(Minghui.org) Mi madre comenzó a practicar Falun Dafa antes del 20 de julio de 1999 (fecha en que comenzó la persecución a Falun Dafa). Después de que el exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, y sus seguidores iniciaran la persecución contra Dafa, mi madre renunció a su cultivación. Tenía miedo y la familia también la obstaculizaba, por lo que dejó de practicar. Después de que empecé mi camino de cultivación en Dafa, siempre quise que mi madre volviera a Falun Dafa. Pero cada vez que la animaba a estudiar el Fa, se mostraba reacia. Decía que si yo quería practicar que lo hiciera, pero que no la 'molestara'.

Inmerso en el sentimentalismo

En aquel momento, yo estaba ansioso, pues temía que, dada su edad avanzada, no habría suficiente tiempo para alcanzar la meta de su cultivación. También estaba molesto, ya que ella sabía claramente lo maravilloso que es Falun Dafa, pero no lo valoraba. Cuando lo compartí con otros practicantes, me ayudaron a ver la ansiedad, el resentimiento y el sentimentalismo hacia mi madre, de los que no me habría dado cuenta.

Después de eso, cuando estaba con mi madre, en lugar de confrontarme con ella, le contaba historias de cultivación y lo que decía el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa). Dejé de lado mi sentimentalismo hacia ella. Cuando se quejaba de los conflictos que tenía con otros familiares, yo le compartía el Fa de Shifu. Poco a poco, ya no mostró resistencia, y estaba dispuesta a recitar: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Y de vez en cuando, escuchaba las grabaciones de las Conferencias del Maestro.

Con el cambio de opinión hacia Dafa, el cuerpo de mi madre también cambió. Dejó de tomar los medicamentos para el corazón que había estado tomando durante mucho tiempo. El proceso de esta situación había sido arreglado por la misericordia del Maestro para ayudarme a eliminar la ansiedad, resentimiento y sentimentalismo hacia mi madre. Recordé cómo era ella antes, y me di cuenta de que gran parte de eso tenía que ver con mis propios apegos.

Aunque mi madre recitaba las frases de Dafa de vez en cuando y escuchaba las grabaciones de las Conferencias del Maestro, seguía sin alcanzar el estándar de un practicante. Cada vez que tenía un conflicto con su nuera, se peleaba con ella como cualquier gente común. Luego resultaba que, tanto luchaba, así de enferma se ponía. Cuando ya no pudo mantener su salud, simplemente fue al hospital.

La tarde del 7 de octubre de 2018, mi hermano me llamó. Cuando me preguntó si estaba ocupado, enseguida supe que se había encontrado con un problema. Sabía que mi hijo se había lesionado tras caerse, que acababa de ser operado y que ahora se movía con muletas. Y que yo tenía que trabajar y al mismo tiempo cuidar de él. Así que, solo después de preguntarle repetidamente, me dijo entonces, que nuestra madre estaba hospitalizada. El médico le dijo que se trataba de una neumonía intersticial, solo superada en gravedad por el cáncer, y que no había ningún medicamento especial para ella, por lo que tuvo que permanecer en el hospital durante mucho tiempo.

Afrontar las dificultades

Esto ocurrió justo en la época de mayor actividad de la cosecha de octubre. Como él tenía que levantar mucho trigo, no podía dedicar tiempo a cuidarla. También me dijo que fue a causa del conflicto con su mujer que nuestra madre acabó siendo hospitalizada. Así que si su mujer se hubiera ocupado de nuestra madre, esta habría estado aún peor. Como no sabía qué hacer, me llamó. Le dije que yo lo resolvería e iría al día siguiente, a cuidarla.

Justo, compré un billete de tren. Decidí que esta vez la haría volver a la cultivación de Dafa. Los hospitales son para tratar a la gente común, no para los practicantes. La haría volver a casa dentro de una semana.

