo misma.
Tuve que luchar con la abrumadora cantidad de trabajo académico y, a veces, sentía sinceramente que era imposible. Debido a la tremenda presión, un compañero de clase sufrió una crisis mental y abandonó el programa. Yo continué esforzándome mientras seguía mejorando en mi cultivación. Creo que Shifu nos conoce mejor que nosotros mismos y solo ordena las pruebas que sabe que podemos superar.
También me di cuenta que no hay atajos para los obstáculos y dificultades de la vida. Solo resolviendo cada uno de ellos a medida que van surgiendo no se acumulan. Por ejemplo, cuando estaba en China, siempre hacía lo mínimo para aprobar los exámenes, pero no aprendía realmente los contenidos. Pensaba que estaba siendo "inteligente" y me libraba de tener que trabajar, pero el yeli (karma) que debía no había desaparecido y los problemas que necesitaba resolver seguían ahí.
Ahora que estaba en la escuela de posgrado en otro país, no solo tenía que recuperar lo que no había aprendido en la universidad, además tenía que hacerlo en un idioma extranjero. Era el doble de difícil y requería el doble de esfuerzo. Estudiar en el extranjero no es fácil como creen los estudiantes en China. Sea cual sea el entorno en el que uno se encuentre, tiene que afrontar las dificultades propias del entorno. Cada uno tiene sus propias responsabilidades y su propio camino que recorrer.
Así que agaché la cabeza y seguí adelante. Ya no me preocupaba si tenía suficiente tiempo, sino que me enfocaba en trabajar con solidez y abordar los problemas y temas difíciles de uno por uno. Sin embargo, cuando surgía un proyecto de clarificación de la verdad, le daba prioridad a los proyectos de Dafa. Hay muy pocos practicantes en nuestra zona; si yo no lo hacía, nadie lo haría. Cuando no tenía suficiente tiempo, meditaba en lugar de dormir. Cuando estaba demasiado cansada para continuar, recitaba el Fa de Shifu:
"Al fatigar los músculos y huesos y forjar el corazón y la voluntad” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
“Tomar las penalidades sufridas como gozo” (“Templando la mente y el corazón de uno”).
Shifu me dio sabiduría y me ayudó en mis estudios
Durante un tiempo, no entendía mucho de las clases que se daban en la escuela. Cuando me fui a dormir, vi a Shifu en mis sueños, de pie frente a una pizarra repasando el material cubierto en las conferencias. Shifu me preguntó si lo entendía y le dije que no. Inmensamente compasivo y paciente, Shifu dijo: "Está bien. Te lo explicaré de nuevo". Poco a poco, mis notas siguieron mejorando. Durante el último año del programa, obtuve constantemente notas casi perfectas.
Uno de los exámenes incluía el material de dos libros. Debido a la barrera del idioma, entendí mal al profesor y pensé que solo tenía que estudiar uno de los libros. Aunque estudié mucho, no sabía las respuestas a la mitad de las preguntas del examen, ni una pista. Pensé: "Nada ocurre por casualidad. Esto es solo uno de los obstáculos que hay que superar, ¿no?".
Me tranquilicé y trabajé primero en las preguntas de las que sabía las respuestas, y luego leí las demás. Leí cada pregunta con atención, y como si estuviera charlando con un amigo. Hablé con ellas. Pregunta: "¿Cuál es el principio del ABC?". Leí en voz baja el nombre "ABC" unas cuantas veces mientras hacía la pregunta: "¿Qué significa 'ABC'? ¿Puede presentarse, por favor?".
Después de preguntar un par de veces, me vino a la cabeza una vaga idea. Anoté esta idea, intenté ampliarla a partir de ella y averiguar qué podía significar ABC. Con esta estrategia, terminé de responder a todas las preguntas una por una.
Cuando regresé a casa, encontré inmediatamente el libro que no había estudiado y busqué las respuestas. Me sorprendió que casi todas las respuestas que obtuve eran correctas.
Lo que aprendí de esta experiencia fue que si uno no estudia como se supone que debe hacerlo y depende únicamente de ser un practicante, probablemente no experimentará esos milagros. Sin embargo, cuando tenemos limitaciones pero hemos hecho todo lo posible, Shifu nos ayudará. Lo más importante es que siempre nos esforcemos al máximo.
Ayudando a la promoción de Shen Yun
Al final de mi último año de estudios, me faltaban algunos créditos. La escuela decidió que tenía que tomar dos clases más para completar el programa. Aunque no poder graduarme a tiempo fue muy decepcionante, rápidamente lo superé y me enfoqué en deshacerme de mis nociones humanas sobre este asunto.
