(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa le hablan a la gente de su práctica de cultivación, sin preocuparse de ser acosados o detenidos.

"Cada vez que los practicantes envían pensamientos rectos, nos duele la cabeza y nos sentimos mareados"

Por un practicante de Falun Dafa en China

La señora Zheng salió a pasear la segunda noche del Año Nuevo Chino. Pasó por delante de la comisaría y vio al jefe de policía de pie en la puerta. Él sabía que ella practicaba Falun Dafa. La saludó: "Es un Año Nuevo, señora Zheng. ¿Por qué ha salido en lugar de quedarse en casa?".

La Sra. Zheng respondió: "Todos los niños están en casa, así que decidí salir a dar un paseo". El jefe de policía la invitó a sentarse dentro de la estación. Hablaron casualmente sobre Falun Dafa, y el jefe dijo: "Cada vez que los practicantes envían pensamientos rectos, nos duele la cabeza y nos sentimos mareados". Ella no dijo nada y solo sonrió.

La Sra. Zheng pasó bastante tiempo explicando las bondades de Falun Dafa y hablando de la persecución. El jefe de policía renunció al Partido Comunista Chino (PCCh) después de escucharla.

El aspecto patético de los carteles del centenario del PCCh sirvió como señal de su caída

Por un practicante de Falun Dafa en el noreste de China

La noche del 30 de junio de 2021 hubo truenos y relámpagos, granizo y un viento racheado. Supe que esto era el resultado de los practicantes de Dafa enviando pensamientos rectos. También era la manifestación del poder atronador de los dioses rectos contra los elementos malignos del mundo humano.

El PCCh colgó cuatro grandes carteles delante de nuestro edificio para celebrar su centenario, en un intento de dar una buena imagen de sí mismo.

Las pancartas tenían un aspecto lamentable. Cuando fui a trabajar el 1 de julio de 2021, me di cuenta de que una de las pancartas tenía forma de serpiente, con los dos extremos retorcidos en endebles cuerdas suspendidas por un fino cable. La segunda estaba tirada en el suelo por el viento. La tercera no estaba a la vista. Y la cuarta yacía inmóvil, toda arrugada, abultada sobre la pared del edificio.

Tal vez sea una señal de la llegada de la caída del PCCh.

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