Vi a mi madre al día siguiente al mediodía. Estaba un poco agitada. Me dijo que el médico le había dicho que tenía una enfermedad crónica y que tendría que quedarse en el hospital un par de meses. Cuando le pregunté qué había pasado, me contó que mi cuñada la había tratado mal, hasta el punto de que estaba tan alterada que acabó escupiendo sangre. Dos días más tarde, después de que mi hermano la viera vomitar sangre por la noche, decidió llevarla al hospital.

A medianoche, mi madre se acordó de repente del Maestro, y gritó tres veces: "¡Maestro, ayúdame, por favor!". Después de eso, se quedó dormida y dejó de vomitar sangre. Pero al día siguiente, mi hermano la obligó a ir al hospital. Tras varios estudios clínicos, le diagnosticaron una neumonía intersticial.

Entonces compartí con ella desde la perspectiva de los principios de Dafa. Le dije: "Mi cuñada no practica Dafa. Debes tratarte a ti misma como una practicante. Cuando te encuentres con un conflicto, debes dar un paso atrás, en vez de pelear con otros. El Maestro dijo: “Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer” (Novena Lección Zhuan Falun). Ella te estaba ayudando a mejorar, y es algo bueno. No le agradeciste, sino que te enfadaste con ella. ¿No fue esto incorrecto?".

También le comenté: "Este no es el lugar para nosotros. En el hospital se trata a gente común; nosotros somos extraordinarios, y el Maestro nos protege. Nos iremos a casa dentro de una semana. Sin embargo, el que puedas ir a casa depende de cómo pienses en la situación actual". Ella dijo firmemente: "Esto es una ilusión, no lo reconoceré. Tengo a Shifu para que me cuide. Me equivoqué. Mi mentalidad competitiva es demasiado fuerte. Me rectificaré basándome en el Fa y pediré la ayuda del Maestro para que me fortalezca".

Sus pensamientos se volvieron muy fuertes y rectos, por lo que su estado físico y mental tuvo como resultado su mejoría en comparación con la gente común, en una situación similar. Sin embargo, cuando mis familiares la llamaban y hablaban con ella sobre el motivo de su hospitalización, sus apegos seguían siendo intensos, y mi corazón también se conmovía de vez en cuando al escuchar sus conversaciones.

Pasó rápidamente una semana. Le hicieron otro chequeo y los resultados salieron sin mejoría. Sentí que estaba equivocado y empecé a mirar hacia adentro, y ella también. Debían ser nuestros apegos aprovechados por el mal, para que se retrasara el momento de darle el alta. Tanto ella como yo pedimos al Maestro que nos diera la fuerza para rectificarnos según el Fa. También enviamos pensamientos rectos para destruir todos los factores malignos que interferían con su regreso a casa.

El décimo día, mi madre se sometió a otra revisión. Los resultados seguían siendo los mismos. Ni ella ni yo reconocimos esta ilusión. Negamos toda interferencia y reforzamos nuestros pensamientos rectos, y dejamos todo en manos del Maestro.

El undécimo día, el médico habló con nosotros. Nos dijo que si los exámenes de hoy eran buenos, ella podría irse a casa. Mientras se ocupaba de los procedimientos de alta, también dijo: "Basándome en sus radiografías, no debería haberla dado de alta. Sin embargo, al ver su estado, su tez sonrosada y su buen humor, no creo que debiera seguir aquí. Además, no hay ningún medicamento que podamos recetarle. Así que, por favor, váyase a casa y cuídese mucho". Aunque dijo que iba a retener a mi madre durante dos meses, con la protección del Maestro, nos fuimos a casa después de 12 días.

A través de esta tribulación, una cosa mala se convirtió en algo bueno. Esta vez, mi madre volvió verdaderamente a la cultivación en Dafa. Ella estudiaba el Fa y hacía los ejercicios todos los días. Se hizo tolerante en los conflictos y empezó a mirar hacia adentro. Cuando había un conflicto, decía que era para mejorar su xinxing y que era algo bueno. También clarificó a sus parientes y amigos sobre renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh), y utilizó su experiencia para mostrar el poder de Dafa. Como resultado, muchos familiares y amigos cambiaron su actitud hacia Dafa para mejor.

