(Minghui.org) Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Gong, una disciplina espiritual de ejercicios y meditación, en julio de 1999, innumerables practicantes han sido perseguidos por defender su fe.

Uno de ellos es el Sr. Wang Xianghui, de 49 años, del condado de Li, provincia de Hebei, que fue detenido y encarcelado en repetidas ocasiones. Fue despedido de su trabajo en marzo de 2001. Cumplió una condena de 11 años de prisión entre 2002 y 2012, y en junio de 2017 fue condenado a 21 meses después de ser detenido de nuevo. Fue puesto en libertad el 15 de marzo de 2019.

Además de la tortura que sufrió él mismo, también perdió a su madre y a sus abuelos debido a la persecución y se vio obligado a divorciarse.

Detenido y vigilado en el trabajo

El Sr. Wang trabajaba como contable en la estación de Guodan para la Oficina de Energía Eléctrica del Condado de Li. Comenzó a practicar Falun Gong en noviembre de 1997 y con el tiempo se recuperó de varias enfermedades.

Después de que el PCCh comenzara a perseguir a Falun Gong el 20 de julio de 1999, fue a Beijing para apelar y fue detenido. Primero lo metieron en un autobús y lo llevaron al Estadio Fengtai. Después, lo trasladaron a una terminal de autobuses. Regresó a su casa dos días después.

Al día siguiente, Liu Xinle, el subdirector del lugar de trabajo del Sr. Wang, le preguntó si había ido a Beijing. Cuando respondió que sí, Liu dijo que los altos cargos habían dado instrucciones para no permitir apelar a los practicantes de Falun Gong. Liu le ordenó que asistiera a una sesión de lavado de cerebro en la oficina. No se le permitió ir a casa y fue vigilado las 24 horas del día durante ese tiempo. Su familia le llevaba la comida a la oficina. Las autoridades le ordenaron que firmara declaraciones de garantía y lo amenazaron con una condena en un campo de trabajo si no cumplía.

Después de que el Sr. Wang fuera liberado, se lo vigiló estrechamente y no se le permitió hacer los ejercicios de Falun Gong. La oficina de mando asoció su "rendimiento" a cinco compañeros de trabajo. Si se descubría que practicaba Falun Gong, los sueldos y primas de los cinco compañeros se verían afectados.

Ilustración de la tortura: Jaula de metal.

El 17 de diciembre de 1999, fue de nuevo a Beijing para apelar a favor de Falun Gong y fue detenido de nuevo. La policía de Beijing le encerró en una jaula metálica y le extorsionó 3.100 yuanes, antes de permitir que la policía de Baoding, en la provincia de Hebei, se lo llevara de vuelta. Fue detenido en el Centro de Detención del Condado de Li por la Oficina 610, con el cargo de "interrumpir el orden social". Su casa también fue saqueada.

El Sr. Wang se negó a responder cuando pasaban lista en el centro de detención y lo abofetearon. Los guardias le quitaron toda la ropa a pesar del frío que hacía y lo obligaron a tumbarse boca abajo en el suelo de cemento. Fue liberado 36 días más tarde.

Tras regresar a casa, se enteró de que la Oficina 610 le había extorsionado 10.000 yuanes a su familia, y 300 yuanes más para los gastos de alimentación en el centro de detención.

No se le permitió volver al trabajo hasta el 1 de marzo de 2000. Su lugar de trabajo le suspendió el sueldo y la prima entre noviembre de 1999 y febrero de 2000. Su prestación en 1999 también fue anulado. En mayo de 2000, la oficina de electricidad redujo su salario al grado más bajo y le informó que era una orden de la Oficina 610.

Desde entonces, durante los aniversarios relacionados con Falun Gong, era llamado a trabajar. Los agentes de la Oficina 610 también lo acosaban constantemente y le amenazaban con no permitirle ir a Beijing para apelar de nuevo a favor de Falun Gong.

Despedido del trabajo y llevado a un centro de lavado de cerebro

El Sr. Wang fue citado en su lugar de trabajo el domingo 18 de febrero de 2001. Lo obligaron a vivir allí y a dormir en su mesa. Un compañero debía acompañarlo si tenía que ir al baño.

