(Minghui.org) Como practicantes de Dafa, hemos venido a este mundo para salvaguardar y validar el Fa. Solo cuando estamos alineados con el Fa, el poder y los milagros del Fa se darán a conocer. He practicado Falun Dafa durante más de 20 años y he experimentado muchas pruebas. Pero, el Fa siempre está en mi corazón.

Recuperación de los síntomas de la enfermedad

Mi marido me pidió que me levantara para hacer los ejercicios con él una mañana. Me sentía fría, mareada y sin fuerzas. Mi cuerpo estaba cubierto de pequeños bultos rojos. Estaba confusa, pero mi conciencia principal era muy clara. Sabía que era una ilusión. Mi cuerpo era tan sólido como un diamante y no me iba a pasar nada malo. Recité el Fa del Maestro en mi corazón una y otra vez.

El Maestro dijo:

"Después de todo, un cultivador no es un humano ordinario. Entonces, ¿por qué no rectifica el Fa la parte que es tu naturaleza original?" (Dao y Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

"Por lo tanto, tu parte humana debe entenderlo. Aún más importante, tu parte que ha obtenido el Fa debe estar claro” (Dao y Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

“De hecho, Dafa no es sólo para salvar a los seres humanos; también es enseñado a todos los seres vivientes en diferentes dimensiones. Tu naturaleza original iluminada sabrá naturalmente qué hacer" (Dao y Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

Soy una practicante de Dafa que ayuda al Maestro en la rectificación del Fa. Yo existo para Dafa y por el Fa. Tengo que dejar que mi naturaleza original sea un instrumento al rectificar el Fa. No permitiré que exista la ilusión. Entonces, los bultos rojos desaparecieron. Todos los síntomas desaparecieron como si no hubiera pasado nada. Mi marido se quedó atónito al presenciar esto.

Un día de verano estuve con una practicante que tenía un tumor en el pecho. Estudié el Fa con ella por la tarde y por la noche, y envié pensamientos rectos para ella por la noche. Volví a casa por la mañana temprano y dormí una hora antes de salir a aclarar la verdad a la gente con mi marido. Estiré mi cintura al levantarme y encontré mi seno izquierdo hinchado y doloroso. Encontré un tumor del tamaño de un huevo en mi pecho. Entonces me vino a la mente un pensamiento: lo malo te llegó y ¿cómo lo manejarás? Mi brazo izquierdo se entumeció, se hinchó y me dolió. El miedo se extendía por todo mi cuerpo. Entré en pánico y le pedí a mi marido que enviara pensamientos rectos para mí.

Enviamos pensamientos rectos durante una hora. Le corregí constantemente la postura por si se quedaba dormido o no se concentraba. Miré hacia afuera y me apoyé completamente en él. No tenía pensamientos rectos en ese momento. Una hora más tarde, quiso marcharse. Le pedí que siguiera ayudándome. Me dijo: "¡Esto es solo tu corazón de sospecha!" Oh, sí. Tenía razón. La palabra "sospecha" me recordó el Fa del Maestro.

El Maestro dijo:

“Aún hay una clase de personas que, en el pasado, otros decían que tenían futi en sus cuerpos, ellas mismas también sentían que lo tenían. Sin embargo, después de que le quité los futi, él aún no puede descartar su corazón de preocupación, siempre siente que ese estado aún existe y cree que todavía tiene futi; esto ya es un tipo de apego, llamado corazón de sospecha. Con el paso del tiempo, si no puede solucionar tal problema, atrae futi nuevamente. Tú mismo debes dejar ese corazón, pues ya no existe futi en absoluto"(Tercera Lección, Zhuan Falun).

El Maestro había borrado nuestros nombres de la lista del infierno. Por lo tanto, esto no debería ocurrir. Este era mi corazón de sospecha. “Eso” no me pertenecía y no lo quería.