Al poco tiempo, los practicantes locales se enteraron que Shen Yun iba a venir a nuestra zona por primera vez. Teníamos que hacer todo lo posible para promocionar el espectáculo. Otra practicante y yo éramos las únicas que teníamos un horario relativamente flexible, así que pensé que estaba destinada a participar en la promoción de Shen Yun.
Después de hablar con la otra practicante, decidimos que ella trabajaría en la promoción de Shen Yun ante grandes grupos y organizaciones y que solicitaría participar en eventos locales, etc. Sus conocimientos de idiomas eran mucho mejores que los míos y tenía experiencia en la organización de grandes eventos. Yo, por mi parte, iría de puerta en puerta y distribuiría material promocional de Shen Yun en zonas residenciales.
Nos levantábamos temprano cada mañana para estudiar el Fa y hacer los ejercicios. Luego nos dedicábamos a las diferentes tareas del día. Yo preparaba mapas de las zonas locales la noche anterior y salía al día siguiente con una gran bolsa de material promocional para cubrir esas zonas. Cuando me encontraba con gente mientras distribuía los folletos y volantes, les hablaba de Shen Yun.
Mi pensamiento era sencillo: solo quería que todo el mundo supiera que "Shen Yun está aquí". Como no tenía auto, recorrí casi todos los rincones de la ciudad a pie. Algunos barrios bonitos están en colinas y las casas están muy separadas unas de otras, así que Shifu arregló que la gente se pusiera al lado de la carretera cuando yo pasara. Llamaban a sus vecinos para que salieran y me escucharan hablar de Shen Yun. Cuando me perdía, siempre había una persona amable que me indicaba la dirección correcta.
Cargar con una pesada bolsa de folletos y caminar todo el día conlleva un gran esfuerzo físico. Al principio, me dolían tanto las piernas que parecía que estaban empapadas de vinagre cuando meditaba por la mañana. Sin embargo, sabía que si no me tomaba en serio mi propia cultivación, no sería capaz de salvar eficazmente a los seres conscientes; entonces, todo lo que haría sería perder tiempo y recursos. Así que apretaba los dientes y aguantaba. Un día estaba tan cansada después de distribuir folletos que, al caminar, mis rodillas se bloquearon y no pude doblar las piernas. Esa noche perdí el último autobús que me llevaba a mi casa y tuve que caminar dos horas para regresar.
Estaba a punto de llorar y surgieron todo tipo de nociones humanas: "¿Me iba a incapacitar si caminaba tanto todos los días?".
De repente pensé: Shifu sabe por lo que estoy pasando. Todo está bajo el control de Shifu y el plan de Shifu es el mejor. Entonces, ¿de qué debía preocuparme? Paso a paso, logré llegar a casa. Tan pronto aparecían malos pensamientos en mi cabeza, los reconocía como interferencias y los eliminaba. Después de unas horas de sueño, al día siguiente me levanté temprano, como de costumbre, para estudiar el Fa y hacer los ejercicios antes de salir a repartir volantes de nuevo. Pronto mis piernas volvieron a la normalidad.
En un artículo de intercambio de experiencias, una practicante dijo que le habían diagnosticado necrosis avascular de la cabeza del fémur, una enfermedad degenerativa que hace que los extremos superiores de los huesos del muslo (fémures) se rompan debido a un suministro de sangre interrumpido y a una mala reparación del hueso. Según una radiografía, tenía esta enfermedad. Sin embargo, esta practicante se sentía completamente bien. Se movía como una persona normal y no sentía ningún dolor.
Me convencí aún más del principio del Fa de que la materia y la mente son lo mismo. Si el pensamiento de uno se limita a esta dimensión humana, sería muy difícil hacer avances en medio de grandes tribulaciones. Solo cuando tenemos la guía del Fa y fuertes pensamientos rectos, podemos elevarnos a un plano más alto y elevarnos por encima y más allá de las limitaciones y engaños de este mundo humano.
El día antes que comenzaran las actuaciones de Shen Yun en nuestra ciudad, salí a distribuir volantes como de costumbre. Terminé en un valle tan hermoso que parecía de otro mundo. Después de doblar una curva y pasar por una colina, un enorme arco iris apareció de repente en el cielo. Fue un espectáculo tan asombroso que lo sentí en mi alma. Sabía que era que Shifu me estaba animando.
Las actuaciones de Shen Yun fueron un gran éxito en nuestra ciudad y se agotaron todas las entradas. Sabía que Shifu nos había fortalecido en este proceso.
