(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa (también llamado Falun Gong) en mayo de 1996. Durante estos años tropecé muchas veces, pero he recordado claramente que aclarar la verdad y salvar a los seres conscientes fueron los votos que hice antes de bajar al mundo humano, y son algo que debo cumplir.

Aprovechando mi entorno de trabajo

Bajo la abrumadora difamación y persecución a Falun Dafa por parte del Partido Comunista Chino (PCCh), al igual que muchos practicantes de Dafa, perdí mi trabajo por defender mi fe. Más tarde encontré otro trabajo, pero por la misma razón, lo perdí de nuevo. Esto sucedió muchas veces. Luego, encontré un trabajo en una residencia de ancianos, cuidando de ellos. Como a la mayoría de la gente no le gustaba este tipo de trabajo, pude mantener este puesto durante más tiempo.

Elegí este trabajo porque los ancianos de la residencia tienen familiares cercanos, otros parientes y amigos de diferentes estratos sociales y diferentes carreras que vienen a verlos. En otras palabras, hay todo tipo de personas a las que puedo aclarar la verdad, con la esperanza de que elijan un futuro brillante para ellos.

Como practicante de Dafa, hice bien mi trabajo. Atendí a los ancianos con mucha paciencia. Me gané su confianza y la de sus familiares y amigos. Para mostrar su gratitud, muchos de ellos me ofrecieron dinero y todo tipo de regalos. La mayoría los rechazaba, pero a veces insistían. Entonces los compensaba de otra manera.

Mis jefes y los miembros de las familias de los ancianos reconocieron mi ética en el trabajo y el hecho de que rechazara los regalos. Me elogiaron por ser una persona verdaderamente buena y comentaron que hoy en día es difícil encontrar una persona así. En consecuencia, me calificaron muchas veces de "empleada excelente".

La gente escuchaba lo que tenía que decir y aceptaban los materiales de aclaración de la verdad y los calendarios Minghui que les ofrecía. Incluso ayudé a muchos de ellos a renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles afiliadas.

Una hija satisfecha

La hija de uno de mis clientes estaba muy satisfecha con la forma en que atendí a su padre, e intentó darme algo de dinero varias veces, el cual siempre lo rechazaba amablemente diciéndole: "Practico Falun Gong y sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia". El fundador de Falun Dafa, el Maestro Li Hongzhi, nos enseñó a ser considerados y amables con los demás en todo lo que hacemos. Solo hago lo que mi Maestro nos pide que hagamos".

Le di algunos materiales de aclaración de la verdad, DVDs y amuletos, para ayudarla a comprender en profundidad Dafa. Ella los aceptó todos, y más tarde renunció al PCCh y sus organizaciones juveniles. Compartió la información que aprendió con su familia y amigos: las cuales fueron más de 20 personas, y casi todas ellas renunciaron al Partido.

Un Oficial de policía jubilado y sus dos hijos

Había un oficial de policía retirado que vivía en la residencia de ancianos, el cual era muy hablador y siempre charlaba conmigo. Pude aprovechar esta oportunidad para hablarle de Dafa y ayudarlo a renunciar al PCCh.

Me dijo que ya había recibido llamadas de practicantes de fuera de China hablándole de Dafa y persuadiéndole de renunciar al PCCh, que las escuchó, pero que decidió no renunciar. Después de hablar con él varias veces, conseguí convencerle de que Dafa es bueno, y renunció al Partido.

Aprecio de verdad lo que hacen los practicantes de fuera de China al llegar a la gente de China, eso sienta una buena base para nuestros esfuerzos de aclaración de la verdad aquí.

El policía tiene dos hijos; uno es policía y el otro trabaja para el gobierno municipal. Ambos renunciaron al PCCh cuando les hablé de Dafa.

Ayudando a los familiares a renunciar al partido

A veces, cuando una persona mayor fallecía o era trasladada a otro lugar, y todavía no había ayudado a algunos de sus familiares a renunciar al PCCh, me preocupaba mucho por ellos. Así que el Maestro hizo que vinieran a verme para pedirme algo. Aproveché la oportunidad para hablarles de Dafa y ayudarles a renunciar al Partido.

En una ocasión, un anciano de la residencia falleció, pero su yerno aún no había renunciado al Partido. Lo ayudé con los preparativos del funeral y aproveché la oportunidad para aclararle los hechos. Finalmente renunció al Partido.

La hija de una anciana y sus dos hijos gemelos vinieron de Japón a verla. Les aclaré la verdad y les ayudé a renunciar al Partido.

