Después de cumplir dos condenas en un campo de trabajo, mujer de 70 años de Hebei enfrenta de nuevo persecución por su fe

(Minghui.org) Después de cumplir dos condenas en un campo de trabajo forzado, una mujer de 70 años está enfrentando ahora un proceso judicial, al haber sido detenida el 3 de julio de 2021 por hablar a la gente sobre Falun Dafa, una antigua práctica de mente y cuerpo perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Dong Xiuling, de la ciudad de Baoding, provincia de Hebei, fue denunciada a las autoridades cuando ella y otra practicante de Falun Dafa, la Sra. Shen Jingli, hablaron a la gente sobre la práctica en un mercado del distrito de Xushui el 3 de julio de 2021. La policía de la comisaría de Dayin llegó al lugar y detuvo a ambas practicantes.

Cuando la Sra. Dong se negó a firmar el acta del interrogatorio, los policías le agarraron las manos e intentaron obligarla a poner sus huellas dactilares en el documento, pero no lo lograron. Mientras se resistía, le pincharon el dedo.

Luego, la policía llevó a ambas practicantes al calabozo local. Al enterarse que ambas habían sufrido hepatitis A en el pasado, los guardias las dejaron en libertad, pero les ordenaron que se presentaran ante la policía cuando las citaran.

Dos días después, la policía de la comisaría de Dayin llevó a los dos practicantes al Hospital de Enfermedades Infecciosas de Baoding para que les hicieran una revisión física. Al día siguiente, registraron sus casas. En la casa de la Sra. Dong desmontaron un recorte de papel y un adorno colgante y los confiscaron como pruebas contra ella.

Ambas practicantes fueron trasladadas al calabozo del distrito de Xushui el 9 de julio, después que el hospital emitió sus informes de revisión.

La Sra. Dong fue trasladada al Centro de Detención de Baoding el 20 de julio, y la policía presentó su caso a la Procuraduría del Distrito de Xushui el 26 de julio.

Persecución previa

Antes de practicar Falun Dafa, la Sra. Dong sufría muchas enfermedades y gastaba mucho dinero en facturas de hospital, pero en vano. Después de practicar Falun Dafa, se recuperó completamente y toda su familia vivió feliz.

Sin embargo, después de empezar la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999, los funcionarios locales la acosaban con frecuencia, y su familia ya no vivía en paz.

El 29 de abril de 2001, la policía de la comisaría de Hanzhuang entró a la fuerza en la casa de la Sra. Dong y la detuvo. Fue recluida en el Centro de Detención de Baoding, donde la alimentaron brutalmente a la fuerza mientras estaba en huelga de hambre. Durante la alimentación forzada, le pusieron esposas y grilletes. Los guardias también le prohibían ir al baño y, como consecuencia, se ensuciaba los pantalones.

Posteriormente, la condenaron a dos años en el Campo de Trabajo Forzado de la ciudad de Baoding, donde sufrió torturas aún más crueles.

En abril de 2002, los guardias la esposaron a una silla durante siete días. Cuatro meses después, la arrastraron del segundo al primer piso por las piernas, con la cabeza en el suelo. Luego ataron sus cuatro extremidades a las cuatro esquinas de la cama durante 22 días. Cuando la soltaron de la cama, la obligaron a estar de pie durante tres días.

Además de obligarla a realizar trabajos intensivos no remunerados, la Sra. Dong también fue sometida a confinamiento en una pequeña celda, atada a una gran tabla en posición de águila abierta y la privaron de sueño durante mucho tiempo. Los guardias también la obligaban a llevar esposas y grilletes que pesaban 14 kg (30 libras). A veces la obligaban a pasar largas horas en posición de cuclillas mientras estaba esposada.

A menos de un año de haber sido liberada del campo de trabajo forzado, en mayo de 2003, fue detenida de nuevo el 1 de febrero de 2004 mientras distribuía folletos para denunciar la persecución en un pueblo vecino. La Policía de la Comisaría del Municipio de Hanzhuang y del Departamento de Policía del distrito de Beishi registraron su casa esa misma noche.

Al día siguiente la llevaron al Centro de Detención de Baoding, y más tarde le impusieron otra condena en un campo de trabajo forzado cuya duración se desconoce.

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