(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa cuando era niña, hace más de 20 años. Me siento extremadamente afortunada y estoy agradecida por la protección y la guía de Shifu mientras me convertía en una joven adulta. Aunque he tenido dificultades y experiencias dolorosas en mi vida, las enseñanzas de Falun Dafa me han ayudado a superarlas y a encontrar mi camino.

Me gustaría compartir mi experiencia con los jóvenes practicantes, así como con sus padres o abuelos practicantes. No siempre es fácil guiar y ayudar a los jóvenes discípulos en su cultivación. Muchas veces, un joven practicante puede estar haciendo muy bien todas las cosas que se supone que los practicantes de Dafa deben hacer, pero eso no significa que entienda verdaderamente el Fa.

Shifu dijo:

“Lo que quiero decirte es que te estás evaluando a ti mismo con los corazones de la gente común, en lugar de mirar a los problemas desde la perspectiva de cultivadores, esto es una omisión en la cultivación” (Despierten).

Creo que cada practicante tiene su propio camino y tiempo cuando se trata de obtener el Fa. Sin embargo, para aquellos que tomamos la práctica cuando éramos niños debido a la influencia de nuestras familias, tenemos que considerarlo cuidadosamente: "¿Por qué queremos seguir practicando ahora que somos adultos jóvenes independientes? ¿Realmente apreciamos el Fa o solo estamos siguiendo a otros practicantes porque no queremos quedarnos atrás?".

Simplemente leer Zhuan Falun todos los días no significa que uno está practicando o interiorizando las enseñanzas. Solo cuando seamos capaces de mantenernos lúcidos y racionales al enfrentarnos a diversas pruebas y tribulaciones en la vida, podremos recorrer bien el camino que Shifu ha dispuesto para nosotros.

La sociedad se ha vuelto bastante caótica y la mayoría de la gente ha perdido de vista lo que es verdadero y lo que es correcto en un entorno tan confuso. Si, como cultivadores, no podemos centrarnos en el Fa, no seremos capaces de mantenernos lúcidos y podríamos ser fácilmente influenciados por nuestros propios apegos y nociones humanas.

Shifu dijo:

“Pero si siguen a Dafa, si siguen lo que Shifu les dice, ustedes tienen vuestro camino, y nadie puede tocarlo. Pero este camino es muy estrecho, tan estrecho que solo va si caminas muy recto, y recién así puedes salvar a la gente. Solo si caminas muy rectamente, no te surgirán problemas” (Qué es un Dafa Dizi, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).

Mientras leía las conferencias recientes de Shifu, noté el énfasis en el requerimiento de "cultivar el xinxing".

Shifu dijo:

“Si ustedes no se cultivan bien no tendrán poderosa virtud, lo que digan no estará en línea con el Fa, y entonces sería imposible salvar a seres conscientes. Cuando lo que dices, no posee poderosa virtud y no tienen ningún poder, no tendrá ningún efecto y la maldad se aprovechará de eso. Lo que es más, si ustedes no se cultivan bien y sus pensamientos rectos son insuficientes, cuando manejen ciertas cosas tenderán a caer dentro de las formas humanas de pensar…” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional de Manhattan, 2005, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. V).

Soy parte de un proyecto de Dafa en el cual tengo que ver los medios de comunicación de la gente común para aprender cómo analizan la actualidad. A veces observo que la gente expresa su desaprobación hacia Dafa y, en respuesta, los practicantes a veces dejan comentarios y entran en debates con ellos.

Cuando pensé en esto, me di cuenta que lo que realmente impide que la gente común aprenda y acepte la verdad sobre Dafa podría ser que los practicantes que conocen no son tan diferentes de la gente común. Estos practicantes no se cultivan diligentemente, no se guían por los principios del Fa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en todo lo que hacen, por lo tanto, no mejoran su xinxing. Puede que no nos demos cuenta, pero la gente común nos observa —nuestras palabras y nuestras acciones. Si no nos hemos cultivado bien, no podremos conmover el corazón de la gente.

