(Minghui.org) Nam Geumrang es una coreana de 77 años que practica Falun Dafa. Tiene una gran compasión hacia aquellos chinos que viven actualmente bajo el régimen del Partido Comunista Chino (PCCh). Lleva más de veinte años resistiendo pacíficamente la persecución y esclareciendo la verdad frente al Consulado Chino en Corea del Sur.
A menudo pueden verse turistas chinos en el Yongdusan Park en la ciudad coreana de Busan. Muchos turistas chinos han aplaudido y elogiado a los practicantes de Falun Dafa por su determinación y por su persistencia. Algunos chinos también han dado un paso al frente para renunciar al PCCh y a sus organizaciones.
Sra. Nam cuelga carteles y reparte folletos cada día frente al Consulado Chino en Busan.
Ser comprensivo al descubrir Falun Dafa por primera vez
La Sra. Nam se encontró por primera vez con practicantes de Falun Dafa cuando estaba ascendiendo una montaña hace veintiún años. Vio a los practicantes meditando tranquilamente con los ojos cerrados durante largo rato. Esto la hizo sentir muy tranquila y maravillosa y decidió aprender la práctica. Después de practicar Falun Dafa, su cuerpo se volvió sano y aprendió a ser más compasiva y considerada con los demás.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una práctica de cultivación de la escuela Buda. Fue fundada por el Sr. Li Hongzhi y se basa en Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Desde la presentación al público en Changchun, China, el 13 de Mayo de 1992, la práctica se ha propagado por más de cien países y regiones y millones de personas se han beneficiado de la práctica tanto física como mentalmente.
La Sra. Nam se enteró de la persecución en China poco después de comenzar la cultivación. Recordó: “Mi cuerpo se benefició casi inmediatamente al comenzar la práctica. No entendía por qué se perseguía a esta práctica. Me entristecí mucho al enterarme de esto y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas”.
Protesta pacífica durante más de 20 años
La Sra. Nam se dio cuenta de que el pueblo chino debería saber la verdad sobre Falun Dafa. Por lo tanto, después de hablar con otro practicante, decidió comenzar una protesta pacífica frente al Consulado Chino en Busan.
Ella cuelga pósteres y pancartas frente al Consulado Chino cada mañana para detener la persecución. También reparte folletos de aclaración de la verdad a los transeúntes. Cuando los chinos se enteran sobre la realidad de Falun Dafa, se sorprenden porque es totalmente lo contrario de lo que ellos escuchan en el continente.
Poco después de que la protesta pacífica comenzara, el Consulado Chino comenzó a interferir y usó todos los medios para perjudicarla. Por ejemplo, alguien en el consulado la insultaba en coreano, entre otras tácticas. También llamaron a la policía y la denunciaron.
La Sra. Nam dijo: “La protesta pacífica es legal en Corea del Sur”. La policía coreana también habló con los funcionarios del consulado chino y les dijeron: “Ni siquiera el presidente coreano tiene el derecho de intervenir en la protesta pacífica”. Entonces el Consulado Chino dejó de interferir y la policía coreana trató cordialmente a los practicantes.
Los turistas chinos apoyan las actividades de aclaración de la verdad
El turismo chino comenzó a aumentar a principios del 2005. Decenas de autobuses llegaban con frecuencia al Yongdusan Park en Busan. Ella pensó que esto era una gran oportunidad para esclarecer la verdad a los chinos. Como resultado, junto a muchos practicantes, realizan más actividades de aclaración de la verdad cuando finaliza la protesta en el Consulado Chino.
“Levantamos los pósteres y las banderas bien arriba para que los turistas chinos lo vean mejor” dijo. “Algunos turistas nos señalan con su dedo y nos insultan, mientras otros se sientan en el autobús y nos dan el visto bueno. Creemos que a aquellos que nos insultan, el PCCh les ha lavado el cerebro. Podemos sentir la sinceridad de quienes nos apoyan cuando son conscientes de la verdad sobre Falun Dafa”.
La Sra. Nam dijo que algunos turistas chinos se emocionaron hasta las lágrimas después de leer las pancartas. Dijo: “Una vez vimos a dos hombres chinos llorar mientras venían hacia nosotros, vinieron y nos dijeron que querían renunciar al PCCh y a sus organizaciones y antes de irse se llevaron algunos folletos de aclaración de la verdad”.
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