Aclarando la verdad a los turistas chinos
Visité otra ciudad para resolver unos asuntos y tuve el resto del día libre. Así que me uní a un practicante en una atracción local para aclarar la verdad a los turistas. Varios autobuses turísticos llegaron y dejaron a sus pasajeros cerca de donde estábamos. Algunos turistas chinos se habían dejado engañar por las mentiras del Partido Comunista Chino (PCCh) que difaman a Falun Dafa y fueron muy hostiles con nosotros.
Aunque no conocía a ninguno de ellos, algunos me insultaron o incluso intentaron pegarme. Intenté sonreír, pero se me llenaron los ojos de lágrimas. Me sentí muy lastimada. Admiré la calma y la compasión de los practicantes que aclaran la verdad en las atracciones turísticas durante todo el año. Recordé que debía mantener la calma.
Mientras veía a un gran grupo de turistas alejarse sin tomar ninguno de nuestros folletos, me sentí muy triste por ellos. Mi compasión debió aflorar. Sabía que era una oportunidad única para aclarar la verdad a estos turistas chinos. Me apresuré a seguirlos y sentí que debía despertarlos. Justo cuando dejé de prestar atención a mis sentimientos heridos para ayudar de verdad a los demás, grité: "Por favor, echen un vistazo a estos hechos. La autoinmolación de la plaza de Tiananmen fue un engaño".
Sorprendentemente, todo el grupo dejó de caminar y se dio la vuelta. Empezaron a conversar conmigo y se pusieron en fila para recibir cada uno de ellos folletos de aclaración de la verdad. Fue justo como lo que dijo Shifu,
“Cuando clarifican la verdad, cuando validan el Fa, y cuando ocurren dificultades mientras hacen cosas, ajústense un poco ustedes mismos y miren las cosas con pensamientos rectos. Puede que sirva bastante” (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).
Un avance para abandonar el sentimentalismo
Después de la escuela de posgrado, comencé mis estudios de doctorado en un instituto de investigación. Me pagaban por hacer la investigación, así que ya no necesitaba trabajar a tiempo parcial para cubrir mis gastos. Empecé a pensar de nuevo en el matrimonio. Tenía casi 30 años y seguía soltera. Volvió a surgir mi apego por tener a alguien de quien pudiera depender.
Después de tener este pensamiento, de repente un antiguo compañero de colegio me contactó. Era muy atento y parecía preocuparse mucho por mí. Sin que me diera cuenta, volvió mi apego a querer que otra persona se ocupara de todas las cosas. Habíamos ido juntos al colegio y nos conocíamos bien, lo que me pareció una gran ventaja: no tenía que dedicar tiempo a conocerlo. Si todo iba bien, incluso podríamos casarnos justo después de que obtuviera mi título. Tal vez podría conseguir un trabajo en su empresa y eso me ahorraría el trabajo de buscar empleo.
Empezamos a salir. Aunque algo no me parecía del todo bien, no quería enfrentarlo. Usé la "tolerancia" como excusa para no profundizar en el problema porque me movía el apego a casarme pronto. Intenté ser amable con él, pero se volvió cada vez más irracional. Finalmente, estalló y me exigió que dejara inmediatamente mi investigación del doctorado y me trasladara a la ciudad donde él vivía. Incluso dijo cosas irrespetuosas sobre mi familia.
No podía dejar mi proyecto de investigación sin terminar y marcharme. Cuando insistí en que tenía que ser responsable con mi tutor y mi proyecto, me dio un ultimátum y me amenazó con terminar. Sin embargo, cuando acepté romper, se retractó y se volvió más razonable y complaciente. Así que volvimos a estar juntos, luego nos separamos, luego volvimos a estarlo, y así sucesivamente.
La sociedad ha decaído tanto que él sintió que mi sinceridad era porque yo era tonta y me menospreció. Después de sentirme horrible hasta el punto de no poder comer ni dormir, me calmé y empecé a examinar nuestra relación con la mente clara.
¿Mi objetivo de casarme era simplemente una búsqueda de la forma de matrimonio? Por supuesto que no. Como practicantes de Dafa, estamos estableciendo una cultura y un estilo de vida para las personas futuras. En cuanto a lo que constituye un matrimonio, muchos textos antiguos dieron la definición: se basa en el amor y el respeto mutuos, el compromiso y el apoyo. El matrimonio no puede basarse en la pasión efímera ni en el interés propio.
No vale la pena confiar en una persona que carece de una moral básica y una conducta recta para el resto de mi vida. Si no tenemos un compromiso y una confianza mutuos ni siquiera al principio y debemos usar trucos para hacer que la otra persona se comprometa, ¿cómo podríamos afrontar los retos que el matrimonio conlleva a largo plazo?
