(Minghui.org) Durante el proceso de arrojar luz sobre la persecución que sufre Falun Dafa, me he encontrado con muchas personas que nos han expresado su apoyo. Sus historias son muy conmovedoras y me gustaría compartirlas con ustedes.
Me encontré con un señor de 70 años y le expliqué los hechos sobre Falun Dafa, fui a darle un recuerdo y sacó uno de su bolsillo y me dijo: “!Ya tengo uno!, cada día recito ‘Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno’, mi salud ha mejorado y he recuperado mi memoria. Me siento como un joven, es increíble!, ¿No me crees?. Déjame mostrártelo”. Comenzó a correr a mi alrededor, mientras recitaba poemas antiguos para demostrarme que su memoria era igual de ágil.
Un día, me encontré con otro hombre de 80 años, le di un folleto de Dafa, lo tomó y me preguntó cuánto costaba, le dije que era gratuito y le expliqué los hechos sobre la persecución a Falun Dafa. Cuando entendió los hechos, comenzó a gritar: “¡Falun Dafa es bueno! Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!”, y añadió: “No tengo miedo a nadie, lo diré incluso delante del gobierno”. “!Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!”.
Después, aclaré la verdad a un tercer hombre que tenía más de 80 años, me tomó la mano y dijo: “En esta sociedad, hay muy poca gente como tú, eres realmente bueno para los demás, eres muy amable”.
Esclarecí la verdad a un hombre joven y me dijo: “He estado en países extranjeros, en los puntos turísticos los practicantes de Falun Dafa muestran pancartas y reparten folletos en sitios públicos, los transeúntes que pasan pueden tomarlos a su antojo. Todos son libres, esto es realmente diferente en nuestro país y en el extranjero ¡Son dos mundos totalmente distintos!”.
Una vez una persona me dijo que había disfrutado mucho de la aclaración de la verdad y realmente apreciaba mis esfuerzos por hacerle llegar la información. Su anhelo por los materiales me motivó a salir y llegar a más gente.
Hablé con el vendedor de un mercado que no parecía un agricultor corriente. Le expliqué a fondo la información básica sobre Dafa y la persecución, lo entendió y me dijo que tenía un amigo que también practicaba Falun Dafa y que era una persona realmente amable y genuina. Su amigo fue perseguido por su creencia y no fue liberado durante mucho tiempo. Hacia el final el vendedor accedió a renunciar con su nombre real al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones.
A finales del 2017 fui a repartir calendarios de escritorio a un mercado, ocho personas vinieron y me lo pidieron. Las convencí para que se renunciaran al PCCh y sus organizaciones para ser así personas libres. Uno tras otro, me dijeron sus nombres y a qué organización estaban afiliados y me pidieron que les ayudara a renunciar.
En otra ocasión, le di un ejemplar de Los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista después de aclararle la verdad. Estuvo totalmente de acuerdo conmigo y no dejaba de asentir con la cabeza. Me dijo que tenía un pariente que estudiaba en la universidad y fue asesinado a tiros durante la protesta estudiantil en la plaza Tiananmen en 1989. Me pidió que vigilara mi seguridad.
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