A veces, cuando leo artículos de intercambio, puedo percibir el apego de los practicantes a "recibir bendiciones". Piensan que Shifu cuida a los practicantes y a sus familias, de manera que sus hijos seguramente serán aceptados en una buena universidad o encontrarán un buen trabajo.

Sin embargo, Shifu nos dijo:

“Pero para un cultivador, te diré que algo de sufrimiento no es malo, ya que los principios del universo están invertidos en este lugar de humanos; los principios de esta dimensión de la humanidad están invertidos” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Houston).

“De hecho, la cultivación se trata de venir aquí a sufrir, no venir aquí para ser protegido en el mundo humano. Cuando uno estudia Dafa será protegido, pero cultivar Dafa también requiere que uno aguante sufrimientos” (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005).

Además de las graves interferencias que nos impiden hacer bien las tres cosas, tenemos que cambiar nuestra mentalidad y elevarnos por encima de nuestro apego a la fama, el interés propio y el sentimentalismo para ver las verdaderas "bendiciones" en la vida.

Shifu nos puso en diferentes profesiones y diferentes clases sociales para que podamos conectarnos con las personas con las que tenemos relaciones predestinadas y establecer nuestro entorno de cultivación único. Muchas veces, el hecho de que algo ocurra o no depende de que esté destinado a ocurrir. Muchas cosas tienen efectos duraderos en nuestras vidas que son mucho más profundos de lo que podemos percibir. Sin embargo, lo más importante es que seamos capaces de elevar nuestro xinxing en el proceso.

Me gustaría usar mi propia experiencia para ilustrar estos puntos.

Leer el Fa sin entender el Fa

Yo estaba en la escuela primaria cuando mi mamá empezó a practicar Falun Dafa. Me pedía que leyera el Fa con ella, así que leía el libro todos los días. Sin embargo, además de los principios simples de no devolver los golpes y no maldecir cuando te maldicen, trabajar duro, ser amable con los demás y mejorarme moralmente, no entendía muchos principios superiores del Fa. Todo lo que sabía era que Zhuan Falun enseña a la gente a ser buena y que los programas de televisión de propaganda estaban llenos de mentiras.

Poco después de que mi mamá y yo empezáramos a practicar, comenzó la persecución. Los practicantes contrarrestaron la campaña de difamación por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) diciéndole a la gente la verdad sobre Dafa y exponiendo las mentiras del régimen, a pesar de estar en extremo peligro. Aunque yo tenía miedo, hice lo que pude para difundir la verdad de Dafa porque sabía que lo que defendía era correcto y que eso era lo que debía hacer.

Era una niña obediente y madura. Tenía un buen rendimiento académico y era una pequeña discípula diligente. A menudo soñaba que hacía un examen, pero no entendía y no podía responder a ninguna de las preguntas. Cuando era incomprendida o agraviada por los demás, sabía que tenía que soportar, pero me convertía en una "tina llena hasta el borde". Sentía que mi frustración y mi resentimiento podían desbordarse en cualquier momento. No sabía cómo ampliar fundamentalmente mi capacidad.

Mi entendimiento del Fa era superficial y mis nociones humanas me dominaban. Entendía el Fa solo en aspectos que me "beneficiaban". Por ejemplo, Shifu nos dice en Zhuan Falun que la vida de una persona está predestinada, así que esto se convirtió en mi excusa para ser perezosa. No sentía que tuviera que estudiar mucho, ya que mi éxito en la escuela ya estaba predeterminado.

Parecía que me iba bien en los exámenes con un poco de estudio de última hora. Confiaba únicamente en mi condición de practicante y no me esforzaba por aprender realmente los contenidos. Cuando tenía que afrontar tareas o situaciones difíciles, siempre deseaba saltar directamente al final; quería evitar el proceso y las dificultades. Me volví muy dependiente y siempre esperaba que otros se ocuparan de todo por mí.

Aunque siempre sacaba buenas notas y hacía bien las tres cosas, en realidad nunca me asimilé al Fa.

Shifu dijo:

“Todos saben que nuestra vía no elude la sociedad humana común para el xiulian, no evade ni huye de los conflictos” (Octava lección, Zhuan Falun).