La historia de mi tía

El mes pasado, mi tía envió un mensaje a su círculo de amigos diciendo que estaba muy deprimida. Cuando mi madre lo leyó, le preguntó qué le pasaba. Resultó que le habían salido unos bultos en la pierna. Habían empezado tres años antes, y aunque se había puesto inyecciones, tomado medicamentos y acupuntura, era la cuarta vez que volvían a aparecer. Cuando fue al hospital, el médico le dijo que la única solución era la cirugía, pero que aun así no había garantía de que eso no volviera a aparecer. Mi tía estaba tan preocupada que no podía comer ni dormir.

Mi madre le contó que otra tía se había recuperado de una hernia de disco lumbar. También le pidió que pidiera la ayuda del Maestro Li y le recordó que recitara "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" para que su salud mejorara. Mi tía lo hizo, y a la mañana siguiente, todos sus bultos habían desaparecido. Enseguida llamó a su hija. Su hija estaba asombrada y dijo: "¡Oh, por Dios! Esto es increíble".

La historia de mi tía menor

La más joven de mis tías solía sufrir de mala salud. Le dije que recitando sinceramente "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", el Maestro cuidaría de ella. Ella no me creyó. También le di un amuleto. Pero después de tenerlo durante un día, me lo devolvió, diciendo que la hacía sentir incómoda. Le dije que todo era bueno, ya que Shifu estaba limpiando su cuerpo. Pero ella seguía sin creerme. Hace unos años, su hija enfermó y fue hospitalizada. No era un buen momento, ya que tenía que cuidar de su hija y de su nieto.

Después de que su hija se recuperara y recibiera el alta del hospital, mi tía se puso muy enferma. Fue al hospital, pero no había nada fuera de lo normal. Sin embargo, seguía sintiendo que le faltaban las fuerzas y siempre estaba de mal humor. También fue a ver a personas para que la trataran de 'posesión de espíritus'. Luego se recuperó durante unos días antes de que su salud empeorara. En dos meses, su peso bajó de más de 68 a 54 kilogramos (unas 150 libras a 120 libras). Su familia estaba muy preocupada, pero no podían hacer nada al respecto.

No podía levantarse de la cama y su mente vagaba por todas partes. Una vez, cuando vio a una adivina, le dijeron que solo viviría hasta los 51 años. Y entonces tenía exactamente 51 años. Yo estaba preocupado por ella. Le dije que solo el Maestro podía salvarla, pero que tenía que creer de verdad en Él y dejar de ver a esas personas que se dedican a los espíritus. Ella dijo que mientras se pusiera bien, seguramente creería en el Maestro y no volvería a cambiar de opinión.

Le dije que pidiera ayuda a Shifu y recitara sinceramente: "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". También la ayudé recitando las frases con ella. Dos horas después, cuando le pregunté cómo se sentía, me dijo que había empezado a tener una sensación de comodidad en la espalda. Le dije que eso era algo bueno, ya que el Maestro había empezado a cuidarla y la había ayudado a limpiar su cuerpo. La animé a seguir recitando. Un poco más tarde, le pregunté cómo se sentía de nuevo. Me dijo que se sentía mucho mejor. Le dije que siguiera recitando las frases.

Al día siguiente por la mañana, tuve una videollamada con ella. Estaba cocinando para su nieto. Me dijo que nunca se había sentido más relajada. Tenía ganas de cantar y bailar. De la noche a la mañana se había convertido en una persona nueva.

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Falun Dafa es extraordinario y magnífico, y su inconmensurable poder alcanza tanto el macrocosmos como el microcosmos. Los casos detallados en este artículo son solo una pequeña manifestación del poder de Dafa en el nivel del mundo secular. Si bien Dafa puede traer bendiciones a la humanidad, lo extraordinario y magnificente de Dafa son más bien para que el ser humano vuelva a su verdadero origen.

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