(Minghui.org) Eileen Chang (también conocida como Zhang Ailing, 1920 - 1995) fue una de las más famosas escritoras estadounidenses de origen chino. Pero su sabiduría iba mucho más allá de la escritura.

Al igual que Chang, otras mujeres también eran reconocidas por su talento como escritoras en la década de los cuarenta, como Su Qing (1914 - 1982) y Guan Lu (1907 - 1982). A diferencia de Chang, ni Su ni Guan publicaron escritos importantes después de que el partido comunista chino (PCCh) tomó el poder en 1949. Además, ambas sufrieron enormemente durante décadas antes de su miserable muerte.

¿Qué hizo que sus trayectorias fueran tan diferentes?

Claridad sobre el terror rojo

Chang nació en una familia prestigiosa. Su abuelo era Zhang Peilun, un alto comandante naval de la dinastía Qing, y su abuela era Li Ju'ou, hija mayor de Li Hongzhang, uno de los funcionarios más poderosos de la dinastía Qing.

Con una educación bilingüe en Shanghái, Chang se hizo famosa en China en la década de los cuarenta. En ese tiempo, desconfiaba del comunismo emergente en los intelectuales. Cuando describió el Movimiento del Cuatro de Mayo, un incidente de 1919 que desencadenó el nacimiento del PCCh, Chang dijo que esto "cambió la voz de todos por la del [partido]".

Debido a su afecto por el territorio y su gente, Chang no abandonó China inmediatamente después de que el PCCh tomó el poder en 1949. A petición de los funcionarios del PCCh, escribió dos novelas en 1950 que se ajustaban a la narrativa del partido. No obstante, declaró en sus libros: "La política lo determina todo. Aunque huya, la política lo encontrará".

También en ese año, Chang fue convocada para participar en dos meses del movimiento de la reforma agraria. Esa experiencia resultó dolorosa. Se dio cuenta que no podía seguir escribiendo historias "heroicas" para el PCCh. "Ese tipo de escritura 'monumental' no es mi estilo. Y no quiero intentarlo", escribió.

Incapaz de tolerar las sesiones de autocrítica del PCCh y la "transformación del pensamiento", huyó a Hong Kong en julio de 1952, a la edad de 32 años.

Mientras estaba en Hong Kong, Chang escribió dos novelas, La canción de los brotes de arroz: una novela de la China moderna y La tierra desnuda. Ambas fueron publicadas después de que se trasladó a Estados Unidos, y en la actualidad siguen prohibidas en China.

En estas dos novelas, Chang describe la brutal reforma agraria, la Campaña de las Tres Naciones y la Guerra de Corea. Las historias describen cómo el PCCh torturaba a la gente y controlaba sus mentes. También revelan la destrucción de la humanidad por parte del régimen totalitario. "Vivimos en una era precipitada: el daño ha comenzado y se avecina más", escribió.

Más tarde, las obras de Chang se hicieron aún más famosas en Hong Kong, Taiwán y muchas otras regiones. El PCCh decidió invitarla a una visita, pero ella se negó.

El comunismo: Un régimen tóxico para la "felicidad"

La mejor amiga de Chang, Su Qing, tenía una historia bastante diferente. A diferencia de Chang, que anhelaba una vida tradicional, Su estaba muy influenciada por las ideas comunistas. Ella le restó importancia al matrimonio y promovió el concubinato. Pero esta píldora de búsqueda de la felicidad resultó ser una semilla de amargura y dolor sin fin.

Con ese pensamiento de libertad sexual, Su se divorció y tuvo relaciones extramatrimoniales con varios hombres. Documentó estas aventuras en su semiautobiografía, primero Diez años de matrimonio, publicada en 1943, y luego Continuación de diez años de matrimonio, publicada en 1947. Aunque estos libros se convirtieron en éxitos de ventas en su momento, su defensa de la libertad sexual y la descripción explícita de la psicología en las relaciones sexuales no dejaban de sorprender a los intelectuales y a la sociedad en general.

Por esto, Su rompió su amistad con Chang y alejó a mucha gente de los valores tradicionales de la familia y el matrimonio. Además, los libros se convirtieron en objetivo de importantes campañas políticas. Fue encarcelada en 1955 y atacada de nuevo en la revolución cultural. Estas experiencias también afectaron a sus hijos, dejándolos con una mala educación y discriminados. En sus últimos años, Su no podía pagar las facturas médicas. "Solo quiero morir antes", le dijo una vez a su amiga. En diciembre de 1982, su hijo, un vendedor ambulante, volvió a casa y descubrió que había muerto.

Encarcelada durante 11 años

Si Su fue una víctima de la ideología comunista, Guan Lu puede considerarse una pieza de carne de cañón del despiadado sistema político del PCCh.

Guan estudió primero filosofía en la Universidad Central de la Nación y luego se cambió a estudiar idiomas. Por aquel entonces, ya era famosa por sus escritos. A principios de 1932, se unió al PCCh. En 1937, altos dirigentes del PCCh le ordenaron que se pusiera en contacto con Pan Hannian, un importante oficial de inteligencia del PChC. Pan le dijo a Guan que trabajara como espía junto a Li Shiqun, un miembro clandestino del PCCh.

"Si alguien dice que usted es un traidor [del PCCh], no puede defenderse. De lo contrario, no funcionará", dijo Pan. Guan aceptó y se hizo pasar por traidora.

Varios años después, el PCCh envió a otro espía a trabajar con Li y rechazó la petición de Guan de poner fin a sus actividades de espionaje. Por el contrario, Guan recibió instrucciones de trabajar con los funcionarios e intelectuales japoneses invasores para obtener información. Una vez más, Guan obedeció incondicionalmente la orden y sacrificó su reputación. Trabajó como editora de una revista japonesa como una famosa traidora. Guan pidió repetidamente que se revelara su identidad como integrante clandestino del PCCh, pero sus peticiones siempre fueron rechazadas.