Al final me di cuenta que esta "pareja perfecta", como parecía en la superficie, no era más que otra prueba y otra oportunidad de profundizar aún más para encontrar la raíz de mi apego. Todos los disgustos que experimenté eran probablemente un yeli (karma) que tenía que devolver. A medida que me volvía más y más racional en mi pensamiento, la relación terminó.
Mientras la moral de la sociedad humana sigue decayendo rápidamente, muchas cosas que nosotros, como practicantes, sabemos que no deberíamos hacer se han convertido en algo normal para la gente que nos rodea. Incluso nos miran y piensan que estamos anticuados. Esto hace que me resulte aún más difícil encontrar un cónyuge adecuado. A veces, cuando afloraban mi apego y mi sentimentalismo, pienso: "Si me aferro a estos estrictos principios y me pierdo un buen partido, ¿no sería una pena?".
Pero cuando pensaba en eso con la mente clara, me daba cuenta que la mayoría de los matrimonios no son perfectos. Hoy en día, incluso el matrimonio más perfecto solo dura unos pocos años. Independientemente de esto, la pareja tendría que pasar por el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Si perdiera mi oportunidad de cultivarme en Dafa por unos pocos años de supuesta felicidad, entonces lo lamentaría realmente.
Las mujeres modernas pueden ganarse la vida aunque no se casen. Así que no se enfrentan a tanta presión de la sociedad. Decidí que tal vez estar soltera me daba un mejor entorno de cultivación para templar mi xinxing: es una gran oportunidad para deshacerme de mi dependencia. Es una gran ventaja que ahora no tenga que preocuparme por ganar suficiente dinero para lo básico, como la comida o la ropa, y aún tenga mucho tiempo para mi cultivación y para aclarar la verdad. Mientras deje ir mis apegos y deje que la naturaleza siga su curso, estaré bien. Incluso si el matrimonio no está en mi destino, como practicante de Dafa, el entorno y la situación en la que me encuentro es donde necesito establecer una forma de cultivación para el futuro.
Indagando más, encontré mi apego al miedo de terminar vieja y sola. Esto también es mi noción humana que necesitaba eliminar. ¿Está garantizado que uno no estará solo en un matrimonio? La verdad es que no. Esos sentimientos están causados por nuestras nociones humanas, el yeli y las relaciones predestinadas, y no están determinados por el estado civil.
Muchos jóvenes practicantes prefieren encontrar a otro practicante como compañero de vida. Los practicantes y la gente común tienen una gran diferencia en su pensamiento y conducta personal. Es cierto que tenemos más cosas en común con otros practicantes. Pero aún así, tenemos que tratar la cultivación de nuestras mentes y pensamientos con seriedad.
Salir o casarse con un compañero practicante no garantiza que será fácil, e incluso podría ser más desafiante. Los apegos de los que hay que deshacerse, el esfuerzo que hay que poner en la relación, el compromiso que hay que mantener y la noción sobre el matrimonio y la familia que hay que rectificar, todo esto requiere un trabajo duro. Solo cuando se superan las tribulaciones y se hacen progresos poco a poco, se puede tener un buen final.
Algunos practicantes piensan que mientras sus hijos estudien el Fa, no tienen que dedicar tiempo a enseñarles y guiarlos. En realidad, esto es también un reflejo de querer tomar atajos en sus responsabilidades como padres. En la cultivación de Dafa, nos esforzamos en mejorarnos a nosotros mismos, independientemente de si somos padres o hijos. Sin embargo, como padres en un entorno familiar, se tiene la responsabilidad de educar a los niños. Hay que esforzarse y no se puede aflojar ni un poco. Hacer un buen papel en nuestra sociedad y familia, es armonizar y establecer los principios de este nivel.
Todas las cosas se convierten en algo bueno al final
A través del Fa llegué a entender que cuando los seres divinos arreglan algo, a menudo no es tan simple como parece en la superficie. Después de haber pasado por muchas tribulaciones, empecé a comprender que, aunque la vida está llena de obstáculos y contratiempos, cada persona tiene su propio conjunto único de dificultades que debe superar. Pero con Shifu cuidándote, eventualmente todo se convirtirá en algo bueno. Lo más importante es ser capaz de iluminarse a los principios, cultivarse sólidamente y elevarse.
Shifu dijo:
“Cuando los humanos pasan por tribulaciones y sufren, están pagando ye y, de ese modo, tendrán un futuro feliz. Entonces, un cultivador necesita cultivarse con verdades correctas y rectas” (“Cuanto más se acerca el final, más diligentes deben ser”, Escrituras esenciales para mayor avance III).