Un pariente lejano y su familia vinieron a visitar a un anciano en la residencia. No habían tenido mucho contacto con él antes, pero de repente vinieron a verlo varias veces. Les hablé de Dafa y les ayudé a renunciar al PCCh.

Ayudando a los colegas

Parte del personal que trabajaba en la residencia de ancianos eran voluntarios que venían a ayudar a los ancianos, por ejemplo, a hacerles pedicurías y cortes de pelo. También venían médicos y enfermeras. Aprovechaba cualquier oportunidad para aclararles la verdad.

Una compañera de trabajo se convirtió en muy buena amiga mía después de renunciar al PCCh. A menudo me pedía material informativo para llevárselo a casa y dárselo a su marido. Cuando su marido terminó de leerlos, se los llevó a su lugar de trabajo para compartirlos con sus compañeros. Se llevó unos cuantos reproductores de MP3 con información sobre Dafa. Se quedó con uno y dio los otros a sus compañeros de trabajo. Dijo que quería leer, pero también escuchar información sobre Dafa.

Una cuidadora de la residencia de ancianos empezó a practicar Falun Dafa después de que le aclarara la verdad.

Fiesta de excompañeros de clase

En 2017, nuestros excompañeros de clase, que no se habían reunido desde hacía más de 30 años, celebraron una fiesta. Algunos trabajaban en diferentes niveles de gestión en instituciones, otros estaban en la administración, o enseñaban en las escuelas del municipio, y otros trabajaban en las áreas políticas y legales. La mayoría eran miembros del PCCh. Como apenas nos veíamos, sabía que tenía que hacer bien en aclararles la verdad.

Después de que los compañeros practicantes se enteraran de la fiesta, me ayudaron a hacer muchos materiales informativos sobre Dafa. Algunos imprimieron el folleto "Una carta para las personas predestinadas", otros compraron un lector de tarjetas digitales para mí, otros compraron algunas tarjetas de memoria y descargaron en ellas el contenido de aclaración de la verdad, y otros compraron pequeñas bolsas de plástico para meter todos estos materiales.

Tuve todo listo unos días antes de la fiesta. Envié intensamente pensamientos rectos y pedí al Maestro que me diera fuerza.

En la fiesta, mis excompañeros se sentaron alrededor de las mesas del comedor y charlaron entre ellos. Así que aproveché esta oportunidad para ir a cada mesa y despertar su conciencia, y les entregué las bolsas de materiales que habíamos preparado.

Al final, los 27 compañeros que se habían afiliado al PCCh decidieron renunciar al Partido. Agradecí sinceramente al Maestro su cuidadosa disposición. Mientras tengamos el deseo de salvar a la gente, el Maestro hará los arreglos por nosotros.

Visitando las tiendas locales

Una amiga mía tiene una tintorería. A menudo iba a visitarla, para poder hablar con los clientes de allí sobre Falun Dafa. Cuando terminaba de hablar, me ayudaba a repartir materiales informativos y DVDs. También entregaba a sus clientes los materiales que yo dejaba en la tienda. Antes del Año Nuevo Chino, me ayudó a repartir calendarios Minghui.

Había una persona que iba a menudo a la tintorería a charlar. Después de conocer la verdad sobre Dafa, se lo contó a sus amigos y familiares y ayudó a más de 60 personas a renunciar al PCCh.

Cuando necesitaba que me cortaran el pelo, no me quedaba con un solo peluquero. Cambiaba de peluquería después de hablar con ellos sobre Falun Dafa. Aprovechaba la oportunidad para hablarles de Dafa mientras trabajaban. Les di materiales informativos y memorias USB. Las aceptaban y me daban las gracias, les decía que dieran las gracias al Maestro de Dafa y que recitaran las frases "¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!" tanto como pudieran para garantizar su seguridad.

También fui a los mercados y supermercados abiertos. Algunos de los jóvenes empleados allí eran muy amables, y normalmente renunciaban al PCCh después de que yo consiguiera despertar su conciencia. Siempre que veíamos personal nuevo allí, los compañeros y yo hablábamos con ellos. A veces nos pedían materiales cuando nos volvían a ver, y de vez en cuando nos gritaban: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Despertando la conciencia de la gente

Muchas veces los practicantes y yo hablábamos con los transeúntes en la calle. La mayoría nos escuchaba y aceptaba nuestros materiales. A veces también entrábamos en edificios residenciales para repartir materiales y poner notas adhesivas de aclaración de la verdad.

