(Minghui.org) Cuando Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino, lanzó abiertamente la persecución contra Falun Dafa en julio de 1999, fue una gran prueba para los cultivadores. Ante la abrumadora presión, algunos practicantes dejaron de cultivarse por miedo; otros se rindieron ante el mal. Sin embargo, muchos practicantes dieron un paso adelante y hablaron a favor de Dafa. Posteriormente, Shifu escribió "La grandeza de los discípulos" para animar a los practicantes que fueron capaces de validar el Fa.

También fue una prueba para los practicantes cuando muchos presentamos denuncias penales contra Jiang en 2015 por lanzar la persecución. El proceso de demandas contra Jiang nos sirvió para dejar de lado el miedo y crear conciencia sobre la persecución.

Viendo nuestros caminos de cultivación, cuando necesitamos soltar nuestro apego al yo y salvar a los seres conscientes, había oportunidades y pruebas ante nosotros. Cada vez es una oportunidad para que dejemos ir nuestro lado humano y nos elevemos a reinos más altos.

Creo que las actuales exigencias de vacunación en muchos lugares son otra prueba para nosotros los practicantes. Desde que se desarrollaron las vacunas Covid-19 para la pandemia, de alguna manera siempre he sentido que son tóxicas para el cuerpo humano y que pueden causar daño a la gente común y a los cultivadores. Aunque los compañeros practicantes no suelen vacunarse por su cuenta, muchos enfrentan exigencias de vacunación por parte de sus empleadores o escuelas.

En mi entendimiento, que podamos o no resistir las exigencias con sabiduría se convierte en una prueba para ver si podemos, una vez más, abandonar el apego a la vida y a la muerte. Desde que empezamos a cultivarnos en Falun Dafa, Shifu purificó nuestros cuerpos. Todas las molestias físicas son, de hecho, el proceso de eliminación del yeli (karma) y pruebas para que podamos trascender el reino humano y elevar nuestro xinxing.

Hay una nueva practicante en mi región. Cuando le pidieron que se vacunara la primera vez, le dolieron las muelas y no pudo hacerlo. La segunda vez, tuvo vómitos fuertes y no pudo hacerlo de nuevo. La tercera vez, su familia le volvió a insistir. Bajo tanta presión, pensó que se dejaría guiar por la corriente y se vacunó.

Ese día, después de vacunarse, no podía sentarse erguida para hacer el ejercicio de meditación. Sintió que la empujaba una fuerza y estuvo a punto de caerse. Tuvo un sueño vívido en el que tres trozos de sustancia blanca salían de su cuerpo; uno de ellos tenía la forma de una estatua de Buda con una cara sonriente. Me contó el sueño y no mencionó su vacunación. Me pregunté qué le estaba sucediendo, tal vez había hecho algo que no debía. Después de contarme la historia de la vacunación, me di cuenta que le recordaron que lo que hizo fue incorrecto. Perjudicó a los seres que cultivaba en su interior, por lo que fueron expulsados de su cuerpo por esa fuerza. El Maestro la protegió e insinuó las dos primeras veces. La tercera vez era su turno de iluminarse y elevarse, pero fracasó.

Cuando nos pidan que nos vacunemos, tal vez podamos aprovechar la oportunidad para explicarle a la gente el poder curativo de Falun Dafa y tal vez convertir algo malo en algo bueno.

Este es mi entendimiento a mi nivel, y por favor, ¡señalen amablemente cualquier cosa incorrecta!

[Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…”. (Cultivación sólida, Hong Yin)]

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