Al mismo tiempo, siempre que abandonemos de verdad nuestros apegos, lo que perdamos será compensado de otra forma.
Shifu también nos dijo:
“Así que sea que te encuentres con cosas buenas o malas, mientras te cultives en Dafa, son todas positivas, de seguro” (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005).
Por ejemplo, me sentí muy mal cuando no me fue bien en el examen de ingreso a la universidad y terminé yendo a una universidad por debajo del promedio. Sin embargo, cuando años más tarde me presenté a un instituto de investigación en el extranjero para hacer mi doctorado, fue precisamente por haber hecho mis estudios universitarios en una universidad menos conocida, que pasé la autorización de seguridad del Departamento de Defensa. Mi tutor se sorprendió, ya que muchos solicitantes que habían ido a universidades realmente prestigiosas de China fueron rechazados por este instituto.
Romper con mi novio de la universidad me destrozó y me causó mucho dolor. Dos años después de nuestra ruptura, tuvo un accidente y falleció. Solo tenía veintitantos años. Cada persona tiene su propio destino. Si lo hubiera elegido a él en lugar de a Dafa, aunque nos hubiéramos casado como yo quería y hubiéramos tenido la vida más feliz juntos, solo habría durado dos años. Probablemente me habría convertido en madre soltera y habría tenido que criar a nuestro hijo sola. Habría sufrido más penurias.
Puede parecer que perdí una buena perspectiva de matrimonio en ese momento, pero el amor y la relación que compartíamos eran solo una ilusión temporal. Si algo no estaba predestinado para que sea mío, no podría conservarlo aunque lo intentara. Además, renunciar a un buen trabajo para estar con él me puso en una situación financiera difícil que me llevó a dejar China y a cursar estudios superiores en el extranjero.
De hecho, tuve la oportunidad de ser admitida de forma especial en una universidad durante mi último año de carrera, pero alguien usó medios turbios para sobornar a un administrador clave de la escuela y sustituirme. Me pareció injusto en ese momento, pero más tarde me enteré que todos los estudiantes con admisión especial tenían que escribir una declaración difamando a Falun Dafa para pasar el proceso de revisión política. Mi sustitución se convirtió en cierto modo en una protección contra este ridículo protocolo.
Me tomó un año más terminar mi programa de posgrado. Aunque en ese momento pareció un gran contratiempo y causó mucha presión financiera, ese año me dio la oportunidad de participar en la promoción de Shen Yun y despertar a los seres conscientes. Ese año también me sirvió como amortiguador en lo que respecta a mi relación personal, de modo que no me casé apresuradamente con alguien que no encajaba bien conmigo. El tiempo extra hizo que se revelaran los problemas y los obstáculos ocultos de la relación. Además, ese año adicional me permitió, inesperadamente, solicitar la ciudadanía en el país donde estudiaba. Mirando hacia atrás, no puedo dejar de asombrarme de que todo haya salido tan bien.
Vivimos en una era especial de la historia y vinimos aquí con una misión. Solo cuando nos asimilemos completamente al Fa, podremos armonizar mejor nuestro entorno en conjunto: esto es mejor que hablar mil palabras. El universo entero nos observa y somos la única esperanza de la raza humana. Nuestras palabras y acciones están siendo observadas y contempladas, y nuestra existencia se está convirtiendo en una validación del Fa.
Mi familia me presentó Dafa cuando era una niña. No pasé por una curación milagrosa de la enfermedad, como experimentan muchos practicantes. Mi tianmu (ojo celestial) no está abierto. No he experimentado habilidades sobrenaturales ni he visto nada en otras dimensiones. Por eso, cada vez que mis amigos no practicantes me preguntan por qué creo en Dafa, mi única explicación es que realmente está tocando y rectificando mi corazón, está remodelando mi vida.
Como seres humanos, todos estamos perdidos en un laberinto. Con las diversas trampas y tentaciones que nos rodean, a veces he descuidado mi cultivación. Pero cuando miro hacia atrás en mi camino de cultivación, puedo ver fácilmente el estado físico y mental en el que me encontraba cuando no era estricta conmigo misma y me desviaba de Dafa, comparado con el estado en el que me encontraba cuando tenía fuertes pensamientos rectos y acciones rectas. Era un proceso de limpieza de mis partículas más microscópicas. Mientras nos esforcemos y nos deshagamos continuamente de las cosas malas y nos asimilemos al Fa, Dafa está moldeando nuestras vidas.
Espero seguir cultivándome bien, para poder coordinar con otros practicantes y salvar a más personas.
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