El 20 de febrero por la noche, Han Zhongming, secretario de la oficina, lo llamó a su despacho y le preguntó si todavía practicaba Falun Gong. Han dijo que los altos mandos les habían ordenado que trataran a los practicantes de Falun Gong como a las "Cinco Categorías Negras" (en referencia a los terratenientes, los agricultores ricos, los contrarrevolucionarios, las malas influencias y los derechistas) de la Revolución Cultural para que fueran perseguidos. Si los practicantes no renunciaban a Falun Gong, serían sometidos a la lucha de clases y sus familias quedarían arruinadas.

Como el señor Wang insistió en que no renunciaría a Falun Gong, Han leyó un documento del Comité del Partido y le anunció que estaba despedido de su trabajo. Pero aun así tuvo que quedarse en la oficina y ser sometido a un nuevo lavado de cerebro.

El Sr. Wang decidió que no iba a soportar más el lavado de cerebro, así que consiguió escapar el 26 de febrero. Por la tarde, la oficina de energía movilizó a todos los empleados para buscarlo. A las 9 de la noche, un subdirector encontró al Sr. Wang en su casa y le dijo que ninguno de ellos podía volver a casa si no lo encontraban. No dispuesto a dejar que sus compañeros sufrieran, el Sr. Wang volvió al lugar de trabajo.

Cinco días después volvió a escaparse, pero fue encontrado por otro subdirector, que le prometió restituirle el trabajo si volvía. Cuando regresó el 3 de marzo, Chen Dashui, director de la oficina de energía, dijo que podía volver a trabajar y que se le compensaría con 200 yuanes al mes. El Sr. Wang no aceptó las condiciones.

El 9 de marzo se le notificó que la policía tenía intención de detenerle de nuevo. Cuando se disponía a salir y esconderse, fue sorprendido por la policía y llevado a la estacion de policía.

La policía le preguntó: "¿Sigue practicando [Falun Gong]?". Respondió: "Sí", y entonces fue recluido en un centro de detención durante 15 días, acusado de "alterar el orden social".

El 29 de abril, el personal de seguridad de su lugar de trabajo volvió a detenerlo en su domicilio y se lo llevaron al Centro de Lavado de Cerebro de Balizhuang. Se puso en huelga de hambre para protestar por la persecución y se escapó cinco días después, el 3 de mayo. Como vagaba sin hogar para evitar la persecución, la policía lo incluyó en la lista de personas buscadas.

Al no poder encontrar al Sr. Wang, los agentes de la Oficina 610 acusaron a su esposa, agente de policía, de haberlo dejado escapar. La pusieron bajo vigilancia residencial en el trabajo durante una semana, junto a su hijo de cinco años.

Detenido por interceptar la señal de televisión para difundir vídeos sobre Falun Gong

Para exponer la persecución a Falun Gong en China, en agosto de 2002, el Sr. Wang y otros practicantes intervinieron el cable de televisión de la ciudad de Baoding y difundieron vídeos que aclaraban la verdad sobre la autoinmolación de Tiananmen, uno de los mayores montajes propagandísticos fabricados por el régimen comunista para demonizar a Falun Gong.

Fue detenido el 27 de agosto y se le confiscó el teléfono móvil y algo de dinero en efectivo. Fue detenido durante 24 horas e interrogado en el Departamento de Policía del Condado de Xushui. Varios agentes lo golpearon, esposaron, le dieron descargas eléctricas y lo obligaron a sentarse en una silla metálica. Le aplastaron todos los dedos de los pies. También le pusieron un casco para luego golpearle con objetos pesados.

El 28 de agosto, fue llevado al Centro de Detención del Condado de Xushui, donde los guardias le conectaron la toma de corriente a las manos y los pies. Cuando la electricidad atravesó su cuerpo, se estremeció involuntariamente y sintió que su corazón estaba a punto de explotar. Los guardias también le golpearon la pantorrilla con un palo de madera, hasta que se desmayó. Por miedo a que pudiera morir, los guardias le quemaron el dedo con un cigarrillo, despertándolo a causa del dolor.

Durante su detención hasta el 15 de octubre de 2003, realizó varias huelgas de hambre y fue golpeado, abofeteado, obligado a permanecer de pie y golpeado con una tabla de madera. En el gélido invierno, los guardias de la prisión le echaron agua fría y lo dejaron de pie al aire libre durante tres días. Sus pies sufrieron graves congelaciones, su brazo izquierdo quedó incapacitado y se le cayeron cinco muelas.

El 5 de septiembre de 2003, su esposa se divorció porque no podía soportar la presión y temía perder su trabajo y no poder cuidar de su hijo. Sin embargo, siguió visitando al Sr. Wang cada mes después de que este fuera condenado a 11 años.

