(Minghui.org) Soy un joven practicante, empecé a cultivarme con mi familia cuando era joven, -hace 20 años. Mi constancia en la cultivación, aunque contaminada en la gran tina de tintura de la sociedad común, me ha llevado a ser diligente, pero también me ha hecho aflojar a veces.

Los peligros de la tecnología moderna

Mi apego más destacado es mi adicción al teléfono móvil, que utilizo en mi trabajo y en mi vida diaria. Lo primero que hago todas las mañanas es comprobar si hay mensajes nuevos. Incluso miraba el móvil mientras me detenía en un semáforo, y durante los descansos en el trabajo. Sabía perfectamente que esas “notificaciones” que recibía en mi móvil llevaban sustancias negativas, pero debido a mi aburrimiento, me resistía a dejar de usarlo.

Un familiar, también practicante, me recordó en numerosas ocasiones mi adicción al móvil. No hice caso de su consejo y lo negué por completo. Continué con mi teléfono, usando el trabajo como excusa.

El Maestro dijo:

“Sea mirar la televisión, la computadora, no importa qué cosa sea, cuando lo miras, entra. Cuanto más se llenan el cerebro humano y el cuerpo con cosas no buenas, más controlarán estas cosas tu comportamiento. Tus palabras, tu forma de pensar, tus actitudes al conocer cosas, todo es afectado" (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2010, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).

Al principio de mi cultivación quise hacer buen uso de lo que aprendí para hablar con la gente sobre Falun Dafa y cumplir con mis responsabilidades históricas. El Maestro Li (el fundador) se ha esforzado mucho para arreglar el mejor camino para mí. Mi trabajo es muy ideal, el ambiente de trabajo es relativamente puro y simple, y además mi salario también es muy bueno. Al depender más de las cosas materiales, fui olvidando cuál era mi verdadera misión. Al encontrarme con un problema, tenía fuertes pensamientos para validarme, olvidando que es el Maestro Li quien me ha dado todo. Como resultado, me sumergí profundamente en el apego a la fama y la fortuna.

Una vez pensé que me mantenía al margen del éxito mundano y de los valores monetarios, pero con el paso del tiempo, empecé a despreciar a las personas que ganaban menos que yo, y me volví muy racista. A menudo presumía. Cada vez que mis supervisores me elogiaban, me sentía encantadísimo y satisfecho. Cuando me encontraba con un problema, discutía y contendía.

Mi apego al rencor y los pensamientos negativos eran especialmente prominentes. En este momento, cuando me detengo a recordar, muchas veces cuando mis supervisores me asignaban un proyecto, mis primeros pensamientos eran muy negativos. La negatividad aumentaba hasta convertirse en rencor hacia mis supervisores. Estos fuertes apegos de negatividad me hacían sentir muy incómodo en mi lugar de trabajo, por lo que era incapaz de cooperar. Incluso compartía estos pensamientos negativos con otros compañeros de trabajo, con la esperanza de justificar que tenía razón. Mis compañeros de trabajo y amigos me decían: "¿Qué te ha pasado? Nunca te habían molestado estas cosas".

Un sueño revela mi desviación del Fa

Una noche soñé que estaba en un enorme ascensor que bajaba desde el nivel 69 a una velocidad realmente rápida. Cuando desperté, supe que me había desviado seriamente del Fa. Todavía no podía calmarme para leer Zhuan Falun, incluso si leía el Fa, mi mente se contaminaba con otros pensamientos.

El Maestro dijo:

“Los Dafa dizi están viviendo junto con la gente común dentro de la sociedad ilusoria, lo más fácil es que en los pensamientos –o por lo menos en un aspecto– se vayan con la corriente” (Qué es un Dafa Dizi, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI).

Yo soy un ejemplo de ir a la deriva con la marea. El Maestro ha intentado numerosas veces iluminarme a través de las palabras de mis compañeros de trabajo. Un día, me encontré con un problema. Al volver a mi mesa de trabajo empecé a quejarme: "¿Por qué siempre es tan difícil comunicarse con mis clientes? No creen que sea capaz, simplemente se van. ¿Por qué no pueden ser más cooperativos? ¡Son tan egoístas! Esto es absolutamente ridículo".