Una vez hablé con un trapero. No esperaba que fuera educado, pero pidió varios materiales diferentes después de escucharme. Más tarde me encontré con él varias veces. Cada vez me pedía material actualizado.

Una vez, al acercarme a una parada de autobús, una joven corrió hacia mí. Me pidió que le prestara un yuan para pagar el billete de autobús. Pensé que esta niña era probablemente alguien que tenía una relación predestinada conmigo, así que le di el dinero de inmediato. Rápidamente le hablé de Dafa y la ayudé a renunciar a los Jóvenes Pioneros (una organización afiliada al PCCh). Al día siguiente volví a encontrarme con ella. Me devolvió el dinero y me dio las gracias de nuevo. Después no volví a verla.

A veces me encontraba con personas que me gritaban o maldecían. Algunos incluso me amenazaron con llamar a la policía. En una ocasión, aclaré la verdad a un hombre de mediana edad. Parecía estar escuchando atentamente, pero de repente me agarró las manos y me dijo: "Tú eres de Falun Gong. Te llevaré a la comisaría".

No dije nada, me quedé tranquila y envié fuertes pensamientos rectos para pedir la ayuda del Maestro. El hombre me soltó las manos de inmediato, se dio la vuelta y se fue.

Haciendo llamadas telefónicas

Empecé a hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad en 2011. Al principio, llevaba conmigo cinco o seis teléfonos móviles para hacer las llamadas. Marcaba los números y ponía los mensajes grabados. También llevaba folletos de aclaración de la verdad, DVD y otros materiales, y los repartía entre la gente.

Me pasó que con una tarjeta telefónica que tenía, y en la cual no había puesto dinero durante nueve meses, todavía funcionaba. Pensé: Esto es para animarme y ayudarme a hacer llamadas gratuitas para salvar a más gente.

Hablando con los agentes de policía

El PCCh llevó a cabo una campaña de "llamadas a la puerta" en todo el país en 2018. Los agentes de policía vinieron a mi casa para acosarme muchas veces. La última vez que vinieron trajeron a algunos asistentes de las fuerzas del orden. Yo no estaba en casa, así que le dijeron a mi hijo que me hiciera ir a la Estación de Policía.

Comenté este asunto con los practicantes de nuestro grupo de estudio del Fa. Todos pensaron que debía ir a aclarar la verdad a la policía. Algunos practicantes vinieron conmigo y llevamos materiales que explicaban que la práctica de Falun Dafa no era contraria a la ley. Mientras tanto, los de nuestro grupo de estudio del Fa enviaron pensamientos rectos para apoyarme. Sin embargo, cuando fui a la Estación de Policía, el oficial que necesitaba ver no estaba cerca.

El oficial me llamó cuando estaba en el trabajo una mañana. Le dije que le llamaría durante mi descanso. Después de colgar, pedí la ayuda del Maestro. Luego, envié pensamientos rectos para aclarar mi mente. Mientras tanto, expuse los puntos clave de los artículos que había preparado. Concentré mi mente en lo que tenía que hacer, y luego le llamé de nuevo.

En primer lugar, le aclaré la verdad. Le dije que practicar Falun Dafa era legal y no iba en contra de ninguna ley, y que es una creencia protegida por la Constitución. También le dije que Dafa se practica en más de 100 países.

Le dije que tenía derecho a ayudarnos en lugar de limitarse a seguir las órdenes de sus superiores, y le recordé que más adelante tendría que rendir cuentas por sus acciones contra los practicantes de Dafa. Le dije que los practicantes de Falun Dafa siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y que todos los practicantes somos buenas personas. Le dije que cuando uno trata bien a los practicantes de Dafa, recibirá buena fortuna.

Bajo el poder del Maestro, articulé todo muy bien. Al final, Él dijo: "Bien dicho, bien dicho". Nunca más volvió a acosarme.

Cuando fui de nuevo al estudio de Fa, una compañera practicante me dijo que veía mi campo espacial despejado y limpio cuando enviaba pensamientos rectos. A través de la cooperación entre los practicantes, logramos desmantelar los factores malignos detrás del oficial de policía.

A lo largo de estos años de aclaración de la verdad y de ayuda al Maestro para salvar a la gente, soy plenamente consciente de mi voto. Aprecio esta rara y preciosa oportunidad de corregir mis fallas, hacer lo mejor posible las tres cosas y seguir al Maestro para regresar a casa.

***

Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.