(Minghui.org) Recientemente visité a una practicante mayor, y noté que había algo mal en ella tan pronto como abrió la puerta. Aunque tiene más de setenta años, siempre ha sido enérgica, se mueve con rapidez y su voz es firme y fuerte. Pero ese día le costaba sentarse erguida, estaba callada y solo sonrió un par de veces.

Le pregunté qué había pasado. Se levantó lenta y dolorosamente. Mientras se sujetaba a una silla, me contó un accidente ocurrido el día anterior. Ella y otra practicante iban en moto a recoger hojas para hacer bollitos de arroz. La moto se deslizó de lado. Ella se cayó y la moto le cayó encima. El dolor era tan fuerte que no podía hacer ninguna tarea doméstica.

Al ver como tenía que inclinar el cuerpo, encorvar la espalda y caminar lentamente, le dije: "Te pondrás bien. Mira en tu interior, pronto podrás hacer las cosas sola. Vamos a estudiar el Fa juntas". Le propuse subir al piso de arriba, donde estaba más tranquilo, pero cambié de opinión después de ver cómo tenía que arrastrar la pierna derecha con las manos.

Después de estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos, me invitó a estudiar el Fa con ella durante los próximos días. Le dije: "¡Claro! Vendré todos los días". Ella dijo que sabía la causa de esta tribulación.

Dijo que el día anterior al accidente, había leido algunos artículos de intercambio de experiencias, que le hicieron recordar cómo su marido la había herido en el pasado. Lloró y cantó (le gustaba cantar cuando era joven). Sus fuertes sentimientos fueron aprovechados por las viejas fuerzas. A pesar de la lluvia, decidió ir a recoger hojas para envolver bollitos de arroz y compartirlos con sus amigas.

Después de darse cuenta de su apego, dijo: "Esto es una interferencia. Tengo que aclarar la verdad a más gente. Le ruego a Shifu [el Maestro Li Hongzhi, fundador de Falun Dafa] que me ayude. No puedo perder mi tiempo".

Al día siguiente, fui directamente a su casa después del trabajo. Me abrió la puerta con una gran sonrisa. Le pregunté sorprendida: "¿Estás bien ahora?". Dijo "Sí", y caminó de un lado a otro para mostrarme la facilidad con la que podía mover las piernas.

Me reí y le dije: "¡Qué cambio! Ayer parecías desganada, ¡pero hoy estás tan animada! Shifu es grandioso". (Sabía que Shifu la había ayudado.) Me mostró sus moretones y me contó más sobre el accidente. Me dijo que había pedido la ayuda de Shifu desde el accidente y que había dejado atrás el resentimiento causado por el comportamiento abusivo de su marido.

Durante mi tercera visita, me dijo que su hijo y su nieto habían venido a verla al enterarse del accidente. Su hijo insistió en llevarla a hacerse una radiografía en el hospital. Ella le dijo que no se preocupara y le mostró lo bien que podía caminar mientras decía: "¡Mira, estoy bien! Estoy bien!". Todos se rieron. Otro nieto que trabaja en otra ciudad la llamó después del accidente. Le dijo a todos sus hijos que le dieran las gracias al Maestro por haberla protegido y que recitaran: "Falun Dafa es bueno". Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Esta practicante no sabe escribir, pero me pidió que escribiera su experiencia y la enviara al sitio web de Minghui. Me dijo: "Tengo que compartir esta experiencia. No lo habría conseguido sin la ayuda de Shifu".

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