Mi compañero de trabajo me oyó murmurar y dijo: "Tus clientes son un reflejo de ti mismo. Apenas escuchas a los supervisores, siempre tienes tu propio ego y razonamiento. Pues ahora tus clientes harán lo mismo al no cooperar tampoco. Mírame, yo soy muy obediente, así que todos mis clientes son muy cooperativos. Apenas tengo problemas con ellos".

Me sentí muy arrepentido después de escucharlo. Después de haber practicado Dafa durante 20 años, me he convertido en algo peor que una persona común. Toda mi mentalidad y mis acciones están distorsionadas, soy egoísta y no tengo compasión. Si la gente supiera que soy un practicante de Falun Dafa, estaría deshonrando la imagen de Dafa. Estoy acosado por la ideología moderna: mi forma de pensar está muy distorsionada. Por el bien de mi reputación, siempre traté de presentarme como alguien perfecto. Sin embargo, todo lo que quería presentar no era sincero en absoluto, al final solo era una forma de validarme.

Un cliente de hace tiempo me dijo: "Cuando lo conocí, supe que era diferente a los demás. Era compasivo y puro. Por eso me gustó cooperar con usted. Usted pudo ayudarme de muchas maneras. Cada vez que charlaba con usted sentía que mi mente se limpiaba. Sin embargo, tengo que decir que este año, ha cambiado. Creo que ahora no es usted diferente a los demás. A decir verdad, ya no es la persona que conocí".

Estaba muy deprimido y mi mente se llenó de pensamientos negativos durante muchos meses. Pretendía ser indiferente a lo que el Maestro había pasado por nosotros, pero en realidad, solo estaba en negación. Sabía que mientras estudiara el Fa, el Maestro me impulsaría hacia adelante. Pero debido a la falta de estudio del Fa, y a no ser capaz de recorrer un camino recto, mi carga de trabajo aumentó enormemente. Ansiaba un descanso del trabajo, para poder concentrarme en el estudio del Fa. Pero, cuando me tomaba un descanso, usaba la excusa de que necesitaba descansar y dormir para no estudiar el Fa. Cuando tenía tiempo, me quedaba pegado a la pantalla viendo películas.

Un sueño aterrador

Recuerdo vívidamente otro sueño. En realidad, no era un sueño. Un esqueleto se aferraba a mi cuello, con sus piernas cruzadas sobre mi torso. Quería entrar en mi cuerpo. Era muy aterrador. Aunque mi cuerpo estaba dormido, mi conciencia seguía siendo muy clara. Este esqueleto tenía unas uñas largas y puntiagudas que se clavaban profundamente en mi piel y cada trozo de sus gélidos huesos estaba pegado a mí. Tenía mucho miedo. No sabía cómo quitármelo de encima. Al girar bruscamente la cabeza, vi mi teléfono móvil. Un pensamiento cruzó en mi mente inmediatamente, este esqueleto era en realidad una transformación del teléfono al que me aferraba cada día. Cuanto más tiempo esté con el teléfono, más fuerte será esta sustancia en otra dimensión.

¿Qué debo hacer? Con toda esta imagen, pensé en el Maestro. Usé cada pedazo de mi conciencia y grité: "¡Maestro Li Hongzhi, por favor sálveme! Maestro Li Hongzhi, ¡por favor sálveme!" Grité durante mucho tiempo antes de que esa sustancia desapareciera. Estaba muy poco dispuesta a irse, porque decía: "Tú eres la causa de esto".

