(Minghui.org) La cultura tradicional china cree que "el bien es recompensado y el mal es castigado". Cuando uno sigue su conciencia para apoyar a los inocentes, las bendiciones llegarán.
Este fenómeno se observó con frecuencia durante la persecución a Falun Dafa, un sistema de ejercicios y meditación que se basa en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Cuando una persona decide apoyar a los practicantes de Dafa durante la dura supresión, puede encontrar milagros.
Aquí comparto lo que mi familia lejana en Wuhan, provincia de Hubei, experimentó durante la pandemia. Aunque mi marido y yo trabajamos actualmente en otra ciudad, el hermano de mi marido y mis propios hermanos siguen viviendo en Wuhan. Cuando llegó la pandemia, se desarrollaron muchas cosas...
La historia de la familia de mi cuñado
El 26 de enero de 2020 (el día después del Año Nuevo Chino y tres días después del cierre de Wuhan), recibí una llamada telefónica en el trabajo del hijo del hermano de mi marido. Tanto nuestro sobrino como sus padres viven en Wuhan.
Por teléfono, mi sobrino preguntó dónde habíamos puesto las llaves de nuestro apartamento en Wuhan.
"Tu tío [mi marido] trajo todas las llaves con nosotros, así que ninguna de ellas está ahora en Wuhan", le contesté, "pero, ¿va todo bien por tu parte?". "Nosotros... estamos bien", dijo y me saludó con un Feliz Año Nuevo. Después colgó el teléfono tras unas pocas palabras.
Cuando volví a casa para comer, mi marido me dijo que su hermano le había llamado. Le pregunté si la llamada había sido cerca de las 8 de la mañana, cuando recibí una llamada de nuestro sobrino. Mi marido dijo que era más o menos a esa hora. Así que parece que tanto nuestro sobrino como su padre intentaron comunicarse con nosotros.
Mi marido recordó la conversación que mantuvo con su hermano.
Su hermano le preguntó urgentemente a mi marido por las nueve cosas que le mencionamos a él y a su familia cuando volvimos a Wuhan de visita hace un tiempo.
Mi marido estaba confuso y no tenía ni idea de las nueve cosas. Su hermano le dijo que eran las nueve cosas que podían salvar a la gente del peligro. Mi marido se dio cuenta de que su hermano se refería a las Nueve Palabras Verdaderas que forman dos frases: Falun-Lun-Da-Fa-Hao (Falun Dafa es bueno) y Zhen-Shan-Ren-Hao (Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno).
Mi marido dijo que nuestra ciudad también fue bloqueada, así que no podíamos volver a Wuhan para entregar amuletos con las Nueve Palabras Verdaderas. Pero entonces mi marido se dio cuenta de que podía enviar un mensaje de texto con las Nueve Palabras Verdaderas a su hermano a través de WeChat (una plataforma de medios sociales muy popular en China).
Después de que mi marido y yo habláramos de las dos llamadas telefónicas, sospechamos que alguien de la familia de su hermano podría haberse infectado con el coronavirus. Al haber practicado Falun Dafa y haberse beneficiado de él, mi marido y yo sabíamos que estaríamos bien. Y también esperábamos lo mejor para la familia de su hermano.
El hermano de mi marido volvió a llamarnos unos diez días después. Dijo que los funcionarios exigieron que toda su familia se sometiera a un test. Cuando le preguntamos por qué, nos contó lo que había pasado antes. El día en que él y su hijo nos llamaron, su mujer había enfermado gravemente con los mismos síntomas de la infección por coronavirus.
Habían pensado ponerla en cuarentena en nuestro departamento de Wuhan, y por eso nuestro sobrino nos pidió la llave de nuestro departamento. Como no dejamos ninguna llave con nuestra familia extendida en Wuhan, nuestra cuñada estuvo en cuarentena en su propia casa, pero fue denunciada a los funcionarios unos días después. La llevaron al hospital y dio positivo. Toda su familia recibió la orden de hacerse el test.
"No pasa nada si los funcionarios quieren que todos se hagan el test, no hay que preocuparse", dijo mi marido.
"Estoy de acuerdo", respondió su hermano. Dijo que toda su familia había recitado las Nueve Palabras Verdaderas en esos días.
"Tengo que disculparme porque en el pasado no sabía mucho sobre Falun Dafa e incluso dije algunas malas palabras", continuó: "Ahora sé que los practicantes son gente buena e inocentes. Son los funcionarios del PCCh los que han cometido pecados al perseguir a los ciudadanos que quieren ser buenas personas".
Unas tres semanas después, nos llamó de nuevo y sonaba muy feliz. "Los seis regresamos a casa. Estamos todos a salvo", y añadió: "Muchas gracias por decirnos esas palabras; si no, nuestra familia estaría acabada".
Tres llamadas telefónicas con mi hermana
El día del Año Nuevo Chino 2020 (25 de enero), llamé a mi hermana Hui para desearle lo mejor a ella y a sus dos hijas.
"Sabes que la ciudad [de Wuhan] ya está bloqueada". Le sugerí: "Tal vez puedas tener en mente 'Falun Dafa es bueno' y 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno' para tu seguridad".
"Jaja, eso es gracioso", Hui desestimó mi consejo y dijo: "Hermana, sabes que soy maestra y solo creo en la ciencia médica. Cuéntame algo que me interese".
Pensé en el tema de los recientes avances científicos sobre la relación entre la mente y el cuerpo, pero luego intuí que no era un buen momento para sacarlo a colación. Así que me despedí de ella y colgué el teléfono.
Varios días después, me visitó otro practicante y le comenté mi llamada telefónica con mi hermana. Me sugirió que volviera a llamar a Hui y le contesté que podía ser una pérdida de tiempo. No obstante, marqué el número de Hui de todos modos.
Tras una larga pausa, oí a Hui decir al otro lado de la línea telefónica: "Vale... gracias". Y colgó.
Pasaron varios días y una noche soñé con Hui. Al despertar, la llamé por tercera vez.
"¡Hola! Por favor, agradece a Falun Dafa y al Maestro Li (fundador de Falun Dafa) de mi parte", dijo emocionada.
"¿Qué ha pasado?", le pregunté.
Resultó que cuando llamé a Hui la segunda vez, estaba gravemente enferma. Los síntomas eran de infección por coronavirus y estaba al borde de la muerte.
"Estaba tan débil que apenas podía sostener el teléfono o hablar". Me explicó: "Por eso solo hablé unas pocas palabras".
"Entonces, ¿cómo te recuperaste?", le pregunté.
"Fue por tu consejo", respondió.
Explicó que, como en aquel momento no había nada mejor, ella y sus dos hijas siguieron recitando las Nueve Palabras Verdaderas que yo les recomendé. Y poco a poco se recuperó.
Hui también reveló que nuestro hermano también se había infectado, pero se recuperó recitando las Nueve Palabras Verdaderas.
"Ahora sé lo valiosos que son 'Falun Dafa es bueno' y 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'", explicó. "¡Es tan sorprendente! No es de extrañar que los practicantes no lo dejen pase lo que pase".
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Categoría: El bien es recompensado