Inglaterra: Los buenos resultados reflejan nuestra sinceridad

(Minghui.org) Había estado aclarando la verdad frente a un museo, pero debido al virus del PCCh (coronavirus) dejé de ir allí durante un año. Cuando decidí volver hace unos dos meses, sentí que mi intención era más sincera: estaba allí para ofrecer a la gente la oportunidad de mostrar su posición sobre la persecución de Falun Dafa por parte del PCCh (Partido Comunista Chino).

Sin embargo, todavía tenía algunos pensamientos negativos. Pensaba que, debido a la pandemia, pocos turistas irían al museo. Pensé que sería una pérdida de tiempo viajar una hora y media para llegar allí. En realidad, había más gente que antes, y en las horas pico había que hacer cola para entrar en el museo. No había suficientes practicantes. Aclaré la verdad, distribuí folletos informativos e invité a la gente a firmar una petición para acabar con la persecución. Más de 30 personas la firmaron.

Esto supuso un gran avance para mí, ya que nunca antes había podido aclarar la verdad y recoger firmas al mismo tiempo.

A partir de entonces, me volví más proactivo a la hora de invitar a la gente a firmar y, por lo general, unas 30 personas firmaban la petición cada vez. Siento que, mientras tenga un corazón sincero, la gente está dispuesta a firmar la petición.

Me asocié con otra practicante, May, los días laborables en otro sitio de aclaración de la verdad y aprendí mucho de ella. Se colocaba cerca de la salida para distribuir folletos de aclaración de la verdad. Cuando la gente se acercaba a ella, decía en voz baja "Petition", ya que era la única palabra en inglés que conocía. Me pareció que May era muy sincera, ya que más de 70 personas firmaron la petición. Entre todos, May y yo conseguimos más de cien firmas. Me sentí muy feliz y conmovida: No importa si uno sabe hablar inglés o no; al salvar a la gente solo importa nuestro sincero deseo de salvarla. A pesar de que May solo sabía una palabra en inglés, consiguió que muchas personas firmaran la petición.

Compartí mis experiencias con otra practicante, Hua, y ella también se sintió animada y conmovida.

Cuando Hua fue al sitio turístico y recogió firmas, también tuvo un avance significativo. Cuando Hua, May y yo nos coordinamos una vez, pudimos conseguir más de 160 firmas. Hua dijo: "¡Estoy muy contenta!".

Compartimos nuestras experiencias con otros practicantes y muchos de ellos decidieron salir a buscar firmas para nuestra petición.

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