Pero un pensamiento en mi mente me dijo que me tocara el pecho para ver si el tumor seguía allí. Sabía que ese pensamiento no era mío. La ilusión quería que reconociera su existencia. Me calenté las manos y los brazos y les dije: "Utedes son parte de mi cuerpo, yo soy su jefe. El tumor es una ilusión. No lo reconozco”. Y a mi cuerpo le ordené: “Tú tampoco deberías reconocerlo. Si no te pido que te muevas, no deberías moverte". La ilusión me pidió que me tocara el pecho con el brazo para ver si aumentaba de tamaño o me dolía. Pero, contuve mi pensamiento sólido: Esto era solo un corazón de sospecha. No era yo. Yo no lo quería en mi cuerpo. Al mismo tiempo observé mis manos y brazos y no dejé que se movieran. No lo reconocí. Sabía que no era nada.

Hace varios años tosí mucho. Envié pensamientos rectos durante 40 minutos y lo superé. Me dormí después de varias noches de insomnio. Pero la tos volvió a aparecer después de despertarme y se agravó. Debe ser que mis apegos de buscar la comodidad y la complacencia se aprovecharon de mí. Me quedé con miedo. Mi respiración se volvió difícil y más débil. Pero mi mente estaba clara y tranquila. Miré hacia adentro y me pregunté qué era lo que aún no podía dejar ir. ¿La fama, el interés o los sentimientos? La respuesta era no. Podía dejarlo todo. No tenía miedo a la muerte. No tenía ningún remordimiento ahora porque soy practicante de Dafa. Pero, todavía era joven. ¿Qué pensarían mis vecinos de Dafa si muero? No quería causar ningún daño a Dafa. Dejaré que el Maestro decida si debo quedarme o dejar este mundo. De repente, una ráfaga de aire fresco entró en mi cuerpo. Podía respirar. Todos los síntomas incómodos desaparecieron. Supe que debía confiar en el Maestro y en el Fa. Sabía que, entonces, debía recitar el Fa.

El Maestro nos dijo:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos” (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor vance (II)).

Así, ya no presté atención a mis pensamientos y recité el Fa una y otra vez.

El Maestro dijo:

“‘Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco’; entonces ellos no se atreverán a hacer eso. Por lo tanto, todo puede ser resuelto. Cuando realmente pueden hacer eso, no sólo diciéndolo, sino poniéndolo en acción, Shifu definitivamente intercederá por ti. Lo que es más, hay muchos guardianes del Fa alrededor de Shifu, hay muchos fo, dao y dioses e incluso hay seres aún más grandes, y todos ellos participarán, porque la persecución forzada que no es reconocida, es un crimen, y las leyes del viejo cosmos tampoco lo permiten. La persecución irracional está absolutamente prohibida y las viejas fuerzas no se atreven a hacerlo si esa es la situación. Por lo tanto, ustedes deben hacer las cosas de la manera más recta posible” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Recité el Fa anterior muchas veces, y sentí que mi mente se vaciaba. No había nada allí excepto el Fa. Cuanto más recitaba, más liberada me sentía. Volví a casa con seguridad. Dafa volvió a mostrar su poder divino.

Una vez tuve un terrible dolor de muelas, y no podía comer ni dormir bien. Sabía que mis dientes estaban bien. Era ese espíritu que actuaba de nuevo. Envié pensamientos rectos. No sirvió de nada. Miré hacia adentro, pero no encontré ningún apego. Entonces, ¿qué estaba mal? Era un espíritu. No me equivoqué en eso. Era una ilusión. No lo reconocí. En ese momento un pensamiento débil vino a mi mente. Era un diente de fuego. Era eso. Envié pensamientos rectos para eliminarlo. Al instante mis dientes ya no me dolían. Parecía que no había pasado nada.

Durante unas vacaciones de verano, vomité terriblemente y tuve diarrea durante casi una semana. Se acercaba la hora de volver al trabajo. Todos mis colegas sabían que practicaba Falun Dafa. Para evitar ver a la gente, elegí trabajar en turnos de noche. La primera noche fui al trabajo en bicicleta. Me puse el uniforme laboral y al instante se empapó de sudor. Entonces, pensé que debía luchar contra el mal. No reconocería su existencia. Lo negaría.

