(Minghui.org) Muchos practicantes con los que he compartido están preocupados por sus hijos que juegan a los videojuegos. Me gustaría compartir cómo ayudé a mi hijo a dejarlos.

Un día llevé a mi hija Jenny, que entonces tenía cinco años, a trabajar conmigo. Miró al cielo y preguntó: "¿Qué vuela en el cielo?". Le dije que los pájaros y los seres divinos pueden volar en el cielo. Me preguntó cómo podía alguien convertirse en un ser divino.

Le dije: "Hay un libro que te puedo enseñar cuando lleguemos a casa. Este libro puede guiarte para ser un ser divino". Se puso muy feliz al escuchar eso.

Más tarde me olvidé por completo de la conversación que había tenido con Jenny por la mañana. A la hora de dormir, se sentó en mi cama y dijo: "Dijiste que había un libro para que lo leyera". Sonreí y saqué el libro Zhuan Falun. Ella se arrodilló y presentó sus respetos al Maestro cuando vio su foto.

Mi hija dijo: "Cuando mi hermano pequeño regrese, deberíamos hacer que él también muestre respeto al Maestro". Mi hijo, George, tenía entonces cuatro años. Desde 2005, tres personas de mi familia han cultivado Falun Dafa.

Jenny y George fueron capaces de meditar durante una hora desde el principio. También pudieron leer la versión en chino tradicional de Zhuan Falun, en su mayor parte, a menos que se encontraran con una palabra realmente complicada.

El Maestro concede milagros y bendiciones a mis hijos

A mis hijos les ocurrieron milagros frecuentemente después de que empezaron a cultivarse. Por ejemplo: una vez estábamos en China continental, y Jenny se frotó la cabeza después de practicar el quinto ejercicio. Ella dijo: "¿Cómo es que mi cabello está creciendo tan rápido?". Y, el primer día que volvimos a Hong Kong era el cumpleaños de George. No dejaba de sonreír y de mirar al cielo: "Sí, sigue tocando. Los soldados celestiales me desean un feliz cumpleaños tocando sus tambores".

Mis hijos a veces mostraban síntomas de fiebre. Me llamaban de la escuela y me pedían que fuera a buscar a mi hijo. Si estaba aclarando la verdad en un sitio turístico, hacía que el profesor le pasara el teléfono a mi hijo y le decía: "Recita las dos frases: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia- Tolerancia es bueno'. Tu temperatura corporal volverá a la normalidad. No puedo recogerte porque estoy aclarando la verdad a la gente". Al cabo de un rato, me avisaban de que ya no tenía que recoger a mi hijo porque su temperatura se había normalizado.

Una vez, George tuvo dolor de estómago al llegar a casa del colegio. Saqué un cuaderno y le dije que escribiera las dos frases. Después de escribir las palabras varias veces, se sintió bien y empezó a jugar de nuevo.

En otra ocasión, cuando mi hijo tuvo una fiebre muy alta, su cara se le puso roja y tenía dificultad para hablar. Envié pensamientos rectos y persistí en ir al sitio turístico para aclarar la verdad. Cuando fue a la escuela al día siguiente, un profesor le preguntó si había ido al médico. Él dijo que no. Después de enterarse que éramos practicantes de Falun Dafa, todos los profesores y el personal de la escuela tuvieron una buena impresión de George.

Mi hijo se aleja de Dafa

Mi esposo volvió de China y pasó más tiempo con nuestros hijos. Estaba agotada al llegar a casa después de aclarar la verdad en el sitio turístico, así que tuve menos tiempo para estudiar el Fa y practicar los ejercicios con mis hijos. El estudio del Fa que solíamos hacer en casa a veces incluso se cancelaba.

Puse toda mi atención en aclarar la verdad y apenas tuve tiempo para mis hijos. Comencé a notar que George siempre estaba sentado frente a la computadora y se negaba a estudiar el Fa con Jenny y conmigo. En el pasado, él siempre se unía a nosotros para el estudio del Fa cuando yo lo llamaba, pero ahora, ni siquiera se movía.

Más de 30 practicantes de Falun Dafa en Hong Kong presentaron una demanda contra Jiang Zemin y Leung Chun-ying, exdirector ejecutivo de Hong Kong, en 2015. Desafortunadamente, George se negó a firmar con su nombre en la demanda.

Me resultó difícil explicarle todo a George y comencé a temer que se alejara de Dafa. En ese momento no entendía del todo el concepto de los videojuegos y pensé que era algo pacífico. Fue diferente cuando lo vi jugando en su cama con rayos de luz azul por todas partes, y a veces lo escuchaba gritar.

Más tarde nos mudamos con mi suegra. Entonces vi muchas escenas terroríficas y espantosas en los videojuegos de George, porque se trataba de matar gente. Me decidí a traerlo de vuelta a la cultivación y ayudarlo a dejar de jugar.