Todo iba según lo previsto hasta mi último año en la escuela secundaria, cuando me fue fatal en el examen de acceso a la universidad. Obtuve una puntuación tan baja que solo me aceptaron en una universidad que estaba muy por debajo de mis expectativas. Eso me destrozó completamente.

Una ruptura me hizo volver al Fa

Aunque nunca me importaron mucho la fama y el dinero, anhelaba una relación amorosa y el matrimonio. Detrás de este fuerte deseo estaba mi apego a una "vida feliz" y mi esperanza de encontrar un hombre que me protegiera de las muchas tribulaciones y dificultades de la vida. Por supuesto, me di cuenta de esto mucho tiempo después.

Después de conocer a mi novio en la universidad, perdí todo mi impulso para superarme. Me gustaba que él tomara todas las decisiones por mí, lo que me ahorraba la molestia de pensar. Además de la pereza, ese era también mi miedo: no quería afrontar ninguna de las dificultades y obstáculos que la vida conlleva. Me escondía detrás de mi novio y eludía las responsabilidades.

Para permanecer con él, renuncié a una gran oportunidad profesional que me habría llevado a otra ciudad después de la graduación. Sin embargo, justo cuando abordamos cuidadosamente el tema del matrimonio antes de la graduación, me dijo que tenía que elegir entre Dafa y él. Me dijo que nunca más podría hablar de Dafa delante de su familia ni repartir volantes de aclaración de la verdad. Me explicó que su familia había sido perseguida durante la Revolución Cultural del PCCh y que estaba decidido a no volver a acarrear ese tipo de peligro y humillación a su familia.

Fui educada con valores tradicionales y desde que empezamos a salir, creí que él era la persona con la que me casaría. Iba a ser el único hombre con el que saldría, con el que me casaría y con el que pasaría el resto de mi vida. Mi futuro giraba en torno a él. Ahora, al tener que elegir entre Dafa o él, sentí que mi mundo se derrumbaba.

La verdad es que no me atrevía a decir que dejaría Dafa, simplemente no podía hacerlo. Aunque no era muy diligente en mi cultivación, la sola idea de alejarme de Dafa me causaba un sentimiento horrible, como si mi vida se me estuviera acabando. Permanecí en silencio, así que se dio la vuelta y se marchó.

Las semanas siguientes fueron muy oscuras y me hundí en la depresión. Mi corazón se rompió en mil pedazos y el dolor insoportable parecía permanente. Era una cáscara vacía que se limitaba a pasar por el aro de la vida. En mi cabeza aparecían voces extrañas que me decían que acabara con mi vida. Por suerte, cada vez que surgían esos pensamientos, me venía a la mente el Fa de Shifu con respecto a matar:

“En cuanto a las personas que refinan gong, nuestra exigencia es también comparativamente más estricta; quienes refinan gong no pueden matar vidas” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Este pasaje brillaba como oro en la oscuridad. Las palabras de Shifu me protegieron como un ángel de la guarda.

Mi mamá sabía por lo que estaba pasando, pero no sabía cómo ayudarme. Una noche, me entregó Zhuan Falun y dijo: "Tal vez Dafa pueda ayudar a reparar tu corazón. Una cosa tras otra, ¿no es la vida como un sueño muchas veces? Ahora que estás despierta, es tu oportunidad de empezar de nuevo. ¿Cómo puedes quedarte abajo y no levantarte?".

Siempre había evitado el dolor y la incomodidad, así que nunca me había sentado a hacer el ejercicio de meditación de una hora. Cuando esa noche me senté con las piernas doblemente cruzadas, de repente me di cuenta que el horrible dolor de mis piernas estaba eliminando el dolor que sentía en mi corazón. Con las piernas doblemente cruzadas, sostuve Zhuan Falun con ambas manos y leí cuidadosamente, un carácter a la vez. El intenso dolor reprimía mis nociones humanas y lo único en lo que podía pensar era en enfocarme en cada carácter del Fa.