Tras la rendición de los invasores japoneses en 1945, la situación no mejoró. Mucha gente la condenó como traidora, y el PCCh no aclaró nada. Además, los altos dirigentes del PCCh le dijeron a su novio Wang Bingnan que terminara su relación con Guan debido a su reputación. Tras recibir una carta de ruptura de Wang en 1946, a Guan, que entonces tenía 39 años, se le rompió el corazón.

En 1955, Guan fue encarcelada para explicar su historia como traidora a China. No fue liberada hasta tres años después. En 1967, fue encarcelada de nuevo. Esta vez fue encarcelada durante ocho años. Hasta marzo de 1980, la cúpula del PCCh no corrigió su reputación. Guan terminó sus memorias varios meses después y se suicidó en diciembre.

Una hija que traicionó a su padre

El PCCh hace hincapié en el dang xing (características del partido). Cuando los valores o intereses personales entran en conflicto con los intereses del partido, se debe ceder a este incondicionalmente. Esto les ocurrió a casi todos los miembros del PCCh, incluida Guan. Otro ejemplo es el de Fu Dongju (1924 - 2007), que traicionó a su padre, el alto dirigente militar del Kuomintang (KMT) Fu Zuoyi.

En el verano de 1946, Fu Dongju se graduó en la universidad y comenzó a trabajar como editora en Tianjin. Transfirió una gran cantidad de información militar del KMT al PCCh sin que su padre lo supiera. Al año siguiente también se unió al PCCh.

En el otoño de 1948, los líderes del PCCh le dieron instrucciones a Fu, que entonces tenía 24 años, para que se uniera a su padre en Beijing como agente encubierto. Esto se debía a que el PCCh atacaría pronto la ciudad y el padre de Fu estaba a cargo de la defensa. Fu siguió la orden y se quedó junto a su padre como espía con el fin de vigilarlo.

Fu obtuvo los principales secretos del KMT tomando fotos de los archivos confidenciales encerrados en una caja fuerte. La caja fuerte estaba en el dormitorio de su padre y Fu conocía la contraseña, pero su padre llevaba la llave consigo en todo momento. Fu utilizó el chocolate para engañar a su hermano de cinco años y conseguir la llave. Su hermano pequeño le pidió un abrazo a su padre y le rogó que le contara un cuento. Después de conseguir la llave, Fu iba a la caja fuerte y sacaba fotos de los archivos cuando su padre tenía reuniones. Luego, su hermano devolvía la llave a su padre. Funcionarios del PCCh dijeron más tarde que la información que se obtuvo de este modo fue la más valiosa de la época.

Al padre de Fu no le gustaba el PCCh, y debatía si negociar con el PCCh. En los últimos días, por frustración, a veces se daba bofetadas e incluso se golpeaba la cabeza contra la pared. Fu informaba con frecuencia de las palabras y acciones de su padre a Cui Yueli, otro espía encubierto del PCCh. Cui enviaba entonces la información a los altos dirigentes del PCCh a través de telégrafos. Esta información le permitió al PCCh mantener una ventaja estratégica.

No fue hasta el último momento que su padre se enteró de la traición de Fu. La llamó "desleal, inicua, una sirvienta despreciable".

Al igual que Guan, la devoción de Fu por el PCCh solo terminó en miseria. Durante la revolución cultural, fue señalada como una enemiga de clase anti PCCh. Cuando visitó a su padre, que apenas podía resguardarse, le dijeron a Fu: "No tiene que venir más". Su padre murió en abril de 1974.

Fu también tuvo una vida difícil en sus últimos años. Su pequeño salario no era suficiente para cubrir sus gastos médicos. Durante la reforma de la vivienda del PCCh, los propietarios existentes podían pagar una pequeña cantidad de dinero para convertirse en verdaderos propietarios. Pero ella ni siquiera podía pagar eso. Su padre le había entregado muchas propiedades privadas en el pasado, pero los funcionarios del PCCh simplemente ignoraron ese periodo de la historia.

En sus últimos años, Fu dijo que poco a poco fue comprendiendo los pensamientos de su padre sobre el PCCh, pero ya era demasiado tarde. Murió en 2007.

La tragedia no se limitó al padre y la hija. El hermano de Fu Zuoyi, Fu Zuogong, era estudiante de doctorado en la Universidad de Columbia. Siguiendo el consejo de su hermano, Fu Zuogong regresó a China y fue señalado como derechista. Murió de hambre en Jiabiangou en 1960, en el punto álgido de la gran hambruna china.

Resumen

En la cultura tradicional china, la gente se esforzaba por vivir en armonía con el Cielo y la Tierra. Al adoptar los méritos de la honestidad, la lealtad y el respeto mutuos, fueron bendecidos durante miles de años.

En la historia de China hubo muchas mujeres reconocidas, como Mulan y Mu Guiying. Sus historias inspiraron al pueblo chino, tanto a hombres como a mujeres, a ayudar a otras personas y a servir a la sociedad en general. Pero cuando llegó el PCCh con su ideología de lucha de clases, odio y mentiras, todo cambió.

Wei Junyi, editora y escritora de relatos chinos, le dijo una vez a su hija, arrepentida: "Cuando entré al PCCh, estaba dispuesta a dedicarme al partido. Pero no sabía que tenía que sacrificar mi conciencia".

¿Cuántas personas aprenderán de las lecciones de Chang, Su, Guan y Fu? Solo el tiempo lo dirá.

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