(Minghui.org) Soy un joven practicante que comenzó a practicar Falun Dafa en 2015. Aunque tuve un comienzo tardío, me siento muy honrado y afortunado de haber aprendido Dafa en medio de la persecución en China.

Cómo me convertí en practicante

Conocí Falun Dafa cuando estaba en la universidad. Un profesor nos habló a otro compañero y a mí de clase sobre la práctica y la persecución. Con la ayuda de los practicantes, adquirí una mejor comprensión de Dafa, y leí el libro Zhuan Falun. Me sentí bien y feliz después de leer el libro, aunque no sabía por qué. Ahora sé que es el tipo de felicidad que uno experimenta al darse cuenta de que el sentido de la vida es volver a su verdadero ser.

Ser una buena persona

Tenía muchos malos hábitos antes de empezar a practicar Falun Dafa. Por ejemplo, me gustaba aprovecharme de la gente y de las situaciones para beneficiarme. Era vanidoso y egocéntrico. Mentía y juraba a menudo. Le contestaba a mi madre e incluso robaba dinero a mi familia. Mi adicción a Internet no hizo más que reforzar estos malos rasgos.

Muchos de estos malos hábitos desaparecieron gradualmente después de convertirme en practicante. Ante una situación ventajosa, me impedía seguir adelante. Cuando alguien me engañaba con dinero, pensaba que se debía a mi yeli (karma) y que era hora de devolverlo. Cuando tenía conflictos con otros, me venían a la mente las palabras del Maestro (el fundador de Falun Dafa) y me contenía para no discutir. Cultivarse en Dafa es realmente sorprendente.

Solía discutir con mi madre. Aunque sabía que tenía buenas intenciones, me negaba a escucharla. Una vez se enfadó tanto conmigo que me tiró un zapato, y me pareció divertido. Una vez la hice llorar, y ni siquiera me sentí mal por ello. No solo no puse a los demás en primer lugar, sino que tampoco pensé que me equivocara.

Después de leer los libros de Dafa, aprendí a comportarme. El Maestro me enseñó a ser una buena persona, a llevarme bien con los demás y a manejar las cosas de acuerdo con el Fa. Me explicó por qué no debemos defendernos cuando nos golpean y por qué debemos poner a los demás en primer lugar. Nadie me había enseñado -con tanta sinceridad y compasión- a comportarme correctamente y sin buscar venganza.

Con el paso del tiempo, mi actitud hacia mi madre cambió. Cuando teníamos un conflicto o una discusión, me ponía en su lugar y no le contestaba. Después le explicaba lo que pensaba. Me sentía mal si mi tono de voz no era amable, ya que debía respetar a mis mayores, y mucho más a mis padres.

Mi madre dijo que, de todos los miembros de nuestra familia, yo soy el que más ha cambiado. Es porque Dafa me transformó, ¡y es realmente increíble!

Convertirse en un auténtico practicante de Dafa

El Maestro nos dijo que estudiáramos el Fa con frecuencia, y creo que debemos seguir sus enseñanzas. Después de leer los libros de Dafa de manera habitual, entendí el significado de la cultivación y la razón por la que somos practicantes en este momento. Es decir, la cultivación no es solo para la Perfección, sino, más importante, tenemos la responsabilidad de despertar a la gente. El Maestro también hizo arreglos para que participara en los esfuerzos de aclaración de la verdad. Un practicante me dio una impresora, y otro me enseñó a configurar y utilizar un ordenador. Finalmente establecí un pequeño sitio de producción de materiales de información de Dafa en casa.

Soy el único practicante en mi familia, y otros compañeros practicantes viven muy lejos, por lo que es fácil volverse negligente en la cultivación. Aunque fui diligente de vez en cuando, no aproveché la oportunidad de aclarar la verdad hace unos años, debido a mi estado de cultivación. No fue hasta el estallido de la pandemia del año pasado cuando me di cuenta de la urgencia de las cosas. El año pasado reorganicé mi horario diario: estudiar el Fa por la mañana, imprimir folletos de Dafa al mediodía y distribuirlos por la tarde después de enviar pensamientos rectos.

Al distribuir los folletos de aclaración de la verdad, la selección de la información es importante, y el contenido del Semanario Minghui es relevante, actualizado y completo, por lo que lo utilizo. Envolví los folletos muy bien y los colgué en las manijas de las puertas. Los distribuí sobre todo durante el día. Cuando terminaba un edificio, esperaba fuera para ver si alguien los tiraba. Vivo en una pequeña ciudad del sur, y nunca vi un folleto de aclaración de la verdad cuando crecía. Así que parecía que la gente estaba esperando aprender sobre Dafa, y mi trabajo era proporcionarles la información.

Distribuir los materiales de Dafa fue un gran reto. Al principio tenía miedo, pero conseguí deshacerme de ese miedo, y ahora puedo hablar con la gente con pensamientos rectos. Si me preguntan cómo pude hacerlo, tengo que decir que fue el poder de Dafa. Sentí la presencia y la compasión del Maestro, que me señalaba las cosas. Cada vez que me encontraba con dificultades, me venían a la mente las enseñanzas del Maestro:


"Todos saben que el mar de los sufrimientos no tiene orilla
Si la voluntad no es firme
Los obstáculos se vuelven como montañas
Cómo trasciendes el mundo mortal”.
(Cortar, Hong Yin (II))

(Escrito al estilo de la poesía lírica de la dinastía Yuan)

Solo llevo seis años cultivándome, pero estoy agradecido por la salvación del Maestro. Lloré cuando escribí este artículo, pensando en mis experiencias. Escribí sobre muchas cosas buenas que he hecho, pero todavía hay muchas áreas en las que no lo he hecho bien.

Por favor, tengan la seguridad de que me cultivaré y haré bien las tres cosas y estaré a la altura de las expectativas del Maestro.

¡Gracias, Maestro!

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