Mientras estaba en el trabajo, hice un trabajo manual con dos hombres fuertes. Mi supervisor me vio en cuclillas en el suelo, y yo estaba débil. Me pidió que me tomara un descanso. Le di las gracias, pero le dije que estaba bien. Durante todo el turno estuve recitando el Fa. Esperé a que todos los demás terminaran de ducharse para entrar en la sala de duchas. Me desplomé en el suelo y dejé que el agua me bañara durante un buen rato. Terminé de ducharme, me puse la ropa y salí por la puerta. Cuando mi mano tocó el manillar de la bicicleta, de repente sentí hambre. Sabía que lo había conseguido. La ilusión había desaparecido. Me sentí como si hubiera sido un sueño. Mirando en retrospectiva, sentí que había salido victoriosa de la tribulación. En aquel momento creía en el Maestro y en el Fa. No tuve ninguna duda ni busqué el resultado. Me puse completamente en manos del Maestro.

A finales del otoño de 2018, fui a una ciudad vecina en bicicleta y no regresé hasta la noche. Hacía sol durante el día, y mucho frío por la noche. Me dolían la espalda y las piernas. No podía dormir, ni acostarme, ni estar de pie. Tenía que caminar todo el tiempo. Así que intenté recitar el Fa durante mi trayecto. Pero, no pude recordar ningún Fa. No sentía ninguna energía cuando enviaba pensamientos rectos. ¿Qué era lo que estaba mal? Finalmente, recordé esta frase del Maestro: "Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos" (Escrituras esenciales para mayor avance (II)). Pero, no podía sentir la energía de los pensamientos rectos. Sin embargo, los pensamientos rectos de los practicantes de Dafa deben tener poder. Recité esta frase una y otra vez. Entonces, mi mente se abrió y pude recordar el Fa. Recité el Fa hasta el amanecer. Mi espalda y mis piernas se volvieron normales. La ilusión era solo una ilusión. Volví a ser testigo del poder de Dafa.

Testimonio del poder de Dafa al ayudar a los practicantes a superar las pruebas

La primavera pasada, un practicante mostró síntomas de gota. Su cuerpo se deformó y tuvo que usar muletas. Después de hablar con él, nos enteramos de que poco a poco dejó de cultivar después de la muerte de su esposa. Se convirtió en una persona común y no creía en Dafa. Aunque no era viejo, había perdido su vitalidad. Usaba su teléfono móvil para bajar juegos. Se enfadaba, insultaba a la gente y quería suicidarse.

Su madre se ocupaba de él. Había sido una budista laica durante muchos años. También tenía mala salud. Hablamos con él y le preguntamos si podíamos estudiar el Fa en su casa. No dijo ni que sí ni que no. Pero consideró que era bueno para él que hubiera gente cerca.

Así que creamos un grupo de estudio del Fa en su casa. Leímos dos lecciones de Zhuan Falun y algunos artículos sobre el yeli de enfermedad del sitio web de Minghui todos los días. Luego compartimos nuestros entendimientos y experiencias. No dijimos nada sobre su enfermedad o sus debilidades. Solo nos cultivamos y rectificamos en el Fa. Cuando compartimos el tercer día, él también compartió. Dijo que después de estudiar el Fa y leer los artículos de experiencias de cultivación, entendió que no lo hizo bien, y que no creyó lo suficiente en el Maestro y el Fa.

El cuarto día su madre nos dijo que él ya pudo practicar los ejercicios por la mañana solo, aunque lo hacía sentado. Hacía mucho tiempo que no practicaba los ejercicios. Al quinto día participó en el envío pensamientos rectos de forma adecuada. Se sintió ligero y se integró al estudio del Fa. Su madre empezó a leer Explicando el Contenido de Falun Dafa, y vio que cada palabra de una página era la cara sonriente del Maestro.

Al sexto día practicó la primera serie de ejercicios de pie. También se dio cuenta de que usar muletas era buscar ayuda externa. Sintió que sus piernas se calentaban. Al séptimo día dejó una muleta y completó las tres primeras series de ejercicios de pie. Al octavo día se sintió más ligero y dijo que no volvería a jugar con el móvil.

El noveno día dejó la otra muleta y caminó hasta la otra habitación de forma independiente. Terminó todos los ejercicios. Ya no usaba muletas. Al décimo día pidió a otro practicante que le guardara el móvil en su casa.

En realidad, no hicimos nada. Solo actuamos de acuerdo con el Fa y caminamos por un camino recto. Todos los practicantes del grupo de estudio del Fa siguieron los principios del Fa y se rectificaron en el Fa. Nos conformamos a las características del universo. El poder divino de Dafa se manifestó para nosotros.

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