(Minghui.org) Mientras cumplía una condena de cinco años por practicar Falun Dafa, el Sr. Wu Haibo fue brutalmente torturado en la prisión de Sihui, en la provincia de Guangdong. La prisión es conocida por el uso de la tortura para intentar obligar a los practicantes a renunciar a su fe. Le rompieron el brazo, le aplastaron todos los dedos de los pies y fue hospitalizado varias veces debido a las heridas.

El Sr. Wu, de la ciudad de Zhanjiang, provincia de Guangdong, fue detenido el 2 de diciembre de 2015 por su fe en Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Fue condenado a cinco años el 8 de junio de 2016. Su apelación fue rechazada en enero de 2017.

Golpes y abusos constantes

Para privar al Sr. Wu del sueño, los guardias instruyeron a los reclusos que se turnaran para vigilarlo. Cada vez que cerraba los ojos, un recluso lo golpeaba con una percha, le echaba agua con colillas en la boca o limpiaba el inodoro con un bastoncillo de algodón y se lo metía en la boca. También se negaban a permitirle que orinara durante más de 24 horas o defecara durante varios días seguidos.

A menudo se lo obligaba a ponerse en cuclillas durante largos periodos de tiempo. Cualquier resistencia se traducía en una brutal paliza.

De vez en cuando, los guardias daban instrucciones a los reclusos para que lo torturaran tres o cuatro veces al día, durante una hora, muchos días seguidos. Los reclusos convirtieron artículos domésticos en instrumentos de tortura. Colocaban la pata de un pequeño taburete en uno de los dedos del pie y luego se sentaban en el taburete o saltaban sobre él. Después de que el dedo del pie se le rompiera y sangrara, un recluso le echó un puñado de sal. Las diez uñas de sus pies se desprendieron o se necrosaron. Los reclusos lo amenazaron: "(Si no renuncias a tu fe), te golpearemos hasta que quedes discapacitado, luego te curaremos y te volveremos a golpear hasta dejarte discapacitado nuevamente".

Los reclusos vertieron agua picante en sus fosas nasales; le echaron agua fría cuando estaba congelada; le golpearon en los dedos de las manos, de los pies y en los tobillos con palos de plástico; y le flagelaron el cuerpo, las manos y los pies con una gruesa suela, dejándole cubierto de moratones e hinchazones.

Desfallecimiento por paliza, puntos de sutura en los labios

En la tarde del 17 de marzo de 2017, el recluso Chen Guoxiong intentó persuadirlo para que renunciara a Falun Dafa. Como se negó a hacerlo y le aclaró los hechos sobre la persecución. Irritado, Chen se levantó y lo golpeó tan fuerte en la cabeza que se desmayó, mordiéndose los labios. Sangraba profusamente por la boca, por lo que el recluso Jiang Shuiping, que tenía formación médica, le presionó los labios y los vendó antes de informar del incidente a los guardias.

Los guardias no se molestaron en preguntar qué había pasado, ya que los practicantes eran lastimados todos los días debido a los golpes. Y nunca se responsabiliza a ningún recluso por causarle heridas a los practicantes.

El guardia Zeng Jianxing y varios reclusos acabaron por llevar al Sr. Wu al hospital de la prisión. Necesitó tres puntos de sutura para cerrar la herida de sus labios.

Pisado en la cabeza, herido en el ojo

En junio de 2017, el Sr. Wu se negó a ponerse en cuclillas para protestar por la persecución, por lo que Wu Zhide y otros reclusos se turnaron para golpearlo y patearlo. Él no se defendió. El jefe de los reclusos, Liu Fei, lo pateó y le pisó la cabeza. Cuando su cabeza golpeó el suelo, su ojo derecho resultó herido y empezó a sangrar.

El recluso Chen Zhiyong lo miró y dijo: "Qué pena. Necesita puntos de nuevo". Al dirigirse al hospital de la prisión, el guardia Long Feizhi dijo a los presentes que el Sr. Wu se había lesionado a sí mismo. En el hospital, Long dio instrucciones al médico para que no pusiera mucho empeño en tratarlo.

Para evitar que otros practicantes vieran la lesión del Sr. Wu, los reclusos lo rodearon mientras regresaban a la celda. Pero las vendas en la cabeza preocupaban al jefe de los reclusos, Liu Fei, así que se las quitó.

Liu Fei le dijo una vez al Sr. Wu: "En realidad, no queremos pegarte, privarte del sueño o impedirte ir al baño. Pero tenemos que seguir las instrucciones de los guardias. Sin sus órdenes, no nos atreveríamos a tocarte. Pero una vez que nos ordenan torturarte, tenemos que hacerlo o no nos reducirán nuestras condenas".

Brazo roto

A pesar de la brutal tortura, seguía negándose a renunciar a su fe, por lo que los guardias tomaron represalias. El 26 de noviembre de 2017, Liu Fei y otros dos reclusos lo sujetaron y lo golpearon con los codos. El Sr. Wu sintió un fuerte dolor en su antebrazo izquierdo. Dijo: "Mi brazo está roto". Cuando se detuvieron y confirmaron que lo estaba, los tres reclusos dijeron inmediatamente: "¡Yo no!". Cuando el Sr. Wu pidió ver a los guardias en ese momento, le respondieron que estaban ocupados.

Más tarde se enteró que los guardias estaban viendo todo en las cámaras de vigilancia y sabían que su brazo estaba roto. Cuando le dijeron que estaban demasiado ocupados para ver cómo estaba, en realidad estaban discutiendo cómo manejar la situación.

Media hora después, los guardias llamaron al Sr. Wu y a dos de los tres reclusos, Liu Fei y Wu Zhide, a la oficina. Un guardia también apellidado Wu le dijo al Sr. Wu: "Te merecías ser golpeado". El recluso Wu Zhide dijo entonces: "No le hemos pegado. Él mismo se cayó y se rompió el brazo".

El médico de la prisión, Liang Ruicheng, fue llamado a la oficina. Comprobó el brazo del Sr. Wu cuidadosamente y primero dijo que el brazo estaba roto, pero pronto se retractó de esa opinión. El guardia apellidado Wu le dijo al señor Wu: "Estás bien. Puedes volver a tu celda".

Cuando Liu Fei volvió a la celda, anunció lo que los guardias le habían ordenado: "Déjenlo (al señor Wu) descansar unos días, y seguiremos golpeándole más tarde".

Debido a las repetidas peticiones del Sr. Wu, el guardia Wu finalmente accedió a llevarlo al hospital, donde una radiografía mostró que su brazo estaba fracturado, pero el médico de la prisión no pudo tratarlo. En la mañana del 8 de diciembre, el Sr. Wu fue llevado al hospital de la ciudad de Sihui. Donde fue operado y le pusieron una placa metálica en el brazo izquierdo.

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