​¿Quién es responsable de los efectos secundarios de la vacuna contra el coronavirus?

(Minghui.org) Recientemente, muchos empleadores han emitido la obligatoriedad de vacunarse, incluida mi empresa. No estaba seguro de la efectividad y seguridad de las vacunas fabricadas en China y decidí no ponerme las inyecciones.

Al enterarse de mi estado de vacunación, un supervisor de la empresa me dijo: “Debe ir al hospital de tal y tal para obtener un certificado que indique por qué no puede vacunarse. De lo contrario, estaremos en un gran problema”. Me dijo que el comité disciplinario ahora está monitoreando de cerca la tasa de vacunación.

Fui a dicho hospital para preguntar sobre la exención de vacunas. El hospital ha creado un grupo de trabajo especial para procesar las solicitudes de exención. El responsable es el vicepresidente del hospital.

Le expliqué a este vicepresidente que no quería recibir las vacunas y le pedí que emitiera un certificado de exención. Dijo que absolutamente no podía hacerlo. Señaló un documento y dijo: “Este documento enumera claramente qué exenciones están permitidas. No puedo emitir un certificado para nada que no esté en la lista. El comité disciplinario verificará todos los certificados de exención que emitamos y yo seré responsable de ello”.

Le pregunté: “¿Quién es el responsable si algo sale mal después de que me obligan a vacunarme?”

Él respondió: “Ahora los funcionarios de todo el país están tratando de echar la culpa, usted sabe que... Nuestro hospital solo está a cargo de la vacunación y no manejamos ninguna consecuencia relacionada con la vacuna”.

Me quedó claro que no se responsabiliza a ninguna agencia gubernamental ni a ningún empleador por los efectos adversos de las vacunas: los hospitales solo se encargan de administrar las inyecciones a las personas; las empresas farmacéuticas que producen las vacunas han gozado de impunidad por parte del gobierno; los gobiernos locales y los empleadores afirman que solo están siguiendo las órdenes de los superiores para exigir vacunas; y el gobierno central, incluidos los Centros Nacionales para el Control y la Prevención de Enfermedades, también está libre de responsabilidad porque está obligando a todos a firmar una exención que dice que se vacunaron "voluntariamente" y que aceptan relevar al gobierno de cualquier responsabilidad en caso de que sufran efectos secundarios.

Los receptores de la vacuna serán, por tanto, responsables en última instancia de su propio daño en caso de que se produzcan efectos adversos.

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