(Minghui.org) Annhien, una mujer vietnamita de 31 años, fue atropellada por un coche en 2011, después de que un amigo la empujara accidentalmente. Como consecuencia sufrió constantes dolores en la columna vertebral. El dolor la perseguía mientras caminaba, reía, tosía e incluso respiraba. A pesar de los numerosos tratamientos médicos a los que se sometió, la mitad de su cuerpo seguía sin poder moverse con normalidad.

Annhien trabajaba en el Consulado de Corea, en Saigón. En 2015, viajó a Corea para estudiar lengua y literatura coreanas en la Universidad Nacional de Kangwon. Esperaba poder acceder a un mejor tratamiento médico durante su estancia en Corea, pero los resultados de los tratamientos no fueron los ideales. Seguía sin poder caminar con normalidad después de someterse a los tratamientos.

Annhien dijo que Falun Dafa le enseñó a mirar hacia dentro durante los conflictos.

Un día de 2015, su compañera de piso vietnamita le habló de Falun Dafa y le dijo que podía encontrar respuestas a sus preguntas sobre el mundo a través de autocultivarse. Cuando Annhien empezó a leer el libro Zhuan Falun, se sorprendió al ver el símbolo de Falun.

"Solía trabajar en el diseño de logotipos, así que a menudo me había preguntado: ¿cuál es el logotipo de mi vida? Una imagen venía a mi mente en ese momento. En el momento en que vi el símbolo de Falun, me di cuenta de que era justo lo que tenía en mi mente. ¡Es milagroso! Sentí con tanta fuerza que había encontrado mi objetivo en la vida que se me saltaron las lágrimas", dijo.

Además de su dolor de columna, Annhien nació con los codos deformados. Cualquier movimiento de estiramiento le producía mucho dolor, y no podía cargar nada pesado. No recordaba haber disfrutado de un momento sin sufrimiento. Sin embargo, la práctica de Falun Dafa le aportó cambios sorprendentes. Algunos de los movimientos de los ejercicios de Falun Dafa implican estirar los brazos y doblar el cuerpo. A medida que se familiarizaba con estos ejercicios, su dolor disminuía y acababa desapareciendo al cabo de tres meses. Entonces pudo caminar con normalidad y vivir como una persona sana.

Dijo: "La forma de mis huesos no cambió, pero mi dolor simplemente desapareció, sin importar hacia dónde me moviera. Fue un cambio enorme. Puedo estirar los brazos y doblar el cuerpo sin ningún dolor".

Otro cambio enorme fue invisible, pero edificante. "La cultivación empieza por convertirse en una buena persona", dijo. "Ya no me enfado ante los conflictos, sino que reflexiono sobre mí. Cada vez tengo mejores relaciones con los demás. Mi mente se ha vuelto clara. He escrito mi tesis sin problemas y con facilidad".

Los padres de Annhien habían estado muy preocupados por la vida de su hija en otro país. Estaban encantados de ver cómo había mejorado la salud de Annhien. Dijeron que Annhien se había vuelto más sana, más guapa y más simpática. Incluso empezaron a hablar de sus propias dificultades con Annhien y a pedirle consejo. Bendecida con la sabiduría de Falun Dafa, Annhien pudo ayudarles.

"Quiero ser una persona genuinamente buena siguiendo Verdad-Benevolencia-Tolerancia", "me gustaría compartir con todos lo grande que es Falun Dafa, y decirles a todos que no crean nada que calumnie a Falun Dafa", dijo Annhien.

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