Joven practicante de Hong Kong: mi entendimiento sobre la Tolerancia y la verdadera rectificación de uno mismo

(Minghui.org) Un día, mi hermana y yo hablamos de lo que se encontró en la atracción turística de Sanxingdui, en la provincia de Sichuan. Nos pareció que podía ser una reliquia de una civilización prehistórica. Mientras charlábamos con entusiasmo, mi marido nos cortó y empezó a criticarnos. Al principio me callé y no dije nada.

Sin embargo, me enfadé cuando lo convirtió en algo personal. Me dije que no debía enfadarme porque soy una practicante. Al final no pude controlarme. Le contesté y rompí a llorar. Sabía que no había alcanzado el nivel de un cultivador. Después me arrepentí y me pregunté por qué no podía controlar mi ira.

Esa noche soñé que estaba en un aula y que el Maestro venía. Estaba en la puerta y me sonreía. Le pregunté por qué no podía controlarme. El Maestro me pidió que mirara hacia dentro.

Miré hacia dentro y empecé a llorar porque sentía que no lo hacía bien. Cuando me desperté, descubrí que el resentimiento hacia mi marido había desaparecido. Me sentía relajada y tranquila. Mi mente se amplió.

Cuando miré más hacia dentro, encontré un apego profundamente oculto. Siempre que me quejaba o perdía la calma me dolían las piernas cuando meditaba. Para evitar el dolor, en la superficie me controlaba durante los conflictos, ya que sé que los practicantes deben tener Tolerancia. Sin embargo, en mi corazón culpaba a los demás, por lo que no era verdaderamente tolerante.

Cuando me di cuenta, me disculpé sinceramente con mi marido. Él me dijo felizmente: "Puedes mirar hacia adentro durante los conflictos. Bien por ti". También le conté a mi hermana lo sucedido y le dije que estudiaría más el Fa y me mediría con el Fa.

Rectificar cada pensamiento

Ayudé con nuestro stand en una exposición. Enviaba con frecuencia pensamientos rectos para eliminar todas las interferencias que impedían a la gente escuchar la verdad. La madre de mi amigo vino a la exposición y no paraba de quejarse de sus hijos. Charlé con ella y le pedí que se centrara en su lado bueno. Hablamos de la creencia y de cómo el partido comunista chino (PCCh) destruyó la cultura tradicional. Dijo que nadie más podía ayudarla a dejar de lado su resentimiento hacia sus hijos. También me dijo que era estupendo tener una fe recta. Le hablé de renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Ella aceptó. Luego le conté más datos sobre Dafa. Me pidió que le enseñara Dafa a sus hijos y me dijo que estaba interesada en practicarlo.

Sin embargo, recibí algunos comentarios negativos cuando aclaré la verdad a otras personas. Dijeron que ya habían oído los hechos, pero que no les gustaba el enfoque que utilizaban la mayoría de los practicantes.

Me pareció que el tono de algunos practicantes era demasiado duro y quizá algunos trataban la aclaración de la verdad como una formalidad. Quizá no aclararon la verdad con compasión. Es posible que algunos practicantes tuvieran prisa al hablar con la gente, por lo que esta seguía teniendo malentendidos sobre Dafa.

Cuando me calmé y miré hacia dentro, descubrí que yo tenía el mismo problema. A veces estaba tan ansiosa por contar los hechos a la gente que no prestaba atención a mi forma de hablar. Cuando la gente calumniaba a Dafa, no podía mantener la calma y no tenía compasión por ellos. A veces no tenía pensamientos rectos, e incluso discutía con la gente. ¿Cómo podía salvar a la gente de esa manera? ¿No los estaba alejando más?

El Maestro dijo:

"Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente.

Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría.

Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusione" (Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance).

El Maestro también dijo:

"La Escuela Dao realiza el xiulian de Zhen-Shan-Ren poniendo énfasis en la cultivación de Zhen. Por eso, la Escuela Dao habla de cultivar la verdad y nutrir la naturaleza, decir la verdad, actuar de acuerdo con la verdad, ser una persona verdadera, volver al origen y retornar a la verdad, y finalmente cultivarse en una persona verdadera. Pero hay también Ren y Shan, solo que el peso cae sobre la cultivación de Zhen. El foco de importancia de la Escuela Fo recae sobre la cultivación de Shan de Zhen-Shan-Ren. Debido a que al cultivar Shan se puede cultivar y exteriorizar un corazón de gran misericordia, una vez que este corazón emerge, el cultivador ve que todas las vidas sufren, por eso, consecuentemente emite un deseo y quiere salvar a las multitudes de vidas. No obstante, también hay Zhen y Ren, pero la importancia recae en cultivarse sobre Shan. Esta vía nuestra de Falun Dafa cultiva de acuerdo con el estándar más alto del universo, Zhen-Shan-Ren, simultáneamente; el gong que refinamos es enorme" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que la Tolerancia también contiene Verdad y Benevolencia. Fortaleceremos nuestra Benevolencia si cultivamos la Tolerancia. Solo cuando cada pensamiento cumple el estándar del Fa, podemos mejorar y tener Benevolencia.

Hace unos días, mi marido volvió a discutir conmigo sobre la ciencia y la religión. Me preguntaba por qué estaba tan perdido y confundido. Me sentí cansada: le había dicho repetidamente la Verdad. Cuando tuve este pensamiento, de repente sentí que un segundo se convertía en algo tan largo como un año y este pensamiento existió en mi mente durante mucho tiempo. De repente recordé lo que el Maestro dijo sobre los principios del viejo cosmos de "formación-asentamiento-degeneración-destrucción". Me di cuenta de que tal vez solo se necesite un segundo para tener un pensamiento, pero en otras dimensiones, el mal pensamiento puede haber existido durante un año, diez años o decenas de miles de años. Si nos cultivamos según el Fa, nuestras dimensiones se rectificarán.

De repente me di cuenta de la importancia de cultivar cada pensamiento. Me di cuenta de que cada pensamiento que no se ajusta a las características del universo no proviene de mi verdadero ser. Si no eliminamos los malos pensamientos cuando surgen, seguirán existiendo en nuestras dimensiones.

Cuando miré hacia dentro y me examiné más a fondo, descubrí que incluso si no replicaba cuando la gente me criticaba, seguía sintiéndome infeliz. El sentimiento es muy sutil, pero mostraba que no alcanzaba el nivel de los requisitos del Fa.

El Maestro dijo:

"Sin importarle penas y regocijos de la gente común
un cultivador es
Sin apego a ganancias o pérdidas mundanas
un luohan es"

(Saltando fuera de los Tres Reinos, Hong Yin)

Cuando dejé de lado estos apegos, descubrí que mi corazón se ampliaba y tenía un entendimiento más profundo de los principios del Fa.

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