Después de quién sabe cuánto tiempo, sentí que la palabra "cultivación" saltaba y entraba en mi cabeza, irradiando capas tras capas de oro reluciente, como una flor floreciente. Era tal y como dijo Shifu:

“Porque la cultivación tiene que nacer de tu corazón y te cultivas por tu propia iniciativa. Si entre dolores fuertes que calan hasta los huesos y el corazón, frente a beneficios y fama, y el qing, tú verdaderamente puedes dejar esas cosas, recién entonces te puedes cultivar” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).

Después de esta dolorosa experiencia y tribulación, llegué a entender qué son los discípulos de Dafa y en qué consiste realmente la cultivación de Dafa. El dolor que soporté se convirtió de repente en algo bueno. También obtuve conocimientos sobre muchas cosas que antes solo entendía vagamente, como de dónde vienen los humanos, por qué estamos aquí y qué determina las cosas que suceden en esta vida. Llamar a ese momento un cambio de vida sería quedarme corta: toda mi perspectiva de la vida se elevó a un nuevo nivel.

Se abre una puerta de oportunidades

Después de pasar por la dolorosa ruptura, empecé a entender realmente de qué se trata la cultivación. Sin embargo, otras cosas en mi vida parecían estar en completo desorden. Como no fui a una "buena" universidad y mi especialidad no era popular entre los posibles empleadores, encontrar trabajo fue un desafío. Perdí una gran oportunidad con mi exnovio. Terminé en un trabajo mal remunerado que me puso en una situación financiera muy ajustada.

Aunque mi puesto se consideraba potencialmente lucrativo, me ceñí a los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Fui estricta conmigo y no hice nada que explotara mi posición para beneficio propio. Trabajaba muy duro y dedicaba muchas horas, pero me pagaban el salario básico, que apenas alcanzaba para pagar el alquiler y otros gastos. Muchos compañeros de trabajo y amigos se reían de mí y me llamaban estúpida. Mis familiares me acusaron de haber sido "engañada" por Dafa. Atribuyeron mi fracaso para ingresar a una buena universidad, no saber cómo sobornar y usar las conexiones, y trabajar incontables horas sin ser recompensada, todo a ser "tonta". Se rieron de los principios de Falun Dafa a los que me aferraba.

El estudio diligente del Fa me ayudó a mantener la lucidez durante ese tiempo. No me importaron las numerosas dificultades y no dejé que los comentarios mezquinos de la gente me afectaran. Pregunté a Shifu en mi corazón: "¿Qué debo hacer para validar el Fa? ¿Qué debía hacer para que los demás vieran que los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia que yo mantenía eran lo más valioso de la vida?”.

Tal vez porque puse a los demás en primer lugar, las cosas pronto dieron un giro inesperado. Una amiga de la universidad, con la que no había estado en contacto recientemente, me envió una solicitud para participar en un programa de posgrado en una universidad fuera de China. Me animó a intentarlo.

En ese momento no creía que estuviera en condiciones de solicitar estudios en el extranjero. No podía pagar la costosa matrícula, ni el alojamiento y la comida. No me gradué en una buena universidad y mi nota promedio no era buena, especialmente en los cursos de nivel superior. Mis conocimientos de idiomas no eran buenos. Sencillamente, no podía competir con los que se habían presentado y preparado para estudiar en el extranjero desde que me gradué hace unos años.

Sin embargo, decidí intentarlo ya que la oportunidad estaba ahí. No tenía nada que perder: incluso si fracasaba, podía volver a la vida que llevaba.

Trabajé a tiempo completo mientras reunía y preparaba la documentación para postular al programa de posgrado. Rellené los formularios con información verídica e ignoré las "sugerencias" de los demás de cambiar mis notas para que "parecieran mejores". En el proceso, trabajé continuamente para deshacerme de mis apegos y las cosas transcurrieron sorprendentemente bien. Al poco tiempo, me aceptaron en esa universidad en su programa de posgrado y la matrícula no era tan alta como esperaba. Fue un milagro que todo saliera bien.

Cuando mis amigos y mis familiares se enteraron que me iba a estudiar al extranjero, su actitud dio un giro de 180 grados. De repente estaban dispuestos a escuchar cuando les hablaba de Dafa.

(Continúa en la Parte 2)

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