Cuando por fin abrí los ojos, estaba cubierto de sudor, pero me agarré con fuerza a las mantas. Todavía podía sentir el dolor provocado por las manos del esqueleto alrededor de mi cuello. Los teléfonos móviles son realmente una transformación de los demonios que han venido a distorsionar y destruir a la humanidad. Me gustaría recordar a todos los jóvenes practicantes: sean más vigilantes con los móviles que tienen en sus manos. Es la puerta de entrada del veneno del gran monstruo. Al principio, les proporciona una comodidad en su vida y trabajo, ya que poco a poco se empieza a confiar y a depender de él. Te sumergirás inconscientemente hasta un punto en el que no podrás retirarte. Entonces te controlará, se apoderará de ti y lo ocupará todo, desde tu energía hasta tu tiempo y tus pensamientos rectos. Y, en el caso de los cultivadores, su objetivo final es demolerte.

El virus PCCh afecta al cambio

Cuando el virus del PCCh atacó el mundo a principios de 2020, me di cuenta que queda poco tiempo. Al principio seguía las noticias a ciegas, a veces me sentía frustrado y otras veces asustado. Debido a esta pandemia, nuestra recesión laboral se prolongó. Todas mis actividades en la vida quedaron temporalmente en suspenso. Por fin pude abrir y estudiar los libros de Dafa, y todo se dirige lentamente hacia una buena dirección.

El apego a la comodidad y la pereza es como una "manzana envenenada" en el camino de la cultivación

La búsqueda de la comodidad me ha hecho más materialista. Mi horario de sueño también ha sido irregular. Me levanto tarde por la mañana y me acuesto más tarde por la noche. Dormía 12 horas seguidas, y un familiar también practicante me aconsejó que hiciera los ejercicios por la mañana. Pero no me lo planteé ni remotamente.

Hace un par de días escuché un intercambio de experiencias en el extranjero. Aunque los practicantes del extranjero no viven en el malvado entorno comunista chino, donde pueden ser perseguidos y detenidos ilegalmente, muchos practicantes de los medios de comunicación de Hong Kong se exponen a granadas de gas lacrimógeno mientras hacen una transmisión en directo. Sus historias me llenan de admiración. Han asumido enormes responsabilidades y aún así persisten en levantarse temprano por la mañana para hacer los ejercicios. En cuanto a mí, ¿cómo puedo seguir tumbado en la cama en mi descanso?

El Maestro dijo:

¿Han ustedes pensado en el hecho de que la práctica de cultivación es la mejor forma de descansar? Ustedes pueden obtener la clase de descanso que no pueden lograr por medio de dormir. Nadie diría: “Mi práctica me está causando tanto cansancio que no puedo hacer nada hoy”. Uno sólo diría: “Mi práctica está haciendo que todo mi cuerpo esté relajado y descansado. No siento sueño después de una noche sin dormir” (Exponiendo el Fa en el primer Fahui en Norteamérica)

Me he dado cuenta de que levantarme temprano cada mañana para hacer los ejercicios es también una forma de cooperación. Tengo que renunciar al apego a la comodidad y ser más cooperativo. He empezado a hacer los ejercicios por la mañana. Todavía estoy haciendo el segundo ejercicio de pie durante media hora, me esforzaré más para alcanzar a otros practicantes que lo hacen durante una hora.

Hoy he tenido un sueño a las 3:50 a. m. Estaba en un aula grande y sentado en la primera fila. El profesor estaba repartiendo los resultados de los exámenes y yo obtenía un total de 89,5 puntos. Al mirar detenidamente los resultados del examen, originalmente obtuve 86 puntos, pero se me añadieron 3,5 puntos extra, lo que hizo que obtuviera 89,5 puntos.

Entendí que los 3,5 puntos extra eran por haberme levantado a las 3:50 a. m. ¡Gracias, Maestro!

Después de persistir en hacer los ejercicios por las mañanas, mi estado físico ha mejorado. Parece que mi lado compasivo y positivo han vuelto. Mis pensamientos negativos y todas las distracciones han sido lentamente reemplazados por pensamientos rectos. Gracias Maestro por protegerme.

Esta experiencia de cultivación que comparto nos recuerda a otros jóvenes practicantes y a mí que no debemos dejar pasar el tiempo y eliminar los pensamientos y acciones modernos. En estos tiempos difíciles, debemos purificarnos y cultivarnos bien.

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