(Minghui.org) Me mudé nuevamente a la casa de mis padres después de divorciarme. Inesperadamente, el armonioso lugar donde pasé mi infancia ahora me parecía extraño.
Mi madre había adquirido el hábito de acumular cosas. Metía cosas en los armarios y en el refrigerador. El refrigerador estaba siempre lleno. Algunos alimentos se descomponían, pero ella insistía en conservarlos o me pedía que los tirara.
Tengo entendido que desperdiciar comida crea yeli. Como cultivador de Falun Dafa, no quiero acumular yeli. Así que odiaba tirar la comida. Cada día, revisaba las verduras y trataba de cocinarlas antes de que se estropearan. Pero a menudo acabamos comiendo verduras viejas y poco saludables.
Le recordé amablemente a mi madre que comprara menos, para que pudiéramos comer verduras frescas. Ella respondió enfadada diciendo: "¡No me trates como a una niña!". Entonces salió a comprar más. Con tres personas (mis padres y yo) en esta casa, hay dos refrigeradores, que ya tienen sus años, de tamaño considerable, que están completamente llenos de comida. Realmente no sabía qué hacer, y no podía plantear este tema a mi madre.
Sin embargo, como cultivadora de Dafa, sabía que debía mirar hacia adentro y dejar de lado mis apegos. Pero no veía nada malo en que apreciara la comida. Me preguntaba cómo responderle a mi madre. Algunos de mis compañeros practicantes me dijeron que no tenía suficiente compasión. Me di cuenta que se trataba de mi apego al sentimentalismo hacia mis padres.
Quiero a mis padres y deseo que estén sanos, que coman mejor y que tengan una buena vida. También me di cuenta de que compraba mucha fruta que frecuentemente se estropeaba. Pensé que debía comprar menos y mirar hacia dentro, en lugar de centrarme en sus problemas. Centrarme en los demás me hacía sentir confusa y molesta. Estaba muy enfadada conmigo misma por no tener suficiente compasión.
Hace poco tuve otro pensamiento: Si no fueran mis padres; si viviera con una pareja de ancianos con este tipo de hábitos, ¿cómo debería tratarlos? La compasión surgió de repente en mí. Debería tratarlos bien, a pesar de todo. Mis padres me han permitido quedarme con ellos y me preparan los alimentos a diario.
Debería estarles agradecida, en lugar de meterme en sus problemas. Debería tomar la iniciativa de organizar su refrigerador y encontrar tiempo para cocinar la comida almacenada. No debería culparlos y menos ahora que son ancianos.
Solía quejarme cuando hablaba con mi madre; por eso, ella no aceptaba mis consejos. Por otra parte, me fijaba en los problemas de los demás en lugar de mirar hacia dentro y cultivarme.
Con ese pensamiento, la ira, el resentimiento y la impotencia que sentía desaparecieron. Además, mis padres me tratan incondicionalmente bien desde hace más de 50 años. Como hija, la forma en que me comportaba no estaba en consonancia con los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Ser verdaderamente compasivos es ser considerado con todos, incluidos nuestros padres, hermanos, así como con todas las personas del mundo. Al pensar que los padres deben comportarse de una manera determinada, me limitaba a las nociones de la gente común.
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Categoría: Mejorándose uno mismo