Condenado a 11 años, perseguido al borde de la muerte

El Tribunal de Xushui condenó al Sr. Wang a 11 años de prisión en octubre de 2003. El Sr. Wang recurrió la sentencia, pero el veredicto fue confirmado. El 15 de octubre, fue trasladado a la Prisión Número 1 de la Provincia de Hebei.

El Sr. Wang y otros practicantes fueron enviados primero al equipo de control estricto y se les obligó a llevar el uniforme de la prisión, a memorizar las reglas de la prisión, a escribir declaraciones de garantía y a ver programas que calumniaban a Falun Gong. Fueron amenazados con obligarles a permanecer de pie si se negaban a cooperar. Cuando el Sr. Wang y otros practicantes iniciaron una huelga de hambre, la prisión envió a cuatro practicantes a la Prisión de Shijiazhuang, mientras que el Sr. Wang y los otros cuatro practicantes restantes permanecieron en la Prisión Número 1 de la Provincia de Hebei. Cada practicante fue llevado a una habitación donde tres reclusos se encargaban de vigilarlos.

Tras más de 20 días en el equipo de control estricto, fue llevado a la División 2 de la Prisión de Baoding y vigilado por cinco reclusos. Se le siguió vigilando cuando iba al baño y se le ordenó escribir declaraciones de garantía y memorizar las normas de la prisión. Como se negó a ceder, le obligaron a permanecer de pie todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, con cuatro horas de descanso entre medio, durante más de 20 días. Después, tuvo que realizar trabajos forzados.

La prisión lo controlaba estrictamente para que no escribiera cartas, ni llamara, ni viera a su familia. La Oficina 610 debía verificar que sus familiares no practicaban Falun Gong antes de que se les permitiera visitarlo. El Sr. Wang fue obligado a escribir informes de pensamiento y a pasar lista más de 10 veces al día. Los reclusos le vigilaban durante todo el año. Como no se le permitía hacer los ejercicios de Falun Gong, desarrolló muchas enfermedades, como mareos, dolores de cabeza, dolores de muelas, diarrea, estreñimiento, dolores de estómago y dolor en los pies. Hizo una huelga de hambre durante siete años y estuvo al borde de la muerte en muchas ocasiones.

Familia separada, abuelos mueren

Durante su larga condena, al hijo no se le permitió verlo. Ansiaba tanto el regreso del Sr. Wang que su apodo en las redes sociales era "Te echo de menos".

La madre del Sr. Wang, la Sra. Liu Guipu, estuvo detenida durante más de siete meses y fue sometida a intensas torturas. Quedó paralizada y postrada en cama durante más de cinco años antes de fallecer en junio de 2017.

El padre del Sr. Wang, el Sr. Wang Pingjun, fue detenido y condenado a un campo de trabajo por negarse a renunciar a Falun Gong. También fue despedido de su trabajo y se le negó el pago de la pensión. Sus propios padres fallecieron uno tras otro tras quedar horrorizados y traumatizados por las repetidas detenciones, saqueos de casas y encarcelamientos de su familia.

El 27 de octubre de 2012, cuando el joven Sr. Wang pudo salir en libertad con un año de antelación, la Oficina 610 se lo llevó al centro de lavado de cerebro y lo mantuvo allí durante más de 20 días.

Ansioso por reunirse con él, su padre acudió al centro de lavado de cerebro para visitarlo, pero se le negó la visita.

Con su licencia de contable y su certificado de electricista invalidados tras años de inactividad, el Sr. Wang tuvo que hacer trabajos esporádicos para ganarse la vida.

Condenado por pedir la vuelta al trabajo

En 2017, para poder pagar los gastos médicos de su madre y la matrícula de su hijo, el Sr. Wang insistió en que la oficina de energía le dejara volver a trabajar. Se negaron, por lo que escribió cartas a altos funcionarios del gobierno y exigió una compensación de la oficina estatal y de información pública con respecto a la Oficina 610.

Como represalia, la policía lo detuvo el 16 de junio de 2017, cinco días después del fallecimiento de su madre.

El 25 de diciembre de 2018, el Sr. Wang fue condenado por el Tribunal del Condado de Li a un año y nueve meses de prisión con una multa de 10.000 yuanes Apeló el veredicto, pero el tribunal superior resolvió mantener su sentencia original. Fue liberado el 15 de marzo de 2019.

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