Mi hijo regresa a Dafa

Pedí al Maestro que me concediera la sabiduría para ayudar a mi hijo. Empecé a enviar pensamientos rectos hacia la computadora y a eliminar todo el mal que lo dirigía a jugar videojuegos. También pensé en utilizar truenos y rayos divinos para destruir todas las interferencias malignas en su ordenador.

Un día pude finalmente comunicarme con George. Tenía un campo de compasión muy fuerte y le dije: "Deseo compartir mi entendimiento contigo, porque te he visto jugar a esos videojuegos".

Se sentó y empezamos a compartir nuestras experiencias. Le pregunté: "¿Haces daño o matas alguna vida?". Respondió que no. Volví a preguntar: "Entonces, ¿por qué te veo matando gente y dañando vidas hasta que tu oponente sangra en tus videojuegos?".

Dijo: "Esa gente no muere y simplemente vuelve a la vida". Mencioné: "No es que esas personas no vayan a morir, solo quieren que sigas luchando contra ellos".

Continué: "¿Son malas personas? ¿Tienes que matarlos? Recuerdo que tú y Jenny lloraban hace un par de años cuando papá mató una cucaracha. Eras muy benevolente en ese entonces. Pero ahora, para satisfacer tus deseos, estás dañando la vida de muchos. ¿Cómo puedes cultivarte si dañas y debes vidas?".

George lloró y dijo: "Ahora lo entiendo". Prometió que nunca volvería a jugar a los videojuegos.

A partir de entonces, se volvió muy diligente. Además de volverse más amigable, también empezó a estudiar el Fa y a practicar los ejercicios solo. Estaba consciente de que había perdido muchas oportunidades de cultivación, como la demanda presentada contra Jiang Zemin.

Para compensar lo que había perdido, empezó a aclarar la verdad a sus maestros, director y compañeros de clase, llevándoles libros de Dafa para que los leyeran y escribiendo cartas de aclaración de la verdad.

También empezó a hacer más tareas domésticas y a ir al sitio de práctica grupal todos los sábados y domingos. Después de la práctica en grupo, distribuía el Semanario Minghui, aclaraba la verdad y ayudaba a la gente a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles.

Una relación predestinada con dos hombres en el parque

El parque era un buen lugar para esclarecer la verdad porque todos los practicantes trataban de salvar seres conscientes y crearon un buen ambiente. Una vez, un policía se opuso a que distribuyéramos periódicos y medallones.

Escuché a un practicante decirle al policía: "No soy de ninguna organización. Considero a estas personas como mis amigos y quiero que lean el periódico".

Un día nos encontramos con dos hombres charlando en un banco de piedra. Me acerqué y les ofrecí un periódico. Uno de los hombres dijo: "Nadie puede decir nada malo sobre el PCCh. Golpearé a quien lo haga".

El hombre estaba a punto agitar su puño, pero lo retiró al ver que no me movía en absoluto. Después de escuchar que era una practicante de Falun Dafa, volvió a levantar el puño y dijo: "Solo quiero golpear a los practicantes de Falun Dafa". Una vez más, se contuvo.

George y yo estábamos muy decididos, y Jenny enviaba pensamientos rectos a nuestro lado. El segundo hombre fue más amable, nos dijo que nos fuéramos ya que eran cristianos. Empezamos a aclarar la verdad a los dos hombres. Poco a poco, la actitud del primer hombre empezó a cambiar para bien.

Me aparté durante unos minutos, ya que tenía que atender una llamada telefónica importante. Después de hablar por teléfono, vi a George agachado delante de los hombres. Me puse ansiosa y corrí hacia ellos. Resulta que estaba limpiando los excrementos de pájaro de los zapatos del hombre que previamente había querido golpearnos.

El hombre cambió de actitud y se disculpó por querer pegarme momentos antes. Nos dijo que había pertenecido a la mafia y que siempre peleaba cuando estaba en desacuerdo con alguien.

Le dijimos que no tomaríamos en serio sus acciones y que ya habíamos olvidado lo ocurrido. El hombre dijo: "A partir de ahora, respetaré a todos los practicantes de Falun Dafa". También ayudé al hombre a renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Cuando salíamos del parque, estábamos muy conmovidos. Le pregunté a George si había ayudado al otro hombre a renunciar el PCCh y sus organizaciones juveniles. Dijo que no tuvo la oportunidad de hablar con él sobre el tema y me preguntó si había ayudado al otro hombre a renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Le dije que sí y me elogió por haberlo hecho bien. También elogié a George por limpiar los excrementos de pájaro de los zapatos del hombre. Sus acciones conmovieron al hombre y este cambió para bien. Bromeamos y dijimos que el pájaro también fue muy impresionante, ya que cambió la actitud del hombre con sus excrementos. Todos nos reímos.

Deseamos cultivarnos bien con otros practicantes en esta última parte del camino y salvar a más seres conscientes. Queremos ser más diligentes y volver